20 de octubre, Día de la Cultura Cubana
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Una vez más se celebra la fecha en que un 20 de octubre Perucho Figueredo, desde su caballo, entonara por primera vez aquella marcha, luego de la victoria del naciente ejército mambí al mando de Carlos Manuel de Céspedes en la toma de la ciudad de Bayamo y que luego devendría en Himno Nacional. Es por eso que el 20 de octubre, fecha en que se entonó por primera vez el himno que nos define como nación, fue escogido como el Día de la Cultura Cubana.
Desde el punto de vista musical, nuestro país ha legado al mundo una gran cantidad y variedad de géneros musicales. A su vez, cada uno de estos derivó en variantes que tomaron características identitarias de la región del país en que fueron creados. Por ejemplo, el Son Montuno, que nació en la región rural del Oriente Cubano y que unió la guitarra española junto con la percusión traída de África, su tipo de canto responsorial (voz y coro que le responde) y la síncopa que caracteriza nuestra cubanidad. Con el son ya se iba creando ese ajiaco multicultural que definió nuestra música. Del son nació el Changüí, variante de lo que conocemos hoy como provincia de Guantánamo y el Sucu-sucu, en la Isla de la Juventud. Luego, a su llegada a La Habana, tomó otras características, porque su ductilidad le ha permitido adaptarse a nuevas épocas, sonoridades e ir incorporando otras influencias. Podemos afirmar con total seguridad que en cualquier parte del mundo donde se interprete un buen son cubano, será siempre recibido con agrado por el más selecto público.
Otro de los grandes complejos genéricos es el del Danzón. Comienza con la llegada a Cuba de country dances, un grupo de danzas de salón, de corte social, que eran muy usadas en la corte europea y poseían un baile de figuras, con coreografías bien estructuradas. En nuestro país, al unirse con nuestra cultura criolla, se convirtieron en la Contradanza, que fue el primer baile de salón cubano. Luego nació la Danza, donde el hombre podía tomar del talle por vez primera a la mujer a la hora de bailar y eso fue todo un escándalo en la época.
Existe una leyenda donde se cuenta que, durante una reunión social, un amigo se acerca al compositor matancero Miguel Faílde y le expresa la necesidad de crear algún baile donde el hombre pudiera pasear con las damas por el salón, conversar, intercambiar cumplidos, lejos de las chaperonas, que celosamente cuidaban a las féminas. Dicen que de esta idea es que surge nuestro género nacional, el Danzón y su característico paseo. Es increíble cuánto es amado el género en países como México y Colombia, donde las danzoneras defienden su espacio y son admiradas y seguidas por muchos. Del danzón surgieron otros de los grandes géneros de la cultura musical cubana como el Danzonete, el Mambo y el Chachachá, que también llenan de gloria nuestra historia y en cualquier lugar que se interpreten en el mundo reciben admiración y aplausos.
En este recorrido debemos pasar por la música campesina, las rumbitas campestres, que están dentro de un olvido total; los diferentes tipos de puntos, el fijo, el cruzado y el libre, que caracterizan a diferentes regiones de nuestro país. Las seguidillas, los cantos de trabajo y tanta cultura tristemente desconocida en la actualidad por nuestros adolescentes y jóvenes. Así llegamos al complejo de la Rumba, con sus variantes el Guaguancó, la Columbia y el Yambú, todas poseedoras de elementos diferentes.
Cierro con la canción, con el inmenso bolero, que ya se nos ha hecho hijo ilustre en México, Colombia y en tantas partes del mundo. También las guajiras, guarachas, habaneras y recordar su desarrollo en la Trova Tradicional, donde la mujer era comparada con divinas diosas y cada letra dignificaba su encanto, mediada por una sensualidad con respeto, como también lo fue en el Filin y la Nueva Trova Cubana.
Esta Jornada de la Cultura está dedicada a los Instructores de Arte, que fueron creados con la responsabilidad de llevar a cada escuela, comunidad, barrio y acercar todas estas joyas al pueblo cubano para que no se pierdan, para que se entienda la importancia de dar valía a una agrupación como Los Naranjos, darle espacio a orquestas como La Loyola, La Festival y La Revelación, que representan la salvaguarda de lo que somos como nación. El día en que celebramos La Cultura Cubana, es una fecha imprescindible para recordar que si descuidamos los valores patrimoniales corremos el riesgo de caer en la vulgarización, banalización y deterioro de lo que ha sido un tesoro inmenso para Cuba, su real y maravillosa historia musical, por la que seremos recordados como nación.
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