Un montón de cosas sobre el rap cubano: Obsesión
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En la década de los 90 una nueva sonoridad que se propagaba por las áreas suburbanas, diferente al discurso musical convencional, comenzó a captar la atención de un sector específico del público cubano. Para algunos intelectuales y estudiosos foráneos del acontecer cultural de la isla, el fenómeno se refería a la “expresión subterránea de sectores marginales/ tribus urbanas/ círculos alternativos, que mostraba una fuerte contradicción con el ideal de nuestro proyecto social“, según Grisel Hernández Baguer. Sin embargo, para la intelectualidad cubana, el movimiento que venía gestándose en las calles, por el momento, era desconocido. Jóvenes, en su mayoría negros, presentaron una propuesta novedosa en el ámbito nacional de la música. Así nacería el rap en Cuba como uno de los pilares fundamentales de la cultura hip hop, también llegada a nuestro país en esa época.
El medio difusor idóneo para dicha tendencia fueron los barrios habaneros, específicamente aquellas zonas periféricas y suburbanas con gran cantidad de habitantes. A su vez el reconocimiento por parte de instituciones oficiales promovió la creación de espacios aglutinadores de raperos, lo que contribuyó a su difusión. Ello posibilitó la profesionalización de grupos premiados en festivales organizados por diferentes instituciones que apoyaron el movimiento. De esta forma, los raperos encontraron nuevas formas de expresión musical, dígase propuestas más maduras desde el punto de vista estético.
Uno de los grupos más reconocidos del movimiento rapero en Cuba es Obsesión. En sus inicios sus integrantes eran solamente Alexey Rodríguez Mola “El tipo este” y Magia López Cabrera, quienes además son pareja, luego se inserta Isnay Rodríguez Agramante o simplemente DJ El Jigue.
Desde 1998 intervinieron en varias producciones discográficas del sello Egrem, pero no es hasta el año 2000 que logran conformar su primer disco, denominado Un montón de cosas¹. Producido por Roberto Fonseca, destacado pianista cubano. En el fonograma se aprecia cierta influencia del jazz, que lo separa de la frialdad del background y el tumbao eléctrico característicos del rap cubano. Pues, justamente, desde esta producción discográfica Obsesión siembra su identidad musical caracterizada por una buena producción, que le permite fusionar con otras técnicas musicales y mezclar el rap cubano con otros géneros como el funk, el rythm and blues y el soul.
Otro de los momentos icónicos de su carrera destaca la creación, en 2004, del proyecto independiente denominado La Fábrik”, en el que comparten escenario con otro de los grupos cubanos de rap, Doble Filo. Un montón de cosas no se trató solamente de una producción discográfica, sino de un proyecto mucho más ambicioso que integró música, audiovisuales, teatro y trabajo comunitario. De esta forma promovieron la interacción del rap con otras ramas del arte como la pintura, la escultura, la poesía y la danza.
Obsesión es más que rap, es un movimiento cultural cubano de conciencia nacional, que intenta realzar el valor de la música tradicional cubana, específicamente aquella realizada por y para los negros. Asimismo, temas como el racismo, la marginalidad impuesta sobre estas culturas, la violencia social y la identidad cubana desde nuestras raíces afrocaribeñas, ocupan las letras de su música. Así lo demuestran temas como Lola, cuchi cuchi o Los pelos, esta última de su producción discográfica El Disco Negro. Sin embargo, en piezas como Túmbenlo, dedicada a la estatua de José Miguel Gómez, según Magia López en una entrevista realizada por Yusimí Rodríguez, “la canción apunta a sembrar el bichito de preguntarse quién fue ese hombre”. El tema alude al derribo de la estatua porque de acuerdo a la propia artista, así “se dejaría de dignificar al tipo que aprobó la matanza de tantas personas inocentes, sobre todo negras”.
Obsesión ha sido galardonado en varias ocasiones a lo largo de su carrera: el Premio Abril, por el elevado valor estético de una obra dirigida a los jóvenes; un galardón en el concurso del video clip cubano Lucas y el Premio Cubadiscos con su CD El Disco Negro. Así que… que tienen un montón de cosas por decir, eso está claro.
[1] Canción del grupo cubano de rap Obsesión.
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