¿Solución a problemas económicos en la Cuba de hoy?
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Las líneas identificadas y tratadas en artículo publicado con anterioridad constituyen procesos económicos iniciados en Cuba con un mayor nivel de avance, en alguna medida estas direcciones tienen un mayor peso en el sistema empresarial y su perfeccionamiento en un ámbito más amplio, que abarca a diferentes formas socioeconómicas. No obstante lo antes dicho, los cambios operados en la propiedad en diferentes modalidades y las entidades de este carácter con independencia de sus limitaciones y deficiencias han sido las principales responsables de los avances económicos y las conquistas hasta ahora alcanzadas. Es de imaginar los avances potenciales y la solución de los problemas si se alcanzan mayores grados de inversión.
Una parte de las empresas relacionadas en lo fundamental con el sector externo realizan experimentos de transformación organizativa y jurídica hoy puede lograr y evitar el colapso de la economía asegurando el mínimo de su existencia financiera y ser capaces de garantizar paulatinamente la reanimación de otras empresas de la economía interna.
El país ha realizado grandes movimientos de redimensionamiento y reconversión industrial y el principal resultado de los cambios es haber logrado mantener en esencia la preponderancia del sistema socialista de propiedad en el desempeño de la economía y su impacto en la red institucional de propiedad y gestión en el modelo económico y social cubano de desarrollo socialista, si bien muy alejado de los que se necesita.
Se extiende también la base de la sustentación de las relaciones monetarias mercantiles y del mercado, hay una mayor desagregación de los productores ganando fuerza como sistema el aislamiento económico relativo y no absoluto que es más remarcado en algunos segmentos de la propiedad.
En las empresas y en las cooperativas también se incorporan actores privados por tanto en el movimiento económico ha de tener una mayor participación el factor mercado aún con las contradicciones naturales que traen aparejados para una economía planificada que ha de reforzar el papel del centro planificador de la empresa socialista y las funciones de dirección y regulación de instancias superiores
El factor de mayor controversia en los cambios de propiedad es la inversión extranjera porque supone determinada enajenación de activos propiedad social plena, además de otros elementos de distorsión económica e ideológica que se introducen en la sociedad cubana que logró evolucionar y desarrollarse durante 30 años sin capital extranjero, luego del triunfo revolucionario y de las nacionalizaciones de las empresas foráneas. No obstante, una valoración integral y con medida de la inversión extranjera arroja un balance favorable para el país.
Una fábrica, planta, mina, inmueble paralizado por falta de capital, mercado, tecnología, es un organismo necrótico que está pero no funciona y en el mejor de los casos es una propiedad social formal pero no real, no se conectará con el ciclo de producción socialista y más bien será un gravamen para él y nunca beneficiará a la sociedad.
Con la inversión extranjera más que una enajenación plena de activos sociales lo que se ha hecho es darles una oportunidad a algunos de ellos y de su respectivo colectivo para que se incorporen a la dinámica productiva, a las relaciones sociales de producción aportar al país y elevar su autoestima.
Las asociaciones económicas internacionales cumplen misiones a favor del socialismo, pues además de contribuir a cerrar ciclos de producción e ingresar capital fresco al país introduce nuevas tecnologías, conectan con importantes mercados, aportan conocimientos y prácticas que rinden dividendos y son plazas de empleo entre otras ventajas.
El proceso de inversión extranjera, como elemento común en países subdesarrollados, es parte de la estrategia de desarrollo que se inscribe en los planes integrados del país y funciona como regla general en forma de asociación con capital social cubano, se aprueban caso a caso siempre en interés de la nación y del pueblo.
Se trata de un proceso inédito y especial de producción y servicios de las entidades económicas foráneas en interés del objetivo principal que debe jugar un importante rol en las transformaciones que impactan de una u otra manera las relaciones de propiedad y que han sido consideradas por la dirección del país. Esa política está respaldada por las leyes e incluso en la reciente aprobada proyección de la ley de empresas en Cuba los cambios en las relaciones de propiedad se proyectan como parte inseparable de la construcción del socialismo en las nuevas y complejas condiciones por las que transita la economía cubana. Sin ellas resultará difícil salir de la base aguda de la crisis y reimpulsar importantes programas económicos y sociales.
Por otra parte no todas las consecuencias de las transformaciones en proceso son favorables y se corresponden con el progreso social, las diferencias sociales actuales no son ajenas a los movimientos en las relaciones de propiedad en especial de manera contradictoria por la insuficiente eficiencia y productividad de la propiedad estatal con el consabido deterioro de los ingresos de los trabajadores, y el advenimiento de formas de gestión que favorecen a veces de manera impropia a determinados grupos poblacionales.
La pequeña propiedad y producción mercantil por su parte, introduce nuevas contradicciones que hay que afrontar responsablemente, y aprovechar las potencialidades de empresas y actores económicos sin que se cometan violaciones y distorsiones en los convenios y acuerdos pactados.
Con la recuperación de la economía deben avanzar también los efectos sociales de los cambios en la propiedad en otras esferas.
Construir y perfeccionar el socialismo desde su base más profunda significa mantener la propiedad social en la práctica diaria en la teoría y en el campo de las ideas, y en las condiciones concretas actuales de Cuba, se incluye el estímulo a la participación consciente de todos los actores económicos, creando condiciones iguales que faciliten una real colaboración más que la tradicional competencia.
El socialismo se concibe con el uso racional de los recursos naturales financieros y humanos, se consigue con la unidad la solidaridad, la justicia social y con personas educadas.
Por otra parte conviene precisar que a pesar de las injustificadas acusaciones de que es víctima el país la Revolución socialista ha creado más propietarios que los que había creado el capitalismo en Cuba a lo largo de siglos.
Cientos de miles de familias campesinas son hoy propietarias de tierras por las cuales no van a pagar impuestos, otros cientos de miles las poseen en usufructo gratuito y explotan en forma individual o colectiva y son propietarios de maquinarias, talleres, del ganado y otros bienes.
Lo más importante de la Revolución es que convirtió al pueblo en propietario de su propio país y todo ello gracias a la inteligencia y la comprensión de que hoy se debe construir un socialismo más adecuado a las realidades que a los propios sueños.
En colaboración con: MSc. Carlos Miguel Valdés Albor y Dr. C. Candelaria Rosa Álvarez González
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