Los azahares prometen salud

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Solo quien haya disfrutado del olor desprendido por las flores de un naranjo en noches estivales será capaz de apreciar, en su justa medida, la fragancia de ese único y exclusivo olor. Se trata del azahar muy utilizado tradicionalmente en el mundo de la cosmética.

Sin embargo, estas flores, de color blanco o rosa pálido, son utilizadas no solo en la elaboración de perfumes y aceites esenciales, sino también como un poderoso remedio natural con fines terapéuticos para el tratamiento de diversas enfermedades y bienestar general de la salud.

Bálsamo prodigioso

Desde la antigüedad, las infusiones de flor de azahar han sido empleadas para aliviar la ansiedad, mejorar la digestión y promover la relajación. Además, su aceite esencial es un componente clave en la aromaterapia con el fin de reducir el estrés emocional.

Los compuestos químicos presentes en esa parte del naranjo, como el linalool y el acetato de linalilo, son reconocidos por sus efectos tranquilizantes. Estos elementos ayudan a reducir los niveles de ansiedad, al tiempo de favorecer el sueño reparador.

Según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México, la hesperidina, un flavonoide presente en esta flor, es responsable de su acción sedante y relajante. Este compuesto no solo calma los nervios, sino que también contribuye a la salud cardiovascular y al bienestar general del organismo.

Un artículo publicado en el sitio La verdad propone que una taza de té de flor de azahar para aliviar el dolor de estómago, las náuseas y mejorar la función digestiva. En tanto, su aceite esencial ayuda a reducir inflamaciones y aliviar dolores crónicos, según estudios publicados en Journal of Natural Medicine.

Por otro lado, ese propio extracto oleaginoso protege las células del daño oxidativo y combate infecciones causadas por bacterias como Pseudomonas aeruginosa.

Para preparar la infusión de este bálsamo prodigioso debe disponer de una cucharada de flores de azahar secas, una taza de agua y miel o azúcar, opcional según la preferencia.

Luego calienta el agua hasta que esté a punto de hervir, coloca las flores en un recipiente y vierta el líquido caliente sobre las mismas. Deja reposar entre cinco y diez minutos.  Al cabo de ese tiempo cuela la infusión y endulza al gusto. Ah, y disfrútala de dos a tres horas antes de dormir para maximizar su efecto relajante.

Sin temor a equivocarnos podemos concluir y reiterar en que estamos en presencia de no solo una joya aromática, sino un remedio natural con múltiples beneficios para la salud. Su capacidad para calmar los nervios, mejorar la digestión y aliviar dolores la convierte en un aliado ideal en la vida cotidiana.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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