Tras casi cinco horas de espera, llegó a Cienfuegos la Caravana con las cenizas de Fidel. Tarde, casi tanto como aquella noche del 6 de enero de 1959, entró acompañado por la multitud, sus gritos, vítores, consignas, lágrimas…
La circunstancia jugó ahora una mala pasada: la base Naval de Cayo Loco no resultó destino de la peregrinación. La demora del recorrido y lo tardío del recibimiento impidieron prolongar la estancia.
Nada pudo contener el espontáneo tributo del pueblo, que prefirió el desborde emocional a lo organizativo. De la Calzada de Dolores y el parque Villuendas corrieron hacia el Paseo del Prado; lo mismo desde el parque Martí, y ya en el regreso de Punta Gorda, cuando la despedida definitiva era inminente, el Prado se estrechó en un adiós interminable.
El pueblo quiso darle el último adiós, que es solo un “hasta siempre Fidel”.
La multitud reunida esperando a Fidel. Foto: Aslam Castellón
Llegada del cortejo fúnebre a Cienfuegos por la carretera que otrora fuera la entrada a la ciudad. Foto: Juan Carlos Dorado
El pueblo de Cienfuegos espera la cenizas del Comandante Foto: Aslam Castellón
Foto: Aslam Castellón
Foto: Modesto Gutiérrez Cabo
Foto: Aslam Castellón
Foto: Modesto Gutiérrez Cabo
Foto: Aslam Castellón
Foto: Aslam Castellón
A su salida del Parque José Martí Foto: Aslam Castellón
Foto: Efraín Cedeño
En la entrada al malecón Foto: Yusniel del Sol
Como en aquella fecha de 1959 la caravana entró hasta Punta Gorda. Fotos: Edwin Hernández y Emilio Cachán
Los trabajadores del Hotel Jagua, también despidieron a Fidel. Fotos: Edwin Hernández y Emilio Cachán
Fotos: Edwin Hernández y Emilio Cachán
Fotos: Edwin Hernández y Emilio Cachán
Regreso al Prado desde Punta Gorda. Foto: Yusniel del Sol
La multitud reunida esperando a Fidel. Foto: Aslam Castellón
La multitud reunida esperando a Fidel. Foto: Aslam Castellón
La multitud reunida esperando a Fidel. Foto: Aslam Castellón
Foto: Aslam Castellón
Foto: Aslam Castellón
El pueblo gritaba “Yo soy Fidel” Foto: Aslam Castellón
Me sentí emocionado cuando vi delante de mí la caravana con los restos del Comandante, no pude aguantar y empecé a llorar, junto al llanto gritaba: ¡Yo soy Fidel!
Caminé los 13 primeros kilómetros que separan Cienfuegos de Palmira en la tarde-noche del Sábado 30, fue impresionante ver a toda esa gente agrupada como en los viejos tiempos de apagones: reunidos todos, compartiendo y esperando la llegada de la caravana. El cielo estaba despejado, se veían todas las constelaciones de nuestro hemisferio, sin embargo, se notaban más las constelaciones formadas a través de las múltiples luces de celulares de la muchedumbre a lo largo de la carretera.
En Palmira no fue menos el sentimiento; en Espartaco me alcanzó la caravana y rápido se sintió la emoción del momento en las voces de los presentes.
Ha muerto físicamente EL MAS GRANDE DEFENSOR DE LOS HUMILDES, sus ideas y sus sueños son inmortales, los cienfuegueros demostramos con creces nuestro inmenso cariño, respeto y admiración por nuestro COMANDANTE EN JEFE, cuando se hable, en cualquier rincón del mundo y en cualquier tiempo futuro, sobre los seres inmortales de todos los tiempos en la historia de la humanidad, estará brillando con luz propia el nombre de FIDEL ALEJANDRO CASTRO RUZ, a sus Ordenes Comandante en Jefe, Hasta la Victoria Siempre…
Llegó como un distintivo/ hasta el templo de mi amor/ una mujer hecha flor/ vestida de verde olivo./ ¡Qué verde olivo tan vivo,/ qué olivo tan puro y verde!/ Tan puro que no se pierde/ ni un instante de brillar/ dejándome un luminar/ para que yo la recuerde.
Hay pura luz de una estrella/ prendida de esta flor,/ hay un manantial de amor/ en el verde olivo de ella./ De verde olivo es tan bella/ esta flor maravillosa/ que, al verla así, tan hermosa/ yo tuve el instinto vivo/ de rozar su verde olivo/ con mi mano temblorosa.
Yo le pregunté: ¿quién eres?/ y ella me responde: “¡calla!/ no preguntes y batalla/ por conquistar mis poderes./ Soy tan grande que no eres/ capaz de ver como artista/ que soy la inmensa conquista/ de tu Cuba y de un gran HOMBRE/ y respondo por un nombre:
¡REVOLUCIÓN SOCIALISTA!”.
Eduardo Torres Martínez (Zuki)
Miembro de la UNEAC y la UPEC
Cienfuegos no ha fallado ni fallarà, con los cienfuegueros puede contar Comandante para lo que sea, de su historia nos haremos reponsable de trasmitirla hasta el ùltimo rincòn de este planeta. QUE NOS OIGA TODO EL MUNDO !HAY FIDEL PARA RATO!
Del pueblo cienfueguero no se podía esperar otra cosa, Fidel no se equivocó cuando dijo ¨Cienfuegos nunca le ha fallado a la Revolución¨ que es sinónimo de no fallarle a Fidel, la espera para el último adiós no pagará jamás la deuda del pueblo con este gran hombre, con nuestro siempre Comandante en Jefe
Soy un cienfueguero que laboro en La Habana por necesidad de la Revolución y aunque asistí a la plaza a rendirle tributo al Comandante en Jefe, primero por el día y después en la noche durante el acto, me ha dado mucho sentimiento no haber podido estar junto a mi pueblo para recibir la victoriosa caravana que lleva al mejor discípulo de nuestro apóstol para reunirse con él en la eternidad de nuestra rebelde historia.
Me sentí emocionado cuando vi delante de mí la caravana con los restos del Comandante, no pude aguantar y empecé a llorar, junto al llanto gritaba: ¡Yo soy Fidel!
Caminé los 13 primeros kilómetros que separan Cienfuegos de Palmira en la tarde-noche del Sábado 30, fue impresionante ver a toda esa gente agrupada como en los viejos tiempos de apagones: reunidos todos, compartiendo y esperando la llegada de la caravana. El cielo estaba despejado, se veían todas las constelaciones de nuestro hemisferio, sin embargo, se notaban más las constelaciones formadas a través de las múltiples luces de celulares de la muchedumbre a lo largo de la carretera.
En Palmira no fue menos el sentimiento; en Espartaco me alcanzó la caravana y rápido se sintió la emoción del momento en las voces de los presentes.
Ha muerto físicamente EL MAS GRANDE DEFENSOR DE LOS HUMILDES, sus ideas y sus sueños son inmortales, los cienfuegueros demostramos con creces nuestro inmenso cariño, respeto y admiración por nuestro COMANDANTE EN JEFE, cuando se hable, en cualquier rincón del mundo y en cualquier tiempo futuro, sobre los seres inmortales de todos los tiempos en la historia de la humanidad, estará brillando con luz propia el nombre de FIDEL ALEJANDRO CASTRO RUZ, a sus Ordenes Comandante en Jefe, Hasta la Victoria Siempre…
Excelentes fotos amigos! gracias
VESTIDA DE VERDE OLIVO
Llegó como un distintivo/ hasta el templo de mi amor/ una mujer hecha flor/ vestida de verde olivo./ ¡Qué verde olivo tan vivo,/ qué olivo tan puro y verde!/ Tan puro que no se pierde/ ni un instante de brillar/ dejándome un luminar/ para que yo la recuerde.
Hay pura luz de una estrella/ prendida de esta flor,/ hay un manantial de amor/ en el verde olivo de ella./ De verde olivo es tan bella/ esta flor maravillosa/ que, al verla así, tan hermosa/ yo tuve el instinto vivo/ de rozar su verde olivo/ con mi mano temblorosa.
Yo le pregunté: ¿quién eres?/ y ella me responde: “¡calla!/ no preguntes y batalla/ por conquistar mis poderes./ Soy tan grande que no eres/ capaz de ver como artista/ que soy la inmensa conquista/ de tu Cuba y de un gran HOMBRE/ y respondo por un nombre:
¡REVOLUCIÓN SOCIALISTA!”.
Eduardo Torres Martínez (Zuki)
Miembro de la UNEAC y la UPEC
Cienfuegos no ha fallado ni fallarà, con los cienfuegueros puede contar Comandante para lo que sea, de su historia nos haremos reponsable de trasmitirla hasta el ùltimo rincòn de este planeta. QUE NOS OIGA TODO EL MUNDO !HAY FIDEL PARA RATO!
Del pueblo cienfueguero no se podía esperar otra cosa, Fidel no se equivocó cuando dijo ¨Cienfuegos nunca le ha fallado a la Revolución¨ que es sinónimo de no fallarle a Fidel, la espera para el último adiós no pagará jamás la deuda del pueblo con este gran hombre, con nuestro siempre Comandante en Jefe
Soy un cienfueguero que laboro en La Habana por necesidad de la Revolución y aunque asistí a la plaza a rendirle tributo al Comandante en Jefe, primero por el día y después en la noche durante el acto, me ha dado mucho sentimiento no haber podido estar junto a mi pueblo para recibir la victoriosa caravana que lleva al mejor discípulo de nuestro apóstol para reunirse con él en la eternidad de nuestra rebelde historia.
Capitán Jorge Ramos Labrada