El prodigio del té azul

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Son innumerables las variedades de té que existen. Si bien las más comunes son el negro, verde y rojo cada uno tiene sus propiedades, sabores y características propias. Lo cierto es que es un tema que da para mucho, eso sin hablar de la gran cantidad de yerbas que pueden emplearse para infusiones.

Sin embargo, hoy trataremos de una de las variantes de esta bebida menos conocida: el té azul oolong, cuyas cualidades de seguro te van a sorprender por su favorable impacto en la salud humana.

Tradición milenaria

Lo primero es explicar qué tipo de variedad de té es este. Al igual que el resto, en su mayoría originarios de China, este se obtiene del mismo árbol, llamado Camellia Sinensis, aunque es la forma en la que se lleva a cabo su proceso de recolección y secado lo que lo distingue. Agregar que su ingestión resulta una tradición milenaria en la mayoría de los países asiáticos.

El sabor del té azul es ligeramente menos amargo que el de otros tés, aunque su olor es más fuerte. Lo característico es que su estado de oxidación dependerá del recolector y la marca que lo fabrique, pues en función del tiempo que se dejen marchitar las hojas se ubicará más hacia la categoría de té verde o negro, y esto implica que la infusión tendrá un regusto más o menos intenso y amargo.

De acuerdo con un artículo publicado en el sitio Omerhealthy.com, el té azul no es solo una bebida riquísima, sino que además es una fuente de vitaminas y minerales naturales y su ingesta confiere excelentes beneficios para nuestro cuerpo que nos ayuda a fortalecer nuestra salud. Tomar té oolong de forma habitual es extremadamente bueno por todos estos motivos:

Sepa que, como otras variantes de té, este también se considera un increíble antioxidante, de modo que cumple una función muy importante peleando contra el envejecimiento celular y combate la formación de los radicales libres que, acumulados en exceso, pueden conducir a patologías como el cáncer o las enfermedades degenerativas. Por esto, esta sabrosa infusión resulta imprescindible para cuidarnos por dentro y por fuera, ya que mantiene las células jóvenes y afecta en la apariencia de nuestra piel, huesos y dientes, manteniéndonos en forma.

Por otro lado, constituye una buena opción para ayudar a reducir el colesterol, en parte gracias a la función antioxidante que comentamos y también debido a su aporte de catequinas, unas sustancias que intervienen en la sangre y que reducen la presión sanguínea.

Se considera una de las mejores medicinas naturales para combatir el hígado graso, pues parte de las vitaminas que contiene ayudan a metabolizar las grasas en el hígado y a estimular las secreciones gástricas, que favorecen los procesos hepáticos.

En tanto, también destaca por su acción acelerativa en nuestro metabolismo gracias a su contenido de cafeína. Pues, como hemos comentado, al reducir las cantidades de grasa que nuestro sistema digestivo tiene que absorber se facilita en abundancia la pérdida de peso y contribuye a definir mejor nuestra figura.

Es oportuno señalar que para observar algún resultado de los efectos anteriores se recomienda consumir al menos unas tres tazas diarias de té azul, aunque no es bueno abusar por su grado de cafeína, pues este puede ser contraproducente.

Como consecuencia de este contenido de cafeína, el té azul también ayuda a mejorar nuestra concentración, a mantener el cerebro despierto y activo, y nos ofrece un aporte de energía.

Además de influir en el metabolismo y el colesterol, también tiene como beneficio que mantiene nuestro corazón saludable, pues estas ayudas favorecen un riesgo mucho menor de enfermedades cardíacas.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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