Controla tu presión con el tomillo
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Desde que el hombre probó el gusto de los alimentos aprendió a aderezar las comidas. En la búsqueda de mejores sabores dio con las especies y a partir de ahí utilizó las más variadas plantas condimentosas y aromáticas. El tomillo estuvo siempre en la lista para el menú diario.
Ahora bien, además de un exquisito toque a los platos, el tomillo encerraba una valiosa cantidad de propiedades que favorecían al desarrollo saludable del organismo humano y entre esas tantas bondades la especie se aprovechó como regulador de la presión arterial.
Planta milagrosa
Una de las propiedades terapéuticas más destacadas del tomillo es su potencial para ayudar a controlar la presión arterial. Se cree que algunos de los compuestos presentes en esta hierba tienen efectos relajantes sobre los vasos sanguíneos, lo que podría contribuir a la regulación de la tensión.
Además, se ha sugerido que el tomillo puede tener un impacto positivo en los niveles de colesterol. Algunos estudios sugieren que ciertos componentes del tomillo podrían ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (“colesterol malo”) en la sangre. Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar estos efectos y establecer las dosis seguras y efectivas.
La yerba en cuestión también es conocido por sus propiedades antioxidantes, que pueden ayudar a combatir el daño causado por los radicales libres en el cuerpo. Los antioxidantes son importantes para mantener la salud celular y prevenir el envejecimiento prematuro.
Así mismo, cuando esta hierba es usada en la forma seca o deshidratada, posee grandes cantidades de minerales, como el calcio y el potasio, que contribuyen a aumentar el relajamiento de los vasos sanguíneos, permitiendo que la sangre circule con mayor facilidad, disminuyendo la presión sobre las paredes de las arterias.
Una de las formas de aprovechar sus beneficios es el té, el cual puede prepararse de la siguiente forma. Para elaborar esta bebida solo se requiere colocar dos cucharadas de hojas picadas en una taza de agua hirviendo y dejar reposar durante 10 minutos, se cuela y se bebe hasta tres veces al día.
Si la persona lo desea, puede endulzarlo con miel, que también ayuda a hidratar la garganta, aliviando en los casos de tos. También se le puede agregar limón o jengibre para brindar un sabor diferente.
Es importante tener claro que para aprovechar sus bondades, esta hierba debe consumirse en el marco de una dieta equilibrada y la práctica regular de actividad física.
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