Cataluña va a las urnas entre la incertidumbre, la amnistía y el regreso político de Puigdemont

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Este domingo 12 de mayo, 5,75 millones de catalanes están llamados a las urnas para elegir a su nuevo presidente autonómico. Los comicios, que serán clave no solo a escala interna, sino en la relación con el Gobierno central en Madrid a las puertas de la entrada en vigor la Ley de Amnistía para los independentistas, dibujan, a tenor de las encuestas, un escenario en el que la gobernabilidad está comprometida y relegada a los pactos.

Cataluña contiene la respiración ante las terceras elecciones autonómicas desde el referendo de independencia del 1 de octubre de 2017 impulsado por el entonces presidente de la Generalitat —el gobierno regional—, Carles Puigdemont. Un plebiscito carente de validez jurídica, según los tribunales españoles, que terminó con la salida del exmandatario del territorio nacional y con un largo proceso judicial para los líderes independentistas que asimismo culminó con condenas de prisión y más tarde con indultos políticos.

Después de aquello, los comicios de este 12-M se dan en medio de las tensiones nacionales por la Ley de Amnistía para los independentistas —que se encuentra en vía de tramitación—, impulsada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez luego de investirse presidente en noviembre de 2023 con los apoyos de los partidos soberanistas vascos y catalanes presentes en el Congreso de los Diputados de Madrid.

Este extremo, siempre candente en la agenda pública española, ha hecho que los líderes de los principales partidos políticos a escala nacional asuman la campaña electoral catalana como una plaza importante donde trasladar sus consignas.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, luego de reincorporarse a la vida pública tras sus días de reflexión por la campaña mediática contra su mujer, volvió a Cataluña para apoyar a su candidato, Salvador Illa, el mejor posicionado en las encuestas para ganar el domingo. El mandatario llegó con un mensaje para superar la “década perdida” subyacente del proceso fallido de independencia.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a la izquierda, habla con el presidente de Cataluña, Pere Aragonés, durante una reunión en Barcelona, España, el jueves 21 de diciembre de 2023. AP – Emilio Morenatti (Archivo)

El líder de la oposición del derechista Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y el de la extrema derecha de Vox, Santiago Abascal, llaman por su parte a votar a sus partidos para “derrocar” al independentismo y a Sánchez, dependiente de los votos de los soberanistas por su minoría legislativa.

Por su parte, Carles Puigdemont, que aspira a volver a presidir el gobierno autonómico, se instaló en el sur de Francia durante la campaña. El candidato de Junts per Catalunya, una formación conservadora catalana, lleva desde finales de 2017 fuera del territorio. Para unos, fugado de la Justicia, para otros, exiliado en Bélgica. En las últimas semanas, la intención de voto de los sondeos lo sitúa en segunda posición.

Su proclama de final de campaña ha sido “derrotar al bloque de hierro”, conformado por las grandes casas políticas con sede en la capital. Puigdemont ha dicho que regresará a España, a pesar de la orden de detención que pesa en su contra y sin tener en cuenta que la amnistía le eximiría de responsabilidad judicial, si tiene opciones de ser investido presidente después de las elecciones.

El expresident y cabeza de lista de JxCat para el 12M, Carles Puigdemont, protagonizó este sábado en Argelers Sur Mer (Francia) un mitin de su partido. EFE – David Borrat

Hasta el final de la campaña, los estudios demoscópicos y sociológicos han afirmado que cerca del 40% de un total de 5,75 millones de catalanes que pueden sufragar están indecisos sobre su voto, según la última encuesta publicada por el Centro de Investigaciones Sociológicas. Cerca del 50% del electorado en Cataluña afirma que ha cambiado sus preferencias políticas en las diferentes elecciones.

¿Qué temas influyen en el voto de los ciudadanos catalanes?

Para la sociedad catalana, las preocupaciones diarias se han reordenado. La sequía y el cambio climático, con grandes afectaciones en la región del nordeste español, ocupan el primer lugar de los problemas para la mayoría de los catalanes, según el barómetro regional del Centro de Estudios de Opinión (CEO). Por detrás, quedan la insatisfacción política y la relación con el Estado español.

La cuestión que genera más consenso en 2024 para los catalanes, de acuerdo con el barómetro, es la necesidad de que haya un plebiscito para definir por ley el futuro de Cataluña, apoyado por cerca del 80% de los cuestionados, independentistas y no. El planteamiento del referendo sigue siendo una de las piedras angulares de la campaña de Pere Aragonès, el presidente saliente, quien ha estado a cargo de las negociaciones con Pedro Sánchez para la amnistía, los indultos a los independentistas y el cese de la vía unilateral.

En estos momentos, el 51% de los encuestados catalanes no quiere que su territorio sea un Estado independiente frente al 42% que todavía aspira a ello, dice el CEO.

Con menos consenso está la Ley de Amnistía, que es vista con buenos ojos por parte del 62% de los catalanes frente al 29% que la desaprueba. Esta podría entrar definitivamente en vigor el 30 de mayo, después de las elecciones catalanas y en plena campaña de los comicios europeos.

Caras conocidas y nuevos aspirantes

Muchas cosas han cambiado desde el ‘procés’ independentista, pero este 12 de mayo hay caras conocidas en las papeletas de votación.

Concretamente, seis de los siete candidatos que obtendrán representación parlamentaria, según los sondeos, aspiran nuevamente al cargo. Ellos son Salvador Illa, del Partido Socialista catalán (PSC); Carles Puigdemont, de Junts (JxC); Pere Aragonès, de Esquerra Republicana (ERC); Jéssica Albiach, de la coalición izquierdista Comuns Sumar; Alejandro Fernández, del Partido Popular (PP); e Ignacio Garriga, de la ultraderecha de Vox.

Una nueva fuerza, la Aliança Catalana, un partido islamófobo de extrema derecha independentista, entrará en la Cámara de la mano de su lideresa Sílvia Orriols. Y de ese mismo Parlamento saldrá, si la demoscopia no falla, Ciutadans, el partido de centroderecha no independentista que llegó a ganar las elecciones en diciembre de 2017 luego del referendo del 1-O, sobre la autodeterminación convocado por el Gobierno de Cataluña.

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