Una estatua donde el ritmo se hace eterno
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En el corazón de Cienfuegos, la “Perla del Sur”, donde el azul del mar se funde con la arquitectura colonial, una figura de bronce levanta su sombrero con picardía. Es Benny Moré, el “Bárbaro del Ritmo”, inmortalizado en una estatua convertida en punto de encuentro, en símbolo de orgullo local y en recordatorio constante de la magia de la música cubana. Este no es solo un monumento; es un eco del espíritu alegre y trascendente del maestro que, aunque ausente, sigue vivo en cada rincón de la ciudad.
La estatua, ubicada en la Calle 37 entre las avenidas 52 y 54, se erige como uno de los componentes culturales de la ciudad. Fue inaugurada en 1999, gracias a la iniciativa de un grupo de admiradores y artistas locales que deseaban honrar al músico. El encargado de plasmar la esencia de Benny en bronce fue el reconocido escultor José Villa Soberón, quien logró capturar no solo su imagen física, sino también la alegría, el dinamismo y la pasión que caracterizaban a Bartolomé Maximiliano Moré.

El proceso de creación de la escultura fue un desafío. Soberón, conocido por su maestría en eel escultor. / Foto: Del autorl trabajo con metal, se propuso crear una figura que transmitiera la energía y el movimiento de Benny en el escenario. Para lograrlo, estudió fotografías, videos y testimonios de personas que conocieron al músico. El resultado fue una obra que, aunque inmóvil, parece vibrar con la música que fluye desde su interior.
No es solo un tributo artístico, sino también un símbolo de identidad para los cienfuegueros. Es un punto de encuentro donde los amantes de la cultura cubana se reúnen para rendirle homenaje. Los transeúntes se detienen a observarla, a tocarla y a tomarse fotografías, como si buscaran conectar con el espíritu del maestro y como muestra de que transitaron por la hermosa ciudad Cienfuegos.

Marta González, residente en el municipio de Rodas comenta: “Para nosotros, los cienfuegueros, la estatua de Benny es mucho más que un monumento”.
Aunque Benny Moré no nació en Cienfuegos, su conexión con la otrora Fernandina de Jagua es innegable. Se dice que visitó la “Perla del Sur” en varias oportunidades, ofreciendo presentaciones memorables que quedaron grabadas en el corazón de quienes tuvieron la dicha de presenciarlas. Su música, alegre y llena de ritmo, encajaba a la perfección con el la esencia festiva de la urbe, dándole vida a través de su identidad visual
El eco de Benny resuena en el presente. En este terruño su música es el latido de la ciudad, y su estatua, un punto de encuentro donde el pasado y el presente se abrazan.
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