Titanes entre calderas
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A la vista de muchos la sede de la División Alastor Cienfuegos, ubicada en la Calle 35 entre las Avenidas 46 y 48, de esta ciudad, permanece totalmente vacía. Sin embargo, la mayor parte del tiempo, sus seis brigadas de trabajadores cumplen, fuera de sus áreas, una labor imprescindible en el funcionamiento de centros vitales para la sociedad y la economía del territorio.
La entidad, perteneciente a la Empresa de Refrigeración y Calderas, “está especializada en los sistemas termoenergéticos. Atendemos las calderas de vapor, los sistemas de calentamiento de agua de hospitales y hoteles, fundamentalmente, y para ello también incursionamos en el empleo de la energía renovable”, refirió el ingeniero Raúl González Fuentes, director de la dependencia centro-sureña.
Durante el recién finalizado año fueron muchos los retos para los profesionales y obreros de Alastor pues “recuperamos la caldera del Pedagógico, en el hogar de ancianos también hicimos una parte de la toma de los niveles de ese equipo. Hubo que levantar completamente la plancha porque estaba podrida y rescatamos esa parte. En el hospital reparamos todos los tirantes de la caldera y la hemos mantenido en operación”, precisó el directivo.
Intenso y desafiante resulta a diario el quehacer para este colectivo cienfueguero. Uno de sus principales retos en el último mes fue la puesta en marcha de la caldera de la Empresa de Productos Lácteos Escambray, del municipio de Cumanayagua. El ingenio de los protagonistas de esa compleja tarea se sobrepuso a la carencia de piezas, insumos y a las más de dos décadas y media de uso de esas máquinas.
Así lo ratifica David Vidal Moya, al frente del área comercial ingeniera, quien asegura que “lo más engorroso que hemos tenido es este tema del lácteo con el colapso de su caldera. Tuvimos que rehacer todo el proyecto de la sala de caldera puesto que el equipamiento es recuperado y no tienen las mismas dimensiones, las mismas características del que estaba puesto. A partir de ahí reacomodamos los sistemas propios en ese espacio y en las calderas que tenemos aquí para insertarlas en el sistema. Ese fue el más importante trabajo de 2024, creo que no sólo por la connotación económica sino desde el punto de vista social”.
La unidad, el liderazgo, el compromiso con su labor y sentido de pertenencia, definen a soldadores, paileros, mecánicos, técnicos e ingeniero de Alastor, muchos de ellos con más de tres décadas en el centro. Ese es el ejemplo de Ogandy López Fleites, jefe de brigada de pailería, quien comenta que “era prácticamente un niño cuando empezó. Esta es mi casa. Yo amo a mi empresa, de lo contrario, no estuviera aquí”. Por otra parte detalla las acciones para la rehabilitación de la caldera del Lácteo. “La soldamos, pusimos la lana, y el forro, en este caso, cubierta para techo”.
Sobre esa particular inventiva hace énfasis Lázaro Ramos Hernández, miembro del consejo de dirección. “Hemos tenido muchas carencias de recursos que no han llegado a la provincia por el déficit de suministros en el país. Nos hemos visto en la situación de tomar la iniciativa, como la insulación que se le hizo a esa caldera, una innovación en la que empleamos las llamadas planchas de zinc, no las originales en específico. Teníamos mucha premura por la necesidad de pasteurizar la leche y el yogurt para los niños”.
Ramos Hernández alega que “empleamos piezas recuperadas para integrarlas a la caldera y otras que teníamos en almacén, útiles para completar el módulo. En muchas ocasiones los recursos viejos tenemos que adaptarlos a tecnologías más novedosas para darle solución a los problemas”.
Joaquín Acea Lazo, tenía solo 20 años cuando ingresó a Alastor. Allí se superó en la realización de diferentes oficios y con 34 años en la entidad, dirige uno de sus grupos. Con orgullo dialoga sobre la importancia de las calderas para la vitalidad de instituciones sanitarias, fábricas y centros escolares que las requieren. “Son fundamentales, con ellas se produce el vapor para cocinar, lavar, esterilizar. También se emplean para la pasteurización. Nosotros desarrollamos un encargo primordial”.
Durante el presente año, según la disponibilidad de recursos, continuarán el programa para la declaración de las “salas de calderas eficientes”. El proyecto contempla “una remodelación a esos sistemas para ahorrar energía. Nosotros logramos ese objetivo en el hospital pediátrico y en el Centro Especializado Ambulatorio”, destacó González Fuentes quien agregó que también dispusieron de recursos para mejorar el equipamiento del hogar de ancianos y del Gustavo Aldereguía Lima.
Los obreros de la División Alastor Cienfuegos son hombres ocultos entre calderas. Cada jornada, bien temprano al amanecer, parten desde la sede de la entidad hacia diversas instituciones donde desarrollan la titánica misión de poner en marcha a esos grandes equipos de vapor que vencen el tiempo y la obsolescencia.
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