Remedios naturales para aliviar las hemorroides

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Dicen los que las sufren, que las hemorroides resultan no solo un padecimiento molesto por sus manifestaciones de picazón, irritación e hinchazón, sino que pueden llegar a un estado muy doloroso y hasta provocar sangrado en la zona anal cuando está en el momento más crítico de la enfermedad.

Tal afección, muy frecuente en las personas adultas, deviene consecuencia de venas dilatadas en el tramo final del canal anal que, incluso, puede prolapsarse al exterior. Sin embargo, para los proctólogos la patología que más se podría beneficiar sin recurrir a métodos quirúrgicos sería las hemorroides si se apela a remedios naturales.

Bálsamos a la mano

En la nómina de las plantas con probada eficacia para el tratamiento de las almorranas, como también se le conoce al trastorno, figura la árnica, debido a sus propiedades antiespasmódicas, astringentes y antiinflamatorias. El uso más común es a través de las aplicaciones externas y directamente sobre la parte afectada.

No tan conocida en el largo catálogo de las plantas medicinales, la bistorta puede ser utilizada ampliamente para la erradicación de las hemorroides. Su nombre científico es Polygonum bistorta y forma parte de la familia Polygonaceae. Su composión de taninos, vitaminas, glucosa, parafina, almidón, oxalato cálcico y colorante rojo surten buen efecto en la molestia de marras.

Gracias a sus cualidades astringentes, la bistorta se aplica como supositorio para las hemorroides.

Esta es una planta natural de las zonas templadas de Norteamérica, Europa y Asia. Crece en prados húmedos y sombríos en las zonas montañosas. Actualmente se considera una sinonimia de Persicaria bistorta al haberse transferido esta especie al género Persicaria.

Su uso terapéutico resulta tan añejo que aparece reseñada ya en la Capitulare de villis vel curtis imperii, una orden emitida por Carlomagno que reclama a sus campos para que cultiven una serie de hierbas y condimentos incluyendo la dragantea. Gracias a sus cualidades astringentes, la bistorta se aplica como supositorio para las hemorroides.

Por su parte la malva, además de poseer una bella flor tiene un largo historial de propiedades medicinales. Los compuestos de vitaminas A, B1, B2 y C, antocianos, mucílagos, malvina, así como malvidina, hacen de la planta un remedio ideal para varias enfermedades, incluyendo su uso para aliviar los malestares de las hemorroides.

Entre todos sus usos curativos se encuentra el tratamiento de la patología que nos ocupa, y es que puede resultar muy aliviadora cuando los síntomas de estas protuberancias en la zona anal son molestas y causan incomodidad.

Las propiedades laxantes de la malva facilitan la expulsión de las heces.

Como se sabe, el principal origen de las almorranas se debe al estreñimiento, una condición que dificulta o imposibilita la expulsión de las heces. Esto provoca que el afectado deba hacer un gran esfuerzo al defecar y que la presión del ano aumente, propiciando así el desarrollo de la la dilatación de las venas en la zona rectal.

Pues bien, ante tal dificultad física la malva contribuye a evacuar mejor, gracias a que tiene propiedades laxantes que facilitan la expulsión de las heces y a su contenido en mucílagos, una fibra soluble que permite regular el tránsito intestinal y conseguir que vuelva a funcionar con normalidad.

Destaca, asimismo, por ser un emoliente y cicatrizante natural excelente; la hierba en cuestión ayuda a sanar más rápidamente cualquier afección cutánea o lesión presente en la piel, incluidas las hemorroides, y permite que la dermis dañada se regenere y recupere de una forma mucho más rápida.

La mejor forma de usarla son lo baños de asiento. Con ello, podrás reducir los principales síntomas del malestar de manera externa, deshaciéndote de la inflamación, los dolores, la picazón y el escozor con muchísimas más rapidez. Para ello, solo tienen que poner a hervir un puñado de flores y hojas secas de malva en un litro de agua.

El jugo natural de la sábila como ungüento es recomendado para aliviar las crisis de hemorroides.

Otra de las estrellas en el catálogo de los remedios naturales es la sábila, también conocida por Aloe vera. Las pencas de la planta están compuestas por ácidos glutámico, aloético, palmítico, aspártico, aceites esenciales de cineol, cariofileno y pineno; minerales como calcio, magnesio, potasio, zinc, fósforo, manganeso y aluminio; además posee aminoácidos como aloína, aloesína, lisina, arginina, glutamina; así como vitamina B1.

Entre sus cualidades medicinales destaca el curar llagas y heridas, inflamaciones del intestino grueso, dolores de cabeza ocasionados por trastornos uterinos o gástricos, infecciones por cándida, sarpullido, arrugas, acné y hasta como bloqueador solar.

Sin lugar a dudas el Aloe vera constituye uno de los productos naturales más utilizados para aliviar las molestias que producen las hemorroides y acelerar su curación. Por supuesto, el milagro de tal efecto está en las propiedades calmantes de este regalo natural que contribuye a aliviar el picor, escozor y a reducir la inflamación. En tanto, las cualidades cicatrizantes de la misma ayudan a cerrar las heridas abiertas y a que sanen de forma más rápida, mientras las reparadoras regeneran los tejidos de la piel dañados u posterior recuperación.

Una forma muy sencilla y rápida de usar la azabara, como también es conocida, para las hemorroides es adquirir un gel comercial y aplicarlo en la zona afectada directamente. Sobre todo, ten en cuenta que sea lo más puro posible, asegurándote de que su fórmula contenga, como mínimo, un 95 por ciento de Aloe vera. Puedes aplicarlo sobre las hemorroides externas antes de irte a dormir para que haga efecto durante toda la noche.

Si dispones de una planta en casa, entonces no será necesario comprar el producto en otro lugar. Solo deberás cortar una hoja de sábila, retirar las espinas de los extremos y lavarla muy bien. Luego, con la ayuda de un cuchillo y cuchara retira un poco de la pulpa que hay en su interior, y aplica el líquido sobre la parte afectada por las hemorroides. Notarás un alivio inmediato y te ayudará a disminuir el sangrado en el caso de que exista.

La lista de plantas medicinales para ese fin es mucho más extensa, incluso el empleo y fe en su poder curativo dependen de la región geográfica de que se trate. Aquí aludimos tal vez a las más populares y conocidas en el ámbito de la medicina natural y tadicional. En la farmacopea existen otros nombres como el naranjo amargo, sauce, saúco, manzanilla y patata, por mencionar algunas.

Empero, en la lista aparecen otras tal vez completamente desconocidas por usted. Por ejemplo, el sitio Clinica Proctologica da cuenta de las siguientes:

GINKGO BILOBA: Es una planta medicinal originaria de China. Está entre los árboles más antiguos que existen. Sus hojas son muy eficaces, entre otras afecciones, en trastornos del flujo sanguíneo, siendo utilizadas en infusión desde hace más de dos mil años, tras dejarlas secar. También se pueden encontrar en el comercio sus extractos en comprimidos o líquido para su consumo. No deben consumirlo las embarazadas o mujeres en periodo de lactancia, niños, pacientes en tratamientos con antiagregantes (aspirina, adiro…) o anticoagulantes (sintrom…), y personas afectas de epilepsia.

HAMMAMELIS: Es un arbusto de hoja caduca con flores amarillas o naranjas, con especies en Norteamérica, China y Japón. El extracto de sus hojas desecadas y ramas, se utiliza frecuentemente en pomadas para el tratamiento de la inflamación de las hemorroides por ser uno de los mejores tónicos o vasoconstrictores venosos, antiinflamatorio tópico y hemostático, existente en la naturaleza.

RUSCO o RUSCUS ACULEATUS: Es también, un pequeño arbusto de flores verdosas o violáceas originario de Europa y Asia. El extracto de su rizoma, raíz y hojas se utiliza en pomadas para el tratamiento de hemorroides por su acción venotónica o vasoconstrictora y antiinflamtoria, mejorando la circulación de las venas inflamadas. No debe administrarse, al igual que el Ginkgo, en embarazadas y mujeres en periodos de lactancia.

AESCULUS HIPPOCASTANUM: Originariamente de los Balcanes, es conocido como Castaño de Indias. Es un árbol de unos 30 metros de altura, de flores blancas, cuyos frutos presentan similitud con las castañas, denominándose “Castañas de Indias” o también “Castaña borde o pilonga”, que no es comestible para el hombre.
Por la riqueza, sobre todo, de su corteza y cotiledones u hojas embrionarias en flavonoides, se utiliza frecuentemente en el tratamiento sintomático de la inflamación de hemorroides y várices. Es pues, un tónico venoso que actúa sobre la viscosidad de la sangre, haciéndola disminuir, lo que va a producir una descongestión de la vena hemorroidal. Se utiliza en pomadas para esa dolencia, con la consiguiente reducción de la inflamación, al tiempo de favorecer la circulación venosa. También, se puede encontrar en tiendas de alimentación hojas para preparar infusiones, y en farmacias, cápsulas conteniendo sus extractos.

Ahora bien, además del empleo de los remedios naturales aquí mecionados para aliviar las hemorroides, los especialistas recomiendan consumir alimentos ricos en fibra, tomar un ablandador de heces o un suplemento de fibra; beber suficientes líquidos todos los días, no hacer mucho esfuerzo durante las deposiciones, ni sentarse en el baño por largos períodos de tiempo.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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