Orégano vs. hongos en los pies

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 26 segundos

El orégano es una de las especies que no debe faltar en la cocina. Su peculiar sabor lo hace imprescindible para confeccionar determinados platos como pizzas, caldos, sopas y en especial, el aderezo de pescados, ya bien en enchilados, asados o en otras variantes culinarias.

Sin embargo, esta planta condimentosa también posee otros encantos, lo que facilita el aporte de importantes beneficios a la salud humana por sus propiedades medicinales y curativas, gracias a los ácidos ursólicos y oleanólicos presentes en ella, además de sus cualidades antioxidantes, antimicrobianas, antiinflamatorias, antiparasitarias, antisépticasy fungicida.

Precisamente, por estas últimas condiciones resulta recomendable para el tratamiento de hongos en los pies y, desde luego, controlar el llamado pie de atleta.

Bálsamo a la mano

Según el sitio web Primera edición, la infección por hongos en los pies o el llamado pie de atleta representa un problema que afecta a muchas personas. Una forma de combatir esta afección es usando orégano (ya sea en hojas o molido) y combinarlo con otros ingredientes.

El artículo publicado al respecto señala que el carvacrol, el mismo que produce el aroma del condimento, puede inhibir el crecimiento de bacterias que se hospedan generalmente entre los dedos de las extremidades inferiores. La micosis o infección por hongos en los pies está provocada en la mayoría de los casos –el 98%- por un organismo llamado dermatofito, que coloniza la piel y se multiplica cuando esta parte del cuerpo está expuesta a ambientes cálidos y húmedos como los de piscinas, vestuarios, saunas o gimnasios.

El pie de atleta o tiña podal puede provocar desde pequeñas molestias hasta síntomas realmente incómodos, aunque no todos aparecen al mismo tiempo. Es más, al principio no hay signos clínicos, sino que se van instalando paulatinamente.

Entre los síntomas más habituales se encuentran el enrojecimiento o sarpullido en la zona interna del pie, picazón, sensación de ardor o escozor; ampollitas que supuran entre los dedos, abultamientos, grietas o descamación entre los dedos o en los lados y enrojecimiento o callosidades en los talones.

Otra de las manifestaciones de tal molestia se puede apreciar con el olor desagradable,  producido casi siempre, por la fermentación y putrefacción en las que intervienen bacterias. Asociado a la misma causa, las uñas suelen debilitarse y decolorarse.

Para combatir con efectividad dicha dolencia basta con disponer de una cazuela o especie de bol con 5 cucharadas de orégano molido o en hojas y agregas un litro de agua. Deja hervir por tres minutos en la cocina, a fuego medio. Transcurrido el tiempo, ponga a reposar el líquido hasta que enfríe.

Posteriormente, cuele el líquido para separarlo de las hojas y viértalo en otro recipiente; más tarde añada una taza de vinagre blanco y remueva con una cuchara hasta que ambos ingredientes se integren.

El modo de  aplicar el remedio es bien sencillo: en un recipiente grande o balde coloque sus pies y vierta el cocimiento hecho. Ponga bicarbonato de sodio (cinco cucharadas) alrededor de sus pies y uñas. Deje que estos reposen en la mezcla, entre 5 y 10 minutos. Luego de este tiempo, déjalos al aire libre por otros 10 minutos. Repite el procedimiento dos veces a la semana para eliminar los hongos y el mal olor de ese soporte vital de tu humanidad.

En otro orden, un trabajo apreciado en el sitio clarin.com recuerda que además de su uso para el cuidado de los pies, el orégano se puede utilizar para producir aceite esencial. Este componente tiene varias funciones entre las que se encuentran masajes, aromaterapia, tratamiento para el cabello, el cuidado de la piel, especialmente en recetas contra el acné e infecciones cutáneas.

La obtención del aceite esencial de la planta se logra luego de lavar las hojas frescas a fin de eliminar suciedad y residuos. A continuación corte finamente las hojas y colocarlas en un frasco de vidrio, cúbralas con aceite de oliva y mézclelas luego.

Otro paso importante consiste en tapar el frasco y dejar la mezcla en un lugar cálido y seco de 2 a 4 semanas. Agitar el recipiente diariamente para que el aceite y las hojas se mezclen bien, Después de 2 a 4 semanas, colar la mixtura de aceite y hojas de orégano. Para esto, se puede utilizar un filtro de café o una gasa. Colocar el aceite en una botella de vidrio oscuro y guardarlo en un lugar fresco y seco. Y ya queda listo para su uso.

Visitas: 266

Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *