No todos son locos que obedecen a sus perros

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La señora Diana Mondino, ex canciller argentina expulsada de su cargo por el ultraderechista presidente Javier Milei, tras la votación en la ONU que condujo a otra sonada derrota de los Estados Unidos, no es para nada de izquierda ni pro socialista, ni progresista. Es economista y militante del Partido La Libertad Avanza (LLA); propietaria del 49.61 por ciento del capital del Banco Roela S.A., con  activos ascendentes a 84 mil 400 millones de pesos argentinos (alrededor de 85 millones de dólares estadounidenses) y  fundado por su padre.

Mondino, como canciller, fue partidaria de  la no integración de Argentina  en los BRICS a partir del  primero de enero de 2024. Fue la que desató una polémica al decir al diario Clarín que en una inspección en la base espacial que China tiene en Neuquén  no pudo establecer que incluyera militares ya que “son chinos y  todos los chinos son iguales”. Es la que ahora, después de su expulsión del cargo, sigue afirmando su confianza en Milei y se despide asegurando: “Sé que tiene ideas firmes y sobre todo, tiene el coraje de mantenerlas” y “solo puedo decir que hay muchísimo trabajo por delante y lo acompañaré en el lugar que sea”.

Sin embargo, su voto en la ONU contra del bloqueo genocida y criminal al que somete el imperialismo norteamericano al pueblo de Cuba desde hace más de seis décadas, es de otro nivel. Con su actitud  dejó claro que en el hermano país austral no todos son locos que obedecen a sus perros, parafraseando el título del libro “El loco Javier Milei: el hombre que obedece a su perro”, de Juan Luis González, joven periodista político e investigador argentino, sobre la derecha en el hermano país, en el que devela los secretos místicos del mesiánico líder libertario.

Aunque muchos están seguros que las decisiones de la Cancillería cuentan con un expediente previo y no son decisión personal de su Canciller, los medios de difusión argentinos y sus hámsters (defensores de la Libertad y del líder libertario) han comentado asombrados ante “tal ignominia”, que la primera reacción de su amado líder Javier Milei fue salir gritando por los pasillos de la Casa Rosada a todos sus funcionarios (y a sus perros): “Y ahora qué carajo pasó? Esto sucedió al conocer  a través de una llamada directa desde la ONU (quizás desde Washington) que no lo veían alineado con Israel y los Estados Unidos, en una votación desastrosa para los norteamericanos.

Pero en Argentina no todos son locos que obedecen a sus perros, ni hámster en una rueda. A pesar del  pedigrí libertario y de oligarca empresarial de Mondino, esta acción demostró que existen funcionarios y militantes dentro de su Partido que no comparten la demencia pro imperialista del anarco capitalista de Milei y ya muchos abandonan el barco, mientras se hunde.

Por su parte, el Loco que todavía habla con Conan (su mastín ingles que falleciera en 2017) a través de una médium y de su hermana telépata buscando asesoría en sus decisiones, el que agradece públicamente a “sus hijitos de cuatro patas”, el que conversa con seres muertos y con “el número UNO” como llama a Dios, que le encargó la misión de ser Presidente según él, decidió expulsar a la Mondino de sus responsabilidades y nombró a Gerardo Werthein: lo que algunos consideran una radicalización más allá de la derecha.

También dejó claro que irá contra “impulsores de agendas enemigas de la libertad”, según el diario Página 12, y anticipó que iniciará una auditoría del personal de la Cancillería. Una especie de macartismo diplomático mediante una cacería a los que piensen distinto a los ideales que caracterizan a las “democracias de Occidente”. Para Milei: “Esta nueva etapa exige que nuestro cuerpo diplomático refleje los valores de la libertad, la soberanía y derechos individuales. En este sentido nuestro país se opone categóricamente a la dictadura cubana”.

Pero baste observar los resultados nefastos de la motosierra que ha conducido a más de 5 millones y 2.8 millones más de argentinos a la pobreza y a la indigencia respectivamente,  en los últimos seis meses,  cómo reprime la policía en Buenos Aires a los ancianos que protestaban en reclamo de sus pensiones, o a los estudiantes que defienden a las  universidades y a los obreros que reclaman contra los despidos.

Las promesas de la oleada anunciada de inversiones no aparecen, ni los nuevos mercados para las exportaciones y que el plan motosierra no es más que neoliberalismo a pulso.

Pero si encima de todo eso se conocen los resultados aplastantes de la votación de la ONU, donde solo votaron en contra Estados Unidos e Israel, cualquier buen entendedor puede deducir nítidamente cual  es el Occidente al que llama a alinearse Milei. El Occidente de los sionistas con su genocidio en la Franja de Gaza y en la Cisjordania ocupada, y al agonizante imperialismo yanqui que los financian y aúpan.

Quizás a esa hora, esa mayoría piense como este autor: “Vaya libertad la que predica el demente libertario”. Y sería mejor decirle: Pelotudo, “! Váyase al carajo!”

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Andrés Martínez Ravelo

Ingeniero civil. Miembro distinguido de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba.

2 Comentarios en “No todos son locos que obedecen a sus perros

  • el 4 noviembre, 2024 a las 9:19 pm
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    Excelente . Como siempre, aprendiendo de sus artículos Profesor. Se le extrañaba. Milei es la ultraderecha en ascenso. Creo que toca a la izquierda latinoamericana revisarse, porque su falta de unidad es caldo de cultivo para que aparezcan estos matones fascistas.

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    • el 19 noviembre, 2024 a las 7:25 am
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      Muchas gracias Baby.
      Creo que si. La derecha en ascenso y la izquierda, perdiendo el rumbo.
      Un abrazo

      Respuesta

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