Mío más tuyo igual nuestro en la sala Guanaroca, de Cienfuegos
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Volvió este fin de semana a la sala Guanaroca la puesta teatral Mío más tuyo igual nuestro, del grupo Guiñol Cienfuegos y bajo la dirección de Cecilio Valdés, un excelente ejemplo del teatro bufo, recreado y traído al mundo infantil.
Los personajes típicos de este ejemplo de teatro aparecen como duendes dentro del escenario y, pretendiendo actuar, entran en un conflicto por la pertenencia de todo cuanto se van encontrando para su actuación. Un texto escrito por el propio Cecilio para ser representado en dos personajes: el primero siempre es El Negrito cubano y el segundo puede variar entre la Mulata o el Gallego.
En el afán de demostrar el derecho y las propiedades sobre los objetos, ellos se inventan historias que se relatan en forma de acontecimientos escénicos y donde la representación juega un importante papel. Así desde esta batalla se van revelando las caracterizaciones de los personajes y nos deja ver al negrito pillo y embaucador, por un lado, y por el otro, a la mulata alegre, simpática y hermosa o al gallego seco, fuerte y romántico.
Esta importante definición desde el manuscrito acentuará rasgos distintivos de los personajes que no solo obliga a los actores a situarse en el contexto, sino que también, agudiza el conflicto y permite la mejor interpretación de los mismos.
La escenografía es un simple cajón de donde van saliendo todos los elementos para moldear la escena y los cuales permiten que esta se vaya transformando según las propias historias contadas. Desde la fantasía de que el cajón puede caer en cualquier sitio fuera de su voluntad, los personajes construyen los muñecos con los elementos que van encontrando por ello un zapato logra ser un perro y un plumero se transforma en una pollito. Esta es la segunda historia, pues la primera se desarrolla en la cocina de una casa.
Se trata de una puesta ágil, dinámica, simpática y divertida, con bien logrados cambios de ritmos, que va conduciendo con gracia y frescura a los infantes por la trama de los acontecimientos y desde el propio juego escénico los introduce en el camino del análisis y las reflexiones, donde resaltan y se fijan valores.
Se habla de la amistad, de la honradez y se arremete contra el engaño o la estafa; se defiende la armonía como necesidad y rectora de la comunicación humana. Aquí los personajes juegan, cantan, bailan y viven al compás de unos acontecimientos que progresa y permiten el desarrollo de la puesta.
Los personajes se expresan con diálogos sencillos, claros y directos, lo cual permite la fácil comprensión de todo cuanto dicen y revelan sus intenciones en cada momento.
Es una historia despejada, cristalina para los niveles de análisis de los más pequeños, que les facilita seguir el hilo de los acontecimientos. Textos cortos que definen el ritmo de las escenas y la capacidad interpretativa de los actores. Actores que se mueven en la economía de los recursos expresivos sin sobrecargar sus desempeños, lo que genera una caracterización más detallada de los personajes.
La representación es una secuencia de sucesos que por encima de contar una historia, es un texto abierto que da participación a los públicos, los define como protagonistas y los mezcla en un juego de pensamientos y conclusiones. Es una fotografía de un trozo de la historia del teatro cubano, un referente de la forma de hacer y de expresar del mismo sin contar, solo actuando y reviviendo prototipos y formas de expresarse desde las caracterizaciones. Es todo un juego escénico defendido por los actores con profesionalidad y entrega.
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