Lazos escultóricos entre Uruguay y Cuba
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Quiso el destino que un nombre, por más seña el del escultor Ángelo Zanelli, estuviera ligado a la historia de Cuba y del Uruguay. El hecho un poco fortuito se da cuando el artista italiano, nacido en San Felice del Benaco en 1879, tuvo a su cargo tres esculturas monumentales para el Capitolio de La Habana, en 1929. Seis años antes había realizado la impresionante estatua ecuestre en honor al General José Gervasio Artigas, ubicada en la Plaza de la Independencia, en Montevideo.
La colosal estatua de la República se encuentra en la actual sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular, de Cuba. Con 17, 54 metros de altura, y 30 toneladas de peso, está considerada la mayor de su tipo bajo techo en América Latina y la tercera en el mundo, solo superada por el Buda de Oro de Nava, Japón, y por la de Abraham Lincoln, en Washington, Estados Unidos.

Reseñan los historiadores que la majestuosa obra escultórica muestra a una gallarda mujer ataviada con una túnica y un gorro frigio, y armada de una lanza en su mano derecha mientras que en la izquierda mantiene un escudo que se apoya en el suelo. Para esta pieza principal, Zanelli debía servirse de mujeres típicas del país y recordar a Palas Atenea, diosa griega de la sabiduría.
Cuentan que el artista italiano encontró su fuente de inspiración en el rostro de facciones bien definidas de Elena de Cárdenas, esposa de su amigo y coterráneo Stefano Calcavecchia, y posteriormente completaría la figura con el cuerpo de Lily Valty, mestiza criolla de mediana edad, senos prominentes y abundantes caderas.
La estatua de la República fue realizada en Roma, fundida en bronce, y trasladada a Cuba en tres piezas. La misma descansa sobre un pedestal de mármol de 2,50 metros sobre el piso. El conjunto monumental queda ubicado en el magnífico Salón de los Pasos Perdidos, justo debajo de la cúpula del Capitolio habanero
La figura fue restaurada por especialistas rusos, quienes vistieron la escultura con láminas de oro de 24 kilates. Quedó reinaugurada el 24 de julio de 2019. El proceso de intervención constructivo del edificio en general concluyó meses después y allí, el 16 de noviembre de ese año, se presentó la gala especial en ocasión de los festejos por el aniversario 500 de La Habana.

Empero, la obra creativa de Ángelo Zanelli no solo se ciñó a la ejecución de la impresionante estatua que simboliza a la nación cubana, su huella imperecedera también está presente en los dos grupos escultóricos que custodian la hermosa escalinata de granito de 55 peldaños. Ambas esculturas fueron fundidas en bronce y se elevan a una altura de 6,50 metros cada una. Una de ellas representa el Trabajo y la otra la Virtud.
Sin dudas, uno de los sitios más visitados por nativos y extranjeros en la capital de la República Oriental del Uruguay es la Plaza de la Independencia, en el límite entre la nueva y la vieja ciudad de Montevideo. En este emblemático y hermoso entorno citadino queda ubicado, en el mismo centro del emplazamiento, el monumento al prócer de la independencia del país sudamericano, el general José Gervasio Artigas.
La impresionante escultura ecuestre integra el conjunto monumental y fue inaugurada el 28 de febrero de 1923, y en su subsuelo se ubica el creado en 1974. En ese nicho donde los restos del héroe independista, un lugar reverenciado por todo el que visita esta reliquia de la historia uruguaya.
El monumento consta de un zócalo escalonado con un basamento de granito pulido de color gris, rodeado por un friso de bronce de casi dos metros de alto que representa al pueblo en el Éxodo Oriental y que simbólicamente sostiene en lo alto la figura ecuestre de Artigas, vestido con un poncho, sosteniendo las riendas de su caballo, con la mano izquierda y las Instrucciones del Año XIII, con la mano derecha.
Luego de varios concursos y un tiempo prolongado de espera, fue precisamente el escultor italiano Ángelo Zalline el encargado de ejecutar la obra de homenaje a Artigas. La estatua está hecha en bronce, fue fundida en Italia y trasladada a Uruguay donde se ensambló. Entre el basamento y la escultura alcanzan los 17 metros de altura.
De acuerdo con los relatos de prensa, asistieron al acto inaugural más de 100 mil personas a la que siguió una alocución a cargo del Ministro de Obras Públicas, Santiago Calcagno y de Zorrilla de San Martín.
Según manifestaciones del periódico La Tribuna Popular, de esta manera, el país pagaba ese día “una vieja deuda”. El comentario refería a los más de 40 años transcurridos entre la aprobación de una ley destinando una suma de dinero para instaurar un monumento en homenaje a Artigas y su efectiva concreción.
Como dato curioso destaca que desde tiempos inmemoriales el objeto de arte más común en el espacio público ha sido la estatua ecuestre, la forma de un hombre sobre un caballo. Tal imagen conmemoraba, simbólicamente, las batallas o guerras ganadas.
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