Irán Millán Cuétara: otro Héroe del Trabajo de la República de Cuba de Cienfuegos

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Vive seducido por Cienfuegos, un enclave con el que dice sentirse comprometido; el mismo que lo arropa, por el que “sufre” y que disfruta enormemente.

Desde su condición de “guardián de la ciudad”, como lo definió un colega, ha puesto todo su empeño para que sigamos disfrutando de una urbe moderna, limpia y con evidentes muestras de ser una Perla patrimonial, ubicada al centro sur de Cuba.

Baste decir Irán Millán Cuétara y estaremos hablando de entrega, consagración y también modestia; de una amplia hoja de servicios en la que se inscriben numerosos reconocimientos y premios. A esa trayectoria se une la reciente elección como Héroe del Trabajo de la República de Cuba.

¿Cómo recibió dicha designación?

“Esta es una noticia que no esperaba, me sorprendió, y aunque ya había escalado por los diferentes niveles que se exigen para llegar a una evaluación como esta, nunca pensé llegar ahí”, dice, y recuerda momentos anteriores durante los cuales, en El Laguito, La Habana, ha sido condecorado y tenido la posibilidad de compartir con otros Héroes del Trabajo. “Los veía con un historial tan grande, tan importante, que me cuestionaba mi presencia allí, y hasta lo veía como algo inalcanzable para mí”.

Confiesa llevar muchos años de trabajo y alcanzar el título honorífico, no estaba entre su plan de trabajo, ni en sus objetivos a lograr.“Todo eso lo da el trabajo, el respeto, la constancia y la seriedad con que con uno hace su labor.

“He tenido la suerte de que hayan permitido desarrollarme en mi trabajo, sin salir de él, y eso lo agradezco a las autoridades, las entidades, los amigos, los jefes que he tendido y a mis compañeros”, e insiste en que no deje de mencionar a su equipo, jóvenes y experimentados, sin los cuales no habría podido llegar a donde lo ha hecho.

LO MIO ES EL PATRIMONIO

“Siempre tuve claro a dónde quería llegar”, asegura. “Desde el año 1977, en que comencé, hasta nuestros días, supe que lo mío sería el Patrimonio; es decir, la preservación de esta ciudad maravillosa y mi compromiso con Cienfuegos, que es nuestra Patria chica por encima de cualquier otro interés”, enfatiza, y se remonta a los años de período especial cuando no pocos compañeros suyos decidieron andar otros caminos en busca de mayores ingresos.

“Vinieron varias ofertas de trabajo y aunque el salario no era elevado, me sentía tan realizado porque creía y creo en lo que hago y esa debe ser divisa de un profesional, un cuadro, de un trabajador cualquiera, que creas en lo que estás haciendo, porque esa es la mayor felicidad del mundo.

“Mi esposa me dice que yo no disfruto la ciudad, sino que la sufro; y esa es mi forma de disfrutarla: cuidándola, velándola y luchando contra aquellos que tienden a perturbar esta imagen que percibimos los 177 mil ciudadanos que la habitamos, pero también los visitantes y amigos que vienen de otros lugares.

“He tenido la divisa de disfrutar de lo que tengo y de luchar por empeños mayores, siempre con los pies en la tierra, lo cual me ha fortalecido y me ha permitidomantener el aliento para continuar”, precisa este cienfueguero de corazón, para quien la familia es imprescindible.

“Mi familia me ha propiciado todo lo que necesito para poder trabajar, desarrollarme; se han sacrificado mucho y me han apoyado en todo momento. Está mi esposa (con quien comparte una relación de 50 años), mi hijo, mi nieta y mi suegra, que es maravillosa y me ha ayudado y malcriado como a uno de sus hijos”, refiere, y muestra satisfacción por el respeto que ha sabido ganarse de ellos y de quienes lo acompañan en la salvaguarda de los valores patrimoniales de la bien llamada Perla del Sur.

“Toda la vida he sido de pecho abierto, y todo el mundo sabe que mi único compromiso es con la ciudad, que es mi pequeña Revolución, mi pequeña Patria”.

AGRADECIDO A LA REVOLUCION  

“Yo soy un eterno agradecido a la Revolución”, confirma el director de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos, y no deja para luego las razones de tal afirmación. “Mi familia era muy humilde; éramos cinco hermanos y mi papá se desempeñaba como albañil. Vivíamos con una austeridad tremenda, pero siempre nos enseñaron los valores, la seriedad, la responsabilidad, la aplicación y el cumplir.

“Llegó la Revolución y me abrió las puertas; por tanto, lo menos que podía hacer era entregarme en cuerpo y alma, estudiar, superarme y cumplir con mi deber. Pude formarme como arquitecto y contribuir también a la formación de los primeros profesionales. Desde entonces he trabajado en función del urbanismo, del patrimonio”.

¿Si tuviera que delinear una definición suya, cuál sería?

Soy un servidor público, encargado de hacer política cultural, y hay que hacerla bien para que tribute a una política mayor que es la que hacen las autoridades; eso me hace sentir contento. Exijo mucho, me gusta que las personas que están al lado mío sean igual o mejor que yo y eso me mantiene en permanente vigilia; creo que es el mejor legado que le puedo dejar a mis compañeros porque, en algún momento, tendré que jubilarme (ya atesora casi 72 años).

“Tengo el relevo asegurado, está debidamente preparado, así que no habrá ningún tipo de ruptura, aunque los momentos y edades son diferentes”.

Larga es la hoja de servicios de Irán Millán Cuétara, quien en muy poco tiempo, recibirá en su pecho la estrella que lo identifica como Héroe del Trabajo de la República de Cuba.

¿Cómo lo percibe?

“Este premio es el resultado de muchos años de labor y un tremendo compromiso; te obliga a ser mejor de lo que has sido hasta ahora y reflexionar acerca de dónde estoy y a dónde debo llegar.Estoy muy contento y lo voy a disfrutar, porque estar nuevamente en la Plaza de la Revolución José Martí, participando del Primero de Mayo, es como estar en un altar de la Patria”.

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Tay Beatriz Toscano Jerez

Periodista.

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