Hierbabuena, de la culinaria a la farmacopea y la perfumería
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Cuentan que el destacado escritor estadounidense Ernest Hemingway era fanático del mojito cubano. Es más, los entendidos agregan que el Premio Nobel de Literatura 1954 popularizó el trago tras sus habituales visitas a la Bodeguita del Medio —en La Habana— establecimiento que a la sazón ya era famoso por la elaboración de la refrescante y caribeña bebida.
El toque mágico al mojito, según barmans reconocidos, lo da la hierbabuena, una yerba de la familia de las mentas, que algunos le atribuían el encanta que tanto fascinaba al autor de las novelas El viejo y el Mar y Por quién doblan las campanas, además del ron añejo, por supuesto.
Más que sabor y olor
Desde que el hombre es hombre, como quien dice, a lo largo de la historia de la humanidad han existido remedios tradicionales para combatir diferentes enfermedades, malestares y trastornos del cuerpo. Esa fuente inagotable de recursos naturales muchas veces está frente a nuestros ojos sin saberlos apreciar en su justa medida.
Entre ese acervo existe una hierba aromática que nos puede ayudar a paliar un estado que, producto de la agitación diaria y tensiones laborales y de otra índole, provoca el estrés. Se trata de la hiebabuena, cuyas propiedades medicinales también sirven para prevenir la congestión.
La Mentha spicata, por su nombre científico, se utiliza en gastronomía para condimentar recetas, así como con fines medicinales y terapéuticos debido a sus propiedades saludables. Es originaria de Europa pero se encuentra distribuida en muchos países del mundo. Sus compuestos naturales la hacen útil para diversos fines en el mundo de la farmacopea. Para lograr su cultivo es importante señalar que se adapta fácilmente, por lo que se puede incluso sembrar en casa, alcanzando hasta los 30 centímetros de altura, con flores de colores blanco, lila o rosa.
En un trabajo publicado en el sitio digital as.com se comenta que el secreto de esta hierba está en sus hojas, las cuales se utilizan en perfumería, y también para consumir directamente en un té, en infusiones y otras bebidas. Posee un olor inconfundible, y puede también emplearse en esencias y dulces. Y lo más importante, es rica en fibra, magnesio, hierro, folatos y vitamina A, y presenta efectos antiinflamatorios, analgésicos y antisépticos.
En otra parte del texto se precisa que la hierbabuena ayuda al buen funcionamiento de la vista, a mantener sanos los pulmones, un sistema inmune saludable, y también colabora en la formación de glóbulos rojos.
Y si todo esto fuera poco, el artículo agrega que, además, sirve para aliviar dolores de cabeza o musculares, favorece el tránsito intestinal, descongestiona las vías respiratorias, y ayuda a combatir el estrés y la ansiedad.
Para elaborar una infusión de hierbabuena solo tienes que lavar unas seis hojas frescas, colócalas en una tetera o en una taza grande, vierta agua caliente (no hirviendo) sobre las hojas y deja reposar durante unos 5 minutos. Luego cuele y agregue azúcar o miel al gusto.
Ah, y a propósito del Mojito cubano, ahí le dejo la receta perfecta para elaborar uno de esos famosos tragos:
-50 ml de ron añejo
-jugo de medio limón
-2 cucharadas de azúcar morena
-30 ml de champán o en su defecto agua mineral efervescente
-5 ó 6 hojas frescas de hierbabuena
-algunos cubitos de hielo o éste picado, ingrediente indispensable
La forma de prepararse es bien sencillo. Coloca en un vaso la yerba y el edulcorante y machaca ambos componentes. Llena el recipiente del hielo. A continuación vierta el ron, jugo de limón y el champán. Revuelve los ingredientes, pero con cuidado de no eliminar demasiado las burbujas. Finalmente decore con una rodaja de limón y algunas hojas de hierbabuena.
Y ya está: ¡ A brindar por su salud!
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