Guerra a la artritis con el palo azul

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En un viejo adagio popular reza que los años no pasan por gusto. Entre los efectos del calendario, el cuerpo humano se resiente con el tiempo, al cabo del cual comienzan a aparecer los achaques de la edad. Tal vez uno de los síntomas más frecuentes de las consecuencias de vivir más sea la artritis, cuyas principales manifestaciones son dolor y rigidez de las articulaciones, el enrojecimiento, la disminución del movimiento, hinchazón y dolor.

Por lo general, para el tratamiento de tal padecimiento los especialistas recomiendan consumir productos ricos en Omega 3, otros se inclinan más por una alimentación balanceada, ejercicios físicos, el uso de fármacos para aliviar las molestias y no faltan los que aconsejan una cirugía cuando los medicamentos no son efectivos. No obstante, existen plantas medicinales que ayudan considerablemente a mejorar la artritis, entre ellas el palo azul.

Prodigio a la mano

De acuerdo con la bibliografía consultada, el Eysenhardtia polystachya, nombre científico del también conocido popularmente por palo azul, palo dulce, vara dulce y cuate es originaria de norteamérica, específicamente de México y del sur de Estados Unidos.

Algunos estudios científicos indican que la planta en cuestión podría ayudar a mejorar la artritis gracias a su acción antiinflamatoria y analgésica, y se cree que esto es debido a su contenido de flavonoides y otros compuestos, los cuales ayudan a reducir la degradación de los cartílagos y a disminuir los niveles de citoquinas y la infiltración de leucocitos en la zona de las articulaciones.

Si bien, el palo azul ayuda a mejorar la artritis, las propiedades medicinales presentes en él también evitan la formación de cálculos renales. Algunas investigaciones la sugieren, además, como medida preventiva en personas que presentan antecedentes de dicha afección. Asímismo, al poseer efectos diuréticos, favorece la rápida expulsión de los cálculos renales.

La explicación de tales conclusiones está en el hecho de que la vara dulce contiene isoflavonas que actúan como inhibidores en la formación y crecimiento de cristales de oxalato y fosfato de calcio, por lo que algunos estudios sugieren que podría ser utilizado como medicina preventiva en personas que presentan antecedentes de piedras en los riñones.

Otro de los beneficios de este prodigio de la naturaleza es que gracias a su alto contenido de polifenoles estos ayudan a regular el azúcar en la sangre y a controlar los niveles de insulina. En otro orden, experimentos dan cuenta de que los antioxidantes que contienen evitan la formación de los compuestos llamados AGEs, es decir, productos finales de glicación avanzada, los cuales se relacionan con el aumento de padecer complicaciones en las personas diabéticas.

En tanto, no pocos científicos dedicados a estas investigaciones apuestan por el contenido de antioxidantes presentes en el palo azul, los mismos que podrían disminuir el estrés oxidativo y, a su vez, el daño causado por los radicales libres a las células, previendo así el envejecimiento prematuro de la piel y el surgimiento de enfermedades crónicas. No obstante, aún son necesarios más estudios que corroboren este beneficio.

Entre dosis y consumo

Según el portal web Tua Saúde, citado por el sitio digital semana.com, existen dos forma de ingerir el palo azul, una de ella es el té o por medio de su macerado.

Si se inclina por la primera opción disponga de tres cucharaditas de palo azul, agua (250 ml), limón y miel de abeja, estos últimos al gusto. Debe colocar a hervir el agua y cuando esté en su punto de ebullición, agregue las tres cucharadas de palo azul y luego dejarla reposar por unos minutos. Un vez que la bebida esté tibia, debe colarla y adicionar el resto de los ingredientes. Expertos aconsejan consumir al día entre tres y cuatro tazas.

En el caso de que prefieras macerarlo, el procedimiento es bien sencillo. Para ello utilice trozos de tallos o ramas con hojas de palo dulce, agua, limón y miel. Ahora bien, aunque los ingredientes son similares la diferencia está en que no se requiere de cocción.

El macerado se logra luego de depositar las partes sólidas de la planta en un litro de agua fría y dejarla reposar toda la noche. Al día siguiente es aconsejable colar el preparado, adicionar el cítrico y la miel y luego beber de tres a cuatro tazas por día.

En el caso de los mercados mexicanos, este palo se puede conseguir con cierta facilidad. No obstante, en otras partes del mundo los trámites de compra se pueden gestionar a través de la tienda internacional Amazon o en algunos supermercados, droguerías y farmacias, donde se suele ofertar en pequeñas bolsas con corteza de cuate.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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