Chile continúa luchando para apagar los incendios que azotan las regiones de Valparaíso y O’Higgins, en el centro del país, desde el viernes 2 de febrero.
Aunque se reportó que está bajando la intensidad de los fuegos, para el martes 6 de febrero el número asciende a 131, una cifra que, según las autoridades, aumentará, ya que cientos de personas siguen desaparecidas.
La ola de calor derivada del fenómeno meteorológico El Niño agrava los incendios. Después de Chile y Colombia, la ola de calor amenaza en los próximos días a Argentina, Paraguay y Brasil.
El panorama es triste, hay más de 120 muertos confirmados, pero las autoridades locales informan de unos 300 desaparecidos. Todo es una lucha contra el tiempo si bien este no es el único lugar siniestrado porque otros 165 incendios azotan a 10 regiones más del país.
No por fuerte, el golpe era inesperado y así lo advirtieron hace meses varios expertos. El año pasado hubo lluvias tardías que hicieron crecer la maleza por encima de los dos metros y cuando retornó la habitual sequía ese material quedó allí, como combustible ideal para cualquier chispa.
Si en algo están de acuerdo los expertos, es que casi la totalidad de incendios forestales tienen como denominador común la mano del hombre, sea por ignorancia, accidente, distracción o maldad.
Es decir que no sólo somos los responsables del cambio climático por el modelo insensato de producción y consumo que practicamos, sino que en última instancia provocamos, detonamos los desastres que tan caro pagan nuestros semejantes. Somos la única especie en la naturaleza que voluntariamente destruimos la casa común, el planeta.
Repasamos algunas de las imágenes de los últimos días.