Amigos que cuidan tu visión

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La vista es de los sentidos más preciados por el ser humano. Gracias a los ojos podemos disfrutar de las maravillas del mundo que nos rodea. Sin embargo, ese órgano resulta de una delicadeza extrema, por lo que puede dañarse con relativa facilidad.

Estudios realizados en los últimos años han demostrado que las plantasmedicinales tienen efectos terapéuticos benéficos en múltiples patologías, incluyendo las oftalmológicas. De ahí que tanto estudios como la práctica ancestral de etnias y pueblos, atesoren un inmenso caudal de experiencia.

ALIADOS DE TUS OJOS

Existe una amplia gama de especies vegetales empleadas en las afecciones oculares. Varias de ellas se emplean porque sus propiedadesactúan en la actividad antiséptica, antifúngica, reepitelizante, cicatrizante y antiinflamatoria, amén de reportar otros favores a la visión.

Entre los remedios más populares para el tratamiento de los ojos está el aceite de onagra, rico en ácido gamma-linolénico (GLA), de la familia Omega 6, responsable de sus beneficios sobre salud de las mucosas, que puede ayudar a reducir las molestias provocadas por la sequedad. Se recomienda tomar de cuatro a seis perlas de 500 mg al día.

Por su parte, con las semillas del hinojo, Foeniculum vulgare por su nombre científico, puedes realizar lavados para aliviar el enrojecimiento. Entre sus cualidades destacan las de ser calmante y antiinflamatoria de las mucosas. Se prepara en decocción (una cuchara de postre de semillas, por medio vaso de agua mineral), y aplicar en unas gasas esterilizadas y empapadas con el cocimiento tibio.

En los frutos de arándano, en tanto, abundan flavonoides antocianinas con función antioxidante que ayuda a reparar las células nerviosas de la retina. Existen complementos de la planta con luteína, que está formulado específicamente para mantener una salud visual óptima.

Luteína es una sustancia natural presente en varios vegetales con efectos antioxidantes contra los radicales libres sobre los ojos, como la luz ultravioleta. Investigaciones han demostrado una gran protección ante la degeneración macular. Las flores del clavelón son una fuente de este componente.

Otro de los remedios con probada efectividad es la Ruta graveolens, popularmente conocida por ruda. Según consejos de abuelos es un bálsamo para tratar la vista cansada, los ojos rojos o la conjuntivitis, además de contribuir a irrigar los pequeños vasos circulatorios. Se utilizan sus flores y hojas en decocción para baños de esa parte del cuerpo (una cuchara de postre por medio vaso de agua mineral).

En el caso de la hamamelis, las hojas tienen virtudes circulatorias muy interesantes para descongestionar los ojos cansados. Poseen, además, efectos sedantes, antioxidantes y astringentes. Prepararlo en decocción (una cucharada de postre de follaje por medio vaso de agua mineral), y se aplica en gasas esterilizadas sobre los ojos cerrados.

Si padeces de glaucoma no dudes en apelar almirtilo (Vaccinium myrtillus). Sus frutos son ricos en flavonoides, unas moléculas naturales que protegen y refuerzan las paredes de los vasos sanguíneos, y la integridad del tejido conjuntivo de la vista. Se puede consumir un puñado al día, o utilizarlo como suplemento diario de 90 a 180 mg.

La eufrasia (Euphrasia officinalis) es sin duda, la planta más conocida para la salud de los ojos. Se puede emplear en numerosos trastornos como la conjuntivitis o la blefaritis. Entre sus virtudes destacan las de ser antiinflamatorias, astringentes y calmantes. Se recomienda en infusión para realizar lavados oculares de una a dos veces al día.

Para que vea, una hortaliza que puedes tener siempre a mano es la zanahoria. Lo que quizá no sepas es el efecto reparadorque posee, gracias a la riqueza en carotenos. Te recomendamos preparar un remedio tradicional picando una o dos unidades junto con un trozo de apio y agua hasta obtener una pasta. Se empapa una gasa o algodón con esta mezcla y luego la aplicas sobre los párpados y el contorno de los ojos.

Una práctica que se ha extendido en los últimos años en el mundo consiste en poner en las membranas ocularesrodajas de pepino bien lavados por unos diez minutos. Cuentan los asiduos a ese tratamiento que tras su aplicación sienten rejuvenecida la visión.

Por último, de la farmacopea popular nos llega aquello de que el saúco resulta indicado para contrarrestar conjuntivitis alérgicas. Para tal padecimiento recomiendan las flores en infusión tibia, la que además, constituye un buen alivio para la vista cansada.

Por supuesto, en los tiempos que corren resulta muy común la fatiga visual y otros daños colaterales a consecuencia de las tantas horas que pasamos frente al ordenador o los teléfonos móviles. La intensa luz permanente de las pantallas está asociada a esos males. Para evitar el daño, debemos ser mesurados en el uso de tales imprescindibles artilugios de la era moderna.

Como dato curioso solo agregar que las plantas siempre han sido parte integral de la práctica de la medicina; la palabra droga proviene de drogge, del antiguo idioma holandés, y quiere decir “secar”, ya que los antiguos farmacéuticos, médicos y curanderos dejaban deshidratar al sol las yerbas para usarlas como fármacos.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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