Vigilia por la vida en Pediátrico de Cienfuegos
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El Hospital Pediátrico Universitario (HPU) “Paquito González Cueto” de Cienfuegos, llega a la madurez: 56 años de brega en pos de la salud y la vida de los niños, le otorgan una distinción natural, que avala el respeto y la confianza que le tiene la familia a su colectivo, cumplidos este 12 de mayo. Sobre el trabajo allí, 5 de Septiembre conversa con su directora, la Dra. Lairí García Ríos, especialista en Medicina General Integral, y graduada de la Escuela Nacional de Salud en Administración y organización:
“Asumir la dirección de esta institución ha resultado un gran reto, pero el contar con la calidad humana y profesional de su colectivo es una fortaleza que conmina y apoya. Son tiempos difíciles, de carencias y epidemia, pero arribamos al aniversario 56 sin que tengamos que lamentar un evento institucional de Covid-19, o el fallecimiento de un niño, y esos son los logros que ostentamos: vida y bioseguridad.
“Estamos sometidos a un ordenamiento en los servicios del HPU, tanto en la asistencia y hospitalización, como en las consultas externas. Al frente de esta tarea contamos con un equipo de mucha experiencia, y esa es una de nuestras mayores fortalezas. Y también cuenta el compromiso de nuestra gente, humana y entregada a la asistencia al niño. Hoy exhibimos indicadores de calidad que demuestran la entrega al trabajo”.
Dra. ¿Qué mensaje le transmitiría a la familia cienfueguera con niños en su composición, en estos tiempos de epidemia?”.
“A las familias les diría que el cuidado y la protección a los niños es ahora, más que nunca, primordial; y les instaría a tomar conciencia sobre el nuevo estilo de vida, evitar el contacto de pequeños con familiares expuestos, las fiestas y celebraciones, a apreciar y cumplir el aislamiento sanitario. A prepararse para el nacimiento de un bebé y no permitir que esté expuesto o sacarlo de casa sin motivos. Debemos proteger a todos quienes estén en edades pediátricas por las consecuencias y secuelas que deja la Covid-19”.
HOSPITAL ADENTRO
La licenciada en Enfermería Tatiana Pérez Torriente, también máster, es la jefa del Departamento de Enfermería del HPU. Impecable en su vestimenta, quien lleva su cofia con orgullo, nos cuenta sobre el trabajo allí en el “Paquito González Cueto”, con su tropa de más de 180 enfermeros.
“La calidad es uno de nuestros estandartes, y le siguen el humanismo y la solidaridad, porque nuestra gente presta servicio en otras instituciones de la provincia, donde se atienden a positivos y sospechosos del SARS-CoV-2 en el país y también fuera de Cuba.
“Desde el inicio mismo de la epidemia se capacitaron todos los recursos humanos, porque era preciso cuidar y cuidarnos para asumir la asistencia. Dividimos nuestro Cuerpo de Guardia; esa fue la primera medida adoptada acá para evitar el entrecruzamiento entre los pacientes; aprovechar al máximo los recursos, que escasean en tiempos difíciles. Las medidas son extremas: restricciones en la movilidad de familiares y acompañantes dentro de la institución, de la visita, y con flujos de trabajo muy estrictos, tanto para el personal del centro como para quienes permanecen acompañando a los niños”.
LA TERAPIA
El Dr. Ariel Uriarte Méndez, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, es especialista en cuidados intensivos y pediatría. Tiene en sus manos la vida, propiamente expresado, de quienes llegan a la institución en estado de gravedad. Para ello cuenta con diez médicos y 40 enfermeros, y se desempeña también como unidad docente, donde se forma el futuro.
“La Terapia Intensiva tiene características sui generis; allí permanecen los pacientes complejos, quienes tienen riesgo dedesarrollar enfermedades más graves; con una gran ‘carga’ de sensibilidad y hasta administrativa, porque cuando hay un niño grave, todo el sistema de Salud se pone en función de eso: Lo anteriormente expuesto repercute sobre los médicos, y ello ejerce una presión sobre el equipo.
“Las enfermedades, aunque se haga lo correcto, no siempre evolucionan bien; por eso en la relación con la familia a la hora de informar el estado del paciente resulta un momento muy difícil. Pero la vida es lo primero para este equipo de la Terapia, porque nada como comunicar a los padres y familiares que el niño se recupera”, abunda el Dr. Ariel Uriarte, y un brillo especial asoma a sus claros ojos de médico experimentado y comprometido.
Y así arriba el colectivo del “Paquito González Cueto” a su aniversario 56, en vigilia permanente por la vida de los pequeños.
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Buenos Días, Magalys el colectivo de la UCI pediátrica, son ÚNICOS y muy Humanos, excelentes médicos y enfermeros y como personas que decirles….. el Dr. Ariel y el Dr. Ewind uffff no hay palabras para describirles, gracias a su esfuerzo y dedicación hoy disfrutamos de las travesuras de un niño de solo 2 años y medio que estuvo entre la vida y la muerte, fueron días, noches interminables. Son dignos HEROES de batas blancas y tallas de muñequitos porque como dice su artículo…el tener que decirles a los familiares que hay mejoría es una gratificación, pero informarles QUE AHORA MISMO ES EL LACTANTE MÁS GRAVES QUE TENEMOS, eso Magalys es muy fuerte. Se que muchos han pasado por esta situación, pero al menos mi familia y en lo personal YO le doy GRACIAS por todo lo que hicieron, por los desvelos hasta dar con la enfermedad real que no dejaba apesar de los cambios de medicamentos que mejorara su estado de salud. No tube la BENDICIÓN de ser MADRE pero soy MADRINA de ese Bebé de 10 meses que ellos le salvaron la vida para HOY poder escuchar de su boca decirme MALLINA, en su lenguaje aún sin definir. GRACIAS MIL GRACIAS. Cuidemonos y cuidemos la familia para ayudar a que nuestros médicos regresen a sus hogares, ellos tambien lo merecen.
Una felicitación para el colectivo de la UCI pediátrica, son excelentes como médicos y como personas, gracias por su esfuerzo y dedicación. Dios les bendiga más.