Una visita al Cuerpo de guardia del Hospital y un paseo por la Feria de La Calzada

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Tras siete noches sin dormir, confinado al sofá ante una expectoración y una tos indetenibles, el domingo 16 de marzo, a la 1 y 35 de la tarde, acudí, junto a mi esposa, al Cuerpo de guardia del Hospital Provincial Dr. Gustavo Aldereguía Lima.

Con el joven, educado, servicial y resolutivo médico que me trató, conocimos que se trataba de una bronquitis. Tras auscultarme, indicó de inmediato una radiografía, la cual me realizaron en cuestión de minutos. El galeno orientó azitromicina por seis días. Correcto tratamiento que dio rápidos resultados.

Al facultativo solo le di las gracias por su amabilidad y un hasta luego; no tuve que invocar mi profesión; nadie debió “resolverme” la placa, la cual pasa automáticamente vía digital a un moderno monitor en la consulta del médico. Salí de vuelta a casa a la 1 y 55. Solo veinte minutos.

La experiencia confirma que nuestro sistema de Salud sí funciona, pese a las múltiples carencias ocasionadas por la incidencia infausta del bloqueo en cada aspecto de la vida del cubano. Demuestra que siempre hay magníficos profesionales prestos a cumplir con su Juramento hipocrático.

Desmiente esas leyendas urbanas propaladas en redes de que hay que pagar radiografías o ultrasonidos. Corrobora que quienes dañan la imagen de una institución asistencial y la salud de los pacientes son los malos médicos y técnicos; que también los hay, pero son casos puntuales, como en la mayoría de las profesiones: una pequeña parte de un todo crucial, estratégico, decidido a curar y salvar.

Pocos días después, el sábado 22 a las 10 y 50 de la mañana, ya curado e igual junto a mi esposa, efectué la impostergable visita mensual a la Feria Agropecuaria de La Calzada, el único reducto donde pueden adquirirse algunos productos, sin ser masacrados en una carretilla o en cualquier esquina.

Invertimos los últimos 2 mil 500 pesos de la temporada, pero salimos satisfechos de la compra. Y “satisfecho” es una palabra gorda en estos tiempos.

Tomates de ensalada de primera calidad a 55 pesos, unos bellísimos ají pimiento a 65 (también vendían jarros de cinco libras, a 100), ramos de zanahoria a 100 pesos (hace poco más de un mes en el mismo espacio estaban a 300), coles buenas a 150 (se mantienen en igual precio hace tres meses), piñas a 120…

Todo en un rango de valor aceptable -más o menos bien despachado-, salvo una raquítica mano de plátano de fruta, de escasa calidad, a 150 pesos. Esto último da la idea de que siempre logran colarse los truhanes al recinto ferial; de manera que la multiplicación de los inspectores, y su accionar ininterrumpido, resulta esencial en tanto instancia protectora de la población.

La Feria, como el Hospital y como tantas cosas de la vida cotidiana en Cuba, sí funciona. Brinda la posibilidad de hacernos de alimentos para el hogar, de forma permanente, cada sábado.

En tanto concurrente, agradezco a las autoridades de la provincia su permanencia, así como a todos quienes intervienen en su realización.

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

5 Comentarios en “Una visita al Cuerpo de guardia del Hospital y un paseo por la Feria de La Calzada

  • el 14 abril, 2025 a las 3:08 pm
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    Del primer artículo, hay buenos y malos médicos: por suerte aun la mayoría son magníficos profesionales, lo que hay que resolver de raíz en esta institución es la higiene general es apreciable que se carece de un servicio de este tipo consolidado y apropiado acorde a una institución de salud inaugurada por nuestro Fidel…..
    Del segundo tema: La Feria de la Calzada, llego para quedarse se resuelven compras variadas y necesarias para la población y se esquiva a los bandoleros que revenden a precios muy inflados , pero ojo que existen y van allí a aprovisionarse para luego a partir de la semana próxima clavarte el puñal del elevado precio o sea existen revendedores….hay que declararle la guerra sin cuartel a estos bandoleros.

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  • el 29 marzo, 2025 a las 12:50 pm
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    Muy buen comentario, pèro te digo más yo he comprado unos tomates de ensalada gigantones, con tremenda calidad a 30 pesos la libra en esa misma feria, y buen puré de tomate, sobre todo el que traen de Villa Clara. Mas, cosas al fin que debemos resolver, ese tomate pero más pequeño y de menor calidad lo expenden en la plaza de la Calzada, conocida por Plaza de los Campesinos a 70 pesos. y entonces una se pregunta si estos de 70 se produjeron en Marte o en el mismo sistema productivo de la agricultura cienfueguera.

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  • el 28 marzo, 2025 a las 2:27 pm
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    Que bueno, algo para variar. Todo es llanto y queja, a veces por razones reales, a veces porque Facebook ha vuelto al cubano una magdalena. Una experiencia positiva. Que se reproduzcan.

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  • el 28 marzo, 2025 a las 8:54 am
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    Gracias por el reporte de dos lugares, situaciones relacionados con las necesidades mas apremiantes del ser humano, reconforta saber que tambien existen aunque no se divulgan tanto como las malas, las buenas experiencias

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    • el 28 marzo, 2025 a las 9:44 pm
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      Saludos, tengo igual criterio que el suyo del actuar de los profesionales de la salud, y hay que repetir la palabra Profesionales, porque la honran en su actuar. Y una sugerencia: ¡no juegue con su vida! nunca espere tanto tiempo para acudir por ayuda, puede resultar muy peligroso. Siga cuidándose.

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