Termoeléctrica de Cienfuegos: un espacio también para las mujeres (+Fotos)
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En el ajetreo que ahora mismo se vive, a propósito del mantenimiento de las dos unidades de la Termoeléctrica de Cienfuegos, es normal ver a los hombres “fajados” con las maquinarias. Pero también las mujeres, desde distintas ocupaciones, están allí, poniendo empeño y “energía” para salir adelante en el menor tiempo posible.
Conversar con algunas de ellas es acercarnos a la entrega y la pasión por una planta que las ha acogido en diferentes épocas y les ha permitido crecer y desempeñarse (en algunos casos) en trabajos un tanto inusuales.
Cerca de los “hierros”
Oria Dominga Jiménez Silva ha transitado por varias áreas de la planta. Llegó recién graduada como operadora de plantas térmicas y cuando la escuchas hablar, con tanta seguridad y dominio, no quedan lugar a dudas de que es una mujer apasionada por lo que hace.
Desde el Grupo de Diagnóstico vela porque todos los procesos fluyan como está previsto y la Termo funcione sin dificultades. “El grupo está integrado por cinco especialidades y trabajamos unidos en función de valorar las acciones a acometer.
“Tenemos que estar al tanto siempre de lo que hacemos, por qué lo hacemos y la importancia que tiene. Por ejemplo, una chumacera, en una turbina que deje de funcionar por una causa u otra, trae consigo la parada de dicha turbina y no sabemos el costo y el tiempo que pueda estar afectada y lo que eso incide en la afectación del servicio eléctrico y en estos momentos no podemos permitirnos que una turbina se nos afecte. Se requiere mucha precisión y carácter; prácticamente no nos separamos de los equipos.

Desde la visión de quien lleva mucho tiempo cerca de los “hierros”, me asegura: “Lo vamos a lograr, entregaremos nuestras unidades generando electricidad a Cienfuegos y a Cuba”.
Aunque finalmente dialogué con ella en el laboratorio central químico, a Dania Rosabal Pérez, puede encontrársele en cualquier lugar de las unidades de la “Carlos Manuel de Céspedes”. Ella es operadora de acondicionador de aceite de centrales eléctricas: “trabajo en lubricación, con los equipos de la planta; reviso bombas alimentales, turbinas, acondicionadores y a diario revisamos las órdenes de trabajo, con las cuales vemos a los jefes de bloque. Si la orden no está abierta no se puede trabajar porque no pueden producirse accidentes.

Hace 34 años, Dania recorre las instalaciones y asegura que, con sus compañeros, hombres fundamentalmente, las relaciones fluyen como en familia. “Estamos unidos, siempre estoy al tanto no solo del trabajo sino de todo lo que está a mi alrededor. Apoyo en todo lo que me solicitan porque son muchos años y ya conozco bien los equipos (imponentes, además; acota esta periodista).
“A mi me gusta mucho mi trabajo. Hay lugares que son difíciles, pero llego hasta cada uno de ellos sin mayor problema”.
Economía, transporte y almacén, también importantes
Hace casi 18 años Damarys Sarría Monteagudo llegó a la Termoeléctrica. Desde entonces se ha desempeñado en el área económica. Ahora es especialista principal del Departamento de contabilidad financiera y devela las claves para los resultados positivos mantenidos en el tiempo. “El estudio, la constancia en la revisión de los documentos que nos llegan lo mismo para cobros o pagos, la insistencia, la preparación han sido vitales para mantener la labor. Somos un equipo mayoritario de mujeres, tenemos un solo compañero, pero nos integramos y ayudamos entre todos y eso hace que el trabajo fluya”.

Hace apenas un año que Idalmis Hernández González, asume la responsabilidad de especialista en explotación del transporte. Es técnico medio en economía y licenciada en Estudios Socioculturales. Es la única mujer en su área; pero ello, según me dice no ha significado un problema. “La relación fluye muy bien, tenemos una comunicación muy estrecha y a la vez abierta: respetan lo que digo y lo que hago; pero también los respeto mucho a cada uno de ellos. Les llamo la atención de la mejor manera posible y son receptivos. Me ayudan muchísimo en lo que necesite. Somos un equipo y tenemos que funcionar bien.
“Al inicio me dio trabajo porque desconocía todo; pero he adquirido experiencia y puedo trabajar con los 38 vehículos y 12 máquinas ingenieras que tenemos aquí”.
Siente a su centro de labor, en el que lleva 20 años, como una verdadera familia. Así lo hace saber Maipú Pérez Santana, del Taller de Maquinado. “Hace cuatro años ocupo la responsabilidad de dependienta de almacén, soy la única mujer entre los compañeros del Taller. Me siento bien y nos entendemos sin problemas; siempre tratamos de resolver cualquier dificultad para que todo funcione a la perfección y ahora que estamos en mantenimiento mucho más. Nuestro taller es Vanguardia y lo seguirá siendo si de mi depende”.
Trabajo y familia, binomio indispensable
Damarys: “En casa dejo a mis padres; ellos me adelantan algunas cosas y eso me facilita mucho el trabajo. Al momento de los cierres mensuales, adopto todas las medidas para poder asumirlo pues, en no pocas ocasiones hay que quedarse un poco más de tiempo en aras de que todo salga como debe ser”.
Idalmis: “La relación familia- trabajo me va bien. Mi esposo labora aquí también y conoce el ritmo de trabajo, el rigor y la disciplina. Gracias a mi familia he podido llegar hasta aquí, pues estudié de adulta y me adentré en el mundo de la economía, a partir de estudiar Técnico medio en Economía y cuando estaba en tercer año, inicié la licenciatura en Estudios Socioculturales, una carrera que me ha aportado mucho”.
Maipú: “Vivo con mi mamá, un tío, mi esposo (que también trabaja en la termoeléctrica) y mi hija de 19 años. De todos recibo apoyo y eso me permite entregarme a mi labor”.
Dania: “Cuando llego a mi casa lo hago todo, aunque esté un poquito agotada. Mi esposo me ayuda mucho, es un buen compañero”.
Damarys, Idalmis, Maipú, Oria Dominga y Dania pueden parecer nombres comunes; pero en la Termoeléctrica “Carlos Manuel de Céspedes” de Cienfuegos; dichos patronímicos son sinónimo de dedicación, esfuerzo y, sobre todo, contribución al eficiente funcionamiento de una planta imprescindible en el Sistema Electroenergético cubano que, a no dudarlo, en un tiempo prudencial estará en activo para seguir aportando energía eléctrica. Cundo ello acontezca, habrá que tener en cuenta la energía de sus mujeres.

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