Lidia Thorpe y el juramento de lealtad a la monarquía colonizadora

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En medio de los cambios geopolíticos que se configuran en el mundo y el enfrenamiento audaz al racismo y a otras formas de opresión que se desarrollan en todas las latitudes del planeta, los pueblos mantienen su voluntad de separar sus destinos de los imperios que hace más de 500 años comenzaron un colosal genocidio, un gigantesco ecocidio y la destrucción de culturas maravillosas. Nuevas voces se enfrentan a los vestigios de aquella época colonial y los pueblos deciden sacudirse el yugo y decir ¨good bye¨ a lo que va quedando de los lazos que los unen a sus metrópolis y a las calamidades que ocultan los medios de difusión y que son el resultado de cientos de años de colonialismo y barbarie.

Así ocurrió con la isla caribeña de Barbados el 30 de noviembre de 2021, cuando decidió renunciar a que la Jefa del Estado fuera la Reina de Inglaterra y se declaró república. Estos vientos parece que se han extendido a otros lugares del planeta y por allá por la lejana Australia, la senadora indígena Lidia Thorpe ha levantado su voz mientras prestaba juramento en el Parlamento y tildó de ¨colonizadora¨ a la Reina Isabel II. Sus palabras ante la cámara alta, con la mano izquierda sobre la Biblia y el brazo derecho levantado con el símbolo del Black Power (Poder Negro) fueron: ¨Yo, soberana Lidia Thorpe, juro solemne y sinceramente que seré fiel y mantendré mi lealtad a su majestad, la colonizadora Reina Isabel II¨. Su frase no fue bien recibida en el recinto y algunos la criticaron. Una de las parlamentarias indignada exclamó: ¨No eres parlamentaria sino lo haces correctamente¨. Ante tal afrenta a la Reina, la Presidenta del Senado intervino para pedirle que recitara el juramento tal como estaba impreso. A continuación y con una sonrisa sarcástica en los labios, Lidia Thorpe  leyó textualmente el juramento y más tarde tuiteó en redes sociales: ¨La soberanía nunca cedió¨.

Pero ¿quién es esta mujer que ha indignado tanto a los fieles a la corona inglesa? Thorpe es activista de base, es descendiente de los pueblos gunnai, gunditjimara y djab wurrung y nieta de la venerada matriarca indígena Alma Thorpe. Esta mujer ha declarado en otras ocasiones que no se considera australiana y que la bandera de Australia no la representa. Ya en septiembre de 2021 la primera senadora indígena en la historia ¨democrática¨ de la isla continente, había ingresado a su primer día en el Parlamento federal australianoenvuelta en una capa de zarigüeyay también con el puño derecho levantado,con el saludo del poder negro. Según sus declaraciones, lo hizo ¨como señal de resistencia y como señal de nuestra lucha y solidaridad con los negros del mundo¨. En su mano izquierda llevaba un palo grabado con 441 rayas que representaban el número de indígenas muertos bajo custodia desde una histórica Comisión Real en 1991.

Con un Producto Interno Bruto ascendente a 1 331 billones de dólares, Australia se ubica en el lugar número 12 entre las economías del mundo, sin embargo uno de cada siete niños vive atrapado en la pobreza y el 13, 6 por ciento de la población (3.2 millones de personas) está viviendo en el umbral de la pobreza. Hay que recordar que Australia ha estado bajo control británico desde 1770 y durante 250 años, de una manera o de otra. Antes de la llegada de James Cook a territorio australiano y el arribo de  posteriores ocupantes sajones, este territorio y las islas adyacentes habían estado habitados por más de 60 mil años por los llamados indígenas australianos, los cuales no eran considerados propiamente humanos por los ingleses. En ese momento la población ascendía a 900 mil habitantes,los que hablaban más de 250 lenguas aborígenes. Producto a la barbarie y la violencia ¨civilizatoria¨ de los conquistadores, la población indígena fuearrasada y se redujo a 93 mil habitantes en 1901. En un censo de 2021 se estima que la población asciende a 881 mil 600 habitantes, los que representan solo el 3.3 por ciento de la población total del país y solo hablan 20 lenguas aborígenes, algunas en grave peligro de extinción.

Por supuesto que esos guarismos no son casualidad. Son el reflejo de siglos de despojo imperialista a las poblaciones originarias en cualquier parte del planeta. Sin embargo, la también llamada Tierra de Oz no es la única que aún mantiene a Vuestra Majestad como Jefa de Estado. Además del Reino Unido, en otros 14 países (Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Islas Salomón y Tuvalú) la Casa de Windsor decide sobre el destino de sus gobernantes, aunque sea de manera simbólica, pero en contra de la soberanía de estas naciones.

Estos vínculos entre los que fueron colonias del Imperio británico con sus metrópolis unidas a otros mecanismos como la Commonwealth, son las vías que han utilizado para mantener su dominio económico y político.  En ellos, desde el inicio del proceso de descolonización emprendido en el siglo XX,  pasaron a ser reinos independientes pero con un mismo monarca, lo que se mantuvo como el único nexo entre las partes. En estos países, el papel de la reina es puramente ceremonial, porque aunque la aceptación del Parlamento se efectúa de manera automática porque no tiene poder político real para negarla. A estas alturas, no solo no tiene poder político fuera, sino que dentro del Reino Unido algunos califican a la Casa Windsor de parásita (lo mismo ocurre con los residentes en la Casa de Borbón en España) y se preguntan ¿por qué los impuestos están sosteniendo a la Reina y sus parientes? Es que mantenerlos solo para que efectúe comparecencias públicas como único empleo, exigen una fuerte inversión con fondos del presupuesto del estado, la que según un Reporte de Royal Household del año 2020 alcanzó los 69. 4 millones de libras esterlinas, que al cambio real significan 96.2 millones de dólares.

El mundo cambia y las voces se alzan dentro y fuera de las potencias imperiales, aunque los traten de acallar. Parece que poco a poco el imperio donde nunca se ponía el sol, se quedará solo con la niebla de Londres

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Andrés Martínez Ravelo

Ingeniero civil. Miembro distinguido de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba.

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