Las rimas tropicales de Frankesten

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 35 segundos

Francisco Echazábal Álvarez, cuando aún no era Frankesten, nació el 2 de abril de 1918 en San Fernando de Camarones, pueblo pródigo para el surgimiento de artistas, músicos, escritores, investigadores, deportistas y mujeres y hombres laboriosos y serviciales, que han hecho de esa localidad, la más antigua de nuestro territorio, un lugar de obligada y deseada visita.

Con una prolífica obra poética recogida en medio centenar de libretas, resguardadas por el Museo Provincial, para salvarlas del tiempo y el olvido, y la existencia de algunas hojas sueltas editadas a través de la Imprenta Capestany y que constituyó, para él y otros poetas, una vía de ganar algunos centavos y a la vez, dar a conocer sus obras, en una época en que muy pocos poetas y escritores lograban ver publicadas sus creaciones.

La foto de este folleto que acompaña el trabajo, fue dedicada de la manera siguiente: “Con afecto a mis hermanos del arte Miguel Alfonso Pozos (Clavelito) y a Coralia Fernández, los eternos rivales de la Radio”.

El referido folleto le fue obsequiado a Florentino Morales y este a su vez lo donó al Museo Provincial en mayo de 1992 escribiendo: “Donde será más útil que en mi poder a pesar de que me duele desprenderme de su autógrafo que conservaré en mi corazón”.

Hay varias obras poéticas de Frankestén con finales inesperados, estilo del cual fue un maestro y quiero compartir con los amigos lectores del “5”, una, que aparece en una hoja suelta y en otras publicaciones:

¡No hay mujer como la mía!

Mi mujer es un tesoro / de pereza y castidad / un encanto, una beldad, / una princesa que adoro. / Vale lo que pesa en oro / porque sabe cocinar. / sabe coser y lavar, / plancha, friega, barre, siembra, / y en el amor esta hembra / es más rica que un manjar.

En mis labores me alienta / y para ser más divina / si enamoro a una vecina / ella se pone contenta. /Nunca se pone violenta. / es callada, bondadosa. / educada, cariñosa, / de alma sensitiva y tierna / y es una delicia eterna / como madre y como esposa.

Si no la invito a salir / tal cosa ni me la pide /mujer que mejor me cuide / no la puedo conseguir. / Si vengo tarde a dormir, / como si me quedo fuera, / con una sonrisa espera / a su marido santo / y nunca me da un quebranto / porque hace lo que yo quiera.

Lo que gana en la costura / me lo da completamente, / no me cela, no me miente, / no me agravia ni me apura. / Mujer de tanta ternura, / tanta gracia y simpatía, / tanto mérito y valía, nunca en el mundo existió, / ni existe aún,  porque yo / soy soltero todavía… /

Frankestén, con este juego poético de machista frustrado, nos deja la gracia de su talento y la seguridad de ser considerado entre las figuras más relevantes de la décima, sobre todo en el campo del humor criollo del Parnaso cienfueguero.

 

Visitas: 63

Alberto Vega Falcón

Poeta, narrador, periodista y humorista cubano. Premio Nacional de Cultura Comunitaria 2020.

Un Comentario en “Las rimas tropicales de Frankesten

  • el 21 agosto, 2024 a las 10:57 am
    Permalink

    Buenos días Veguita, aunque era niño recuerdo perfectamente a Frankestén quien con bastante frecuencia visitaba la Imprenta de mi abuelo Rafael Capestany (calle San Carlos 109) donde se le imprimía sus obras poéticas. Excelente homenaje. Felicidades

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *