La herencia de don Gaspar Vargas

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Lejos están las noches del Tenampa cuando bajo la luz de las estrellas se oía sonar al Mariachi Vargas de Tecalitlán. Sus miembros procedíande un pintoresco pueblito del sureste de Jalisco, al cual le debe su nombre.

El Mariachi Vargas de Tecalitlán no es el único en su género, aunque sí el más famoso. Su origen se remonta a 1898 cuando un joven armó un cuarteto de cuerdas para tocar sonecitos regionales. Aquellos jóvenes encabezados por Gaspar Vargas López (Tecalitlán, 1880 –1969) desparramaban alegría con su forma de tocar y por los contenidos de susinterpretaciones, concebidas para el baile.Por eso al decir mariachi, también se dice fiesta y alegría.

Cuenta la historia que un día tocaron para el Presidente Municipal de Tecalitlán,y a partir de entonces recibieron apoyo institucional para recorrer pueblos de Jalisco y del vecino Estado de Colima.

Don Gaspar se mantuvo al frente de la agrupación hasta 1926 cuando su hijo Silvestre, que se había incorporado en 1921 como violinista, ocupó la dirección. Fue bajo la dirección de Silvestre cuando el grupo se modernizó trasladándose a la capital dondeascendieron a la fama.

En 1944 Silvestrele propuso al trompetista Miguel Martínez Domínguez formar parte del mariachi, ydesde entonces ese instrumento de viento se sumó al formato, hoy en número de tres. Comenzaron giras nacionales y fuera del territorio mexicano junto consus presentaciones en la radio. Aquello implicó varios retos, entre ellos un cambio en la presencia de los músicos y renovaciones sonoras.

Silvestre se mantuvo como director hasta 1948 cuando Rubén Fuentes, quien ya formaba parte de la orquesta, empezó a liderarla. Rubén fue una adquisición valiosa; además de formidable compositor, brilló como arreglista. Fue el momento de interpretar otros géneros, además de los típicos sones jaliscienses. Gracias a sus arreglos fueron agregados al repertorio huapangos y sones de otras regiones así como marchas, valses, chotises y canciones románticas.

Había llegado el momento de la universalización musical del Mariachi Vargas de Tecalitlán como parte de la edad dorada de la música ranchera que marchó de la mano del cine. A partir de 1948 se proyectó como uno de los más famosos, acompañando a sobresalientes intérpretes de música ranchera.La agrupación estuvo dirigida por Rubén Fuentes hasta su muerte en febrero de 2022.

En el periodo que Rubén Fuentes se desempeñó como director general, hubo un momento a partir de 1958 y hasta 1974 cuando se nombró como director musical a Jesús Rodríguez de Hijar, quien ocupó el puesto hasta que se separó para crear el Mariachi América. De esa etapa son dos piezas representativas de la mexicanidad. Una de ellas La Bikina, compuesta por Rubén Fuentes; la otra, Son de la Negra, tema folclórico de la primera mitad del siglo XIX al que Rubén hizo una versión actual. Ambas piezas simbolizan el alma mexicana.

La llegada de Rubén Fuentes al Mariachi Vargas de Tecalitlán fue uno de los mejores sucesos para la agrupación, ya que hizo del grupo una entidad altamente competitiva dentro y fuera de México.

En 1975 la dirección musical pasó al músico y compositor José Martínez Barajas, llamado “el Mozart del Mariachi”, calificativo que dice mucho sobre sus valiosos aportes. Encabezó el puesto hasta su muerte en el año 2004. Con Pepe el repertorio se amplióy los sones tradicionales se combinaron con obras del repertorio sinfónico y popurrís.

Tras el deceso de Pepe Martínez Barajas, su sobrino el violinista Carlos Martínez asumió la dirección musical hasta nuestros días. Hoy el Mariachi Vargas de Tecalitlán es prototipo entre las agrupaciones de su tipo y al mismo tiempo fuente inspiradora para las nuevas generaciones que se han formado.

Desde hace décadas con trompetas añadidas, el sonido se hizo más actual, alegre y bravío. Con razón muchos lo califican como el mejor mariachi del mundo.

Vale recordarcómo Silvestre decía al comenzar las notas del Son de La Negra: “a zapatear todo el mundo, no te rajes Jalisco, ¡túpele!(*).Expresión devenida clásica del sentimiento mexicano.

La trayectoria del Mariachi Vargas de Tecalitlán hubiera sido imposiblesin la idea de Gaspar Vargas, hace 125 años,de formar un cuarteto de cuerdas conManuel Mendoza, Lino Quintero y Refugio Hernández. Un reconocimiento merecido precisamente hoy, 27 de agosto, al cumplirse cincuenta y cuatro años del deceso de su creador. Gracias a él México heredó una institución que encarnala naturaleza de su cultura musical.


(*) “túpele”es un mexicanismo que significa hacer algo con entusiasmo, con brío. Equivale al igual mexicanismo “échale ganas”.

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