La esencia de Beatriz Corona

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Beatriz Corona recién galardonada con el Premio Ibermúsicas—por primera vez ganado por una mujer— en composición para obra coral

Para Beatriz Corona –«absolutamente comprometida con Cuba, con sus raíces, y con el deseo de seguir haciendo y aportando»–, saber que ha sido una artista útil para las generaciones que han pasado por ella dentro de la misma creación, para sus alumnos y compañeros de trabajo, es una satisfacción tremenda a la que ahora se suma el haber sido galardonada con el Premio Ibermúsicas de composición para obra coral.

Un conjunto de cinco piezas originales para coro mixto, con texto de nuestro Héroe Nacional, conforman Martianas, la obra con la que se convirtiera en la primera música cubana y la primera mujer, de modo general, en alzarse con el lauro en esa categoría.

De Versos Sencillos y Versos Libres tomó los textos, a la par que incluye elementos de la música popular cubana que siempre forman parte de sus obras. «Que las composiciones sean para coro mixto está dado por que es el formato más abundante en el mundo».

Dentro del panorama musical cubano, la presencia de mujeres no resulta frecuente en cuanto a composición coral, a pesar de que se estudia en los distintos niveles de enseñanza artística en nuestro país. «En Cuba tenemos gente joven y talentosa, pero poca, que ejerce la profesión. Creo que se debería incentivar más a las mujeres compositoras para que tomen un lugar dentro de la música de concierto, pues en la popular vemos que hay mayor presencia».

De ahí que siempre aconseje a los jóvenes compositores que hagan y escriban mucha música: «Deben hacerse de un oficio sin pensar en remuneración ni premio. Que exploren todos los espacios para hacerse sentir. Se trata de escribir como un servicio a la música y que, además, esta sea útil, porque la única forma de visibilizarse es a través del trabajo diario de la creación».

No recuerda el momento preciso en el que decidió que se dedicaría a la música; pero influyó en ella el haber crecido en un ambiente musical, donde su padre tocaba muy bien la guitarra y cantaba temas tradicionales cubanos, y su madre, quien la llevase a hacer las pruebas de aptitud para entrar en el conservatorio Alejandro García Caturla, también había estudiado canto lírico, ambos como aficionados.

Luego, en el nivel medio, Beatriz Corona se cambia de la especialidad de piano a la de dirección coral, donde comienza a escribir sus primeras composiciones, «dada la escasez de repertorio para impartir clases en las más tempranas generaciones».

Durante todos estos años de entrega profesional, para esta directora coral y productora, lejos de ser un sacrificio, equilibrar la maternidad con la música «es un placer. Se trata de llevar las dos cosas a la par, reubicar el tiempo para que ambas cosas funcionen: dedicar atención a cada una. Las he disfrutado muchísimo, creo que me ha ido bien. Mis hijos y mi música son mi esencia».

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5 de Septiembre

El periódico de Cienfuegos. Fundado en 1980 y en la red desde Junio de 1998.

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