La Callejoneada Durangueña

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La Callejoneada es una celebración que por tradición se lleva a cabo en muchas partes de México. Es una fiesta popular de la cultura de un país que defiende a ultranza su identidad.

Las hay en Zacatecas y Guanajuato, entre otras ciudades. A mí me tocó la suerte de participar varias veces en las de Durango. En ellas el pueblo desfila por sus calles al son de un mariachi, mientras los visitantes contemplamos la arquitectura y el paisaje en todo su esplendor.

Sus orígenes datan del siglo XVII y son parte de la herencia colonial. En aquel tiempo se bailaba por las calles, muchos cantaban y se hacían chascarrillos, como a la usanza española eran nombrados los chistes.

Fueron desde siempre una fiesta de la música, el baile, la alegría y el buen humor. Algunas veces eran celebraciones de jornaleros quienes armaban un jolgorio por haber recibido su salario. De ellas no escapaban otros tipos de celebraciones como fiestas de santos patrones, cumpleaños, bodas y todo cuanto significara motivo para festejar.

Cuando México alcanzó su independencia, comenzaron a tomar nuevas formas, aunque sin renunciar a su origen.

La Callejoneada Durangueña tiene sus características propias. Todos los domingos, alrededor de las cuatro de la tarde, el público se agrupa de manera espontánea en las intersecciones de la avenida 20 de Noviembre y la calle Independencia.

Desde allí parte el desfile en dirección al poniente hacia el Cerrito del Calvario. Al compás de la música, presidiendo la comitiva, marcha el burrito Casimiro que porta tinajas de barro llenas de agua, con la intención de calmar la sed de los viandantes.

Son varias cuadras de camino, siempre loma arriba, hasta que se llega al lugar de destino. El Cerrito del Calvario posee un anfiteatro desde el que se divisa la Sierra Madre Occidental.

Aproximadamente a las cinco, el público toma asiento frente a un amplio escenario donde comienza el canto de grupos y solistas, y coreografías de bailes típicos de todas las regiones del país.

Al tiempo que la música suena, se pueden degustar antojitos tradicionales como tamales, atoles y refrescos naturales.

Gracias a la Callejoneada, todos los domingos Durango es una fiesta de la tradición.

La Callejoneada Durangueña se instituyó hace treinta y dos años. El proyecto contó desde su inicio con el apoyo de la municipalidad y del gobierno del Estado.

Como inspiradora del proyecto estuvo la iniciativa de una dama que es orgullo de aquella entidad. Me refiero a la maestra Lilia Santaella Abud, fundadora y primera directora de la Escuela de la Música Mexicana del Gobierno del Estado de Durango.

Gracias a Lilia Durango emprendió el rescate y la conservación de sus tradiciones.

Participar es una experiencia única en su género, al tiempo que el sol acaricia el escarpado paisaje con sus rayos del incipiente ocaso. Observando el horizonte se aprecia el “hasta luego” del astro rey cuando anuncia la conclusión del día. Espectáculos de naturaleza y música dotados de matices profundamente mexicanos.

Varias circunstancias, entre ellos la pandemia por la Covid 19 impidieron en los últimos años la celebración de la Callejoneada Durangueña, que posteriormente ha tenido otras características.

La buena noticia es que será retomada en su sede original este año a partir de la celebración del Festival Revueltas – por tradición celebrado en octubre -, luego de la restauración del anfiteatro del Cerrito del Calvario. Este año contará con la presencia del afamado intérprete y compositor de música norteña Lorenzo de Monteclaro.

Es una gran noticia porque allí se crece el alma mexicana, la misma que nos trae su música y la alegría que contagia. Como antes, ahora sigue siendo su promotora la Escuela de la Música Mexicana. Razón para mayor alegría será la presencia y el homenaje a su fundadora la Mtra. Lilia Santaella.

Desde Cienfuegos sentimos alegría por el reestreno de esa festividad y por la presencia de esa distinguida amiga y hermana de Cuba, que varias veces visitó la Perla del Sur para cantar y dar testimonio de los sólidos vínculos que unen a Cuba y a México.

Deseamos éxitos a las autoridades y al pueblo de Durango por la buena salud de la Callejoneada, fiesta de pueblo y familia en una ciudad tan hermosa.

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