Héctor, el hacedor de caminos

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 28 segundos

Héctor Torres La O ya ha perdido la cuenta de los caminos que ha desbrozado en la vida y en su oficio de constructor, porque con 79 años cumplidos, todavía se mantiene activo en su puesto de trabajo. Y aunque la imagen lo muestra, lo ratifico, nota aparte para los editores, se trata de un negro fornido y alto, a quien se le salieron las lágrimas cuando “apreté” en el cuestionario, muestra de esa mixtura de fortaleza y sensibilidad que ostentan los hombres de verdad, los que edifican y sienten.

“Trabajo en esta Empresa, la Ecoing-12, que tuvo varios nombres antes, desde 1969”, cuenta emocionado, y mira para el mural que allí reseña la historia de la entidad. “Participé en el movimiento de tierra del emplazamiento de los tanques de la Refinería de Petróleo y del vial que la comunica con Cienfuegos; apenas sabíamos que construíamos el futuro, eran tiempos de mucha efervescencia constructiva en el territorio, y Cienfuegos despuntaba como ciudad industrial. Esta entidad siempre se desempeñó en obras de ingeniería, y aprendíamos en el camino”.

Héctor fungía como jefe de brigada, y la tarea no era fácil, pero cuenta que sus hombres siempre le cumplían. Nativo de Cieneguitas, en el municipio de Abreus, aprendió de la familia de tres hermanos el amor y respeto al trabajo honrado, y con 26 años comenzó en las labores de construcción.

“Hicimos los viales de toda la región montañosa del centro, Escambray, Guamuhaya, alturas de Trinidad, allí en aquellas lomas nos crecimos de verdad, pero logramos comunicarlas con los poblados; hoy en día allá arriba hay todavía una brigada de la Ecoing-12 que se encarga de mantener los caminos transitables, aunque escaseen los recursos.

“Una obra que no olvido es la Plaza de la Ciudad, un emplazamiento difícil; el movimiento de tierra allí fue un desafío, pero necesario para Cienfuegos, cerca del mar”, cuenta, y podría enumerar tantas construcciones que engrosan su hoja de vida y son como la bitácora de este hombre todavía fornido a sus años, vital y con mucha experiencia para compartir con los nuevos obreros, técnicos e ingenieros que llegan a la Ecoing-12 con las herramientas básicas para hacerse constructores, y él les sirve como Maestro de oficio.

Tiene dos hijos, tres nietos, y no se imagina en su casa, “Qué va, no sé hasta cuando estaré aquí, pero te digo que no padezco de NADA. Ahora me desempeño como especialista en asfalto en la Empresa, y habrá Héctor para rato”, afirma y continúa camino por el patio de la empresa, con su gorra azul con el logotipo de la Ecoing-12, que lo identifica como un hacedor de caminos.

Visitas: 3

Magalys Chaviano Álvarez

Periodista. Licenciada en Comunicación Social.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *