¿Futuro semejante al de Calígula?

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 45 segundos

En coautoría con Ivón Morales Castellanos

Desde del 20 de enero del 2024, el presidente Donald Trump reelecto por segunda vez, aunque no de manera continua a la presidencia norteamericana, recuerda a Cayo Julio César Augusto Germánico, Calígula, emperador romano, famoso entre otras cosas por sus extravagancias sexuales, prepotencias, arrogancias, y sobre todo por desafiar al senado de Roma y a las clases pudientes, e increíblemente aceptado por la población. El entonces monarca se creía un Dios.

Semejante actitud se parece mucho a las del reelecto presidente Trump, también arrogante, prepotente, mentiroso, falto de ética, etc. Pero sobre todo aceptado por un considerable número de electores que volvieron, en el segundo sufragio, a depositar en él la confianza como presidente,  a pesar del mal que hizo al pueblo norteamericano y al resto del mundo.

El emperador romano llegó al cargo ordenando el asesinato de su abuelo, por cierto, no sanguíneo, según la opinión de varios historiadores, para así poder sucederlo. El emperador llegó, increíblemente a lograr que el senado votase para que lo aceptaran como un Dios. A pesar de todo ello, el César gozaba de cierta aceptación entre un porciento de la población romana. Trump, durante su campaña, alardeó que podía acabar con el conflicto de Ucrania en 24 horas y cierto que puede concluirlo, y lo hará sin dudas, no en 24 horas; pero lo hará, no por bueno y noble; sino porque el conflicto está decidido a favor de Rusia y es mejor una retirada que una derrota militar. Además sus intereses no están en esa zona (por ahora, son aliados sumisos, los amenazados) y tampoco debilitarán a Rusia, que se ha fortalecido. Pretende negociar con Putin para sumarlo y ponerlo en contra de China. Absurda idea, pero magante ignorante, al fin, lo cree posible. Se vuelve contra el mundo para la seguridad económica del ya decadente imperio, que agoniza, como el imperio romano en su época. ¡Será que Trump se cree un Dios como se lo creyó Calígula! O será pura coincidencia política.

El César, hacía y deshacía a sus antojos, inventaba ejércitos fantasmas y mandaba a sus generales al ataque, como si fuera real el enemigo, (Britania.) Hacía cualquier cosa que estuviese entre lo anormal, y cuando alguno de sus allegados le decía que el senado opinaba que estaba loco, exclamaba: ” Los locos son ellos que aceptan todo lo que hago y no protestan, ya no sé qué hacer para provocarlos”. Será que el mundo aceptará las locuras imperiales del inquilino y vulgar delincuente de la Casa Blanca. Lo de vulgar delincuente no es un mérito mío sino de la “justicia norteamericana”. Cuántos no son los que piensan en su partido que Trump está “loco”.

La ambición que profesaba el César romano por el dinero, por llenar las arcas de su imperio y las del millonario en el poder hoy, son muy parecidas. Se conocen sus ambiciones y relaciones con el poderoso hombre de la tierra, será que necesita dinero para concluir la construcción del muro en la frontera mexicana, en la cual, sus empresas tenían el mayor número de acciones. Eso no es lo importante, lo que sí importa es el capital político que conquistó en una parte los electores norteamericanos. El empresario devenido en político no está ni loco, ni es bobo. Vale preguntarse qué le cobrara el amigo millonario, ¿será que aspira a suceder a Trump?

Otra cuestión preocupante es que el emperador norteamericano se deleitó e embriagó con un inmenso poder que no tuvo el emperador romano, y que al parecer quiere reconquistar en un segundo mandato. ¿Qué sucederá en estos cuatro años? ¿Se perpetuará en el poder? Nadie puede responder a estas interrogantes.

El nuevo Calígula del Imperio no conoce de ética. Cualquiera podría asegurar, que Trump es una clonación del emperador romano. Espero que los especialistas en clonación, o estudiosos de este tema, comprendan la metáfora no me acusen de loco como a Trump, aunque la locura nunca llegaría al extremo de la que “posee” el actual expresidente.

Es todavía muy apresurado para sacar conclusiones, por lo pronto sí es evidente que aspira a un poder mayor, a conquistar medio mundo y no cree en aliados ni amigos. Miente y se desmiente sin escrúpulos, es arrogante y prepotente, desprecia a enemigos y aliados, no conoce de ética, y de política solo sabe mentir. Lo antes mencionado resulta una preocupación para este mundo si sabe que el imperio norteamericano está en plena decadencia y que los imperios en decadencia utilizan a hombres como Trump en sus intentos de salvación.

Lo curioso de este tema es que el emperador romano, Calígula, fue asesinado por órdenes del senado y en su lugar puesto un emperador fácilmente manejable, tío de la víctima. Parece semejanza con Trump que ha tenido más de un intento de asesinato, lo que le sucedió a Calígula.

 

**Los autores son profesores de la Facultad Política Alejandro Nápoles León, de Cienfuegos.

 

Visitas: 25

Camilo Alonso Machado

Profesor de la Escuela Provincial del Partido "Alejandro Nápoles León"

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *