El hombre de las palmas en Cuba es de Cienfuegos

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“Las palmas son como novias que esperan: ¡Y hemos de poner la justicia tan alta como las palmas!”.

José Martí

Cuenta —desde su estatura de liliputiense— que fueron las esbeltas palmeras de la finca La Lima del abuelo Genaro lo que más le impresionó de aquel paisaje rural. Tal parece que desde entonces, el afán por investigar el universo de estas especies de plantas se convirtió en la mayor pasión de Milián Rodríguez Lima.

¡Y sí que lo logró!, a tal punto que a todo lo largo y ancho del Verde Caimán y un poco más allá, es más conocido por “El hombre de las palmas en Cuba” que por su propio nombre de pila. No hay rincón del archipiélago cubano con la presencia de ejemplares de la familia de las Arecaceae sin visitar por este ingeniero agrónomo, doctorado en una universidad de Dinamarca, cuya tesis versó, precisamente, sobre este fascinante mundo vegetal en la Mayor de las Antillas.

Aun sin quitarse del polvo del camino, como me dijo, llegó una mañana dominguera a mi hogar, tras haber participado en el aniversario 98 de colectada la palma Hemithrinax ekmaniana, endémica de Jumagua, en el municipio villaclareño de Sagua.

No tuve más que interesarme por el tema y ya mi entrevistado hablaba con entusiasmo, al tiempo de desbordar todo caudal de conocimientos atesorados por años sobre el tema. “Es una  enigmática palma, explicó, considerada entre las especies más raras de su tipo en el mundo, fue percibida por primera vez en febrero de 1924, gracias a la labor del eminente botánico sueco Erick Leonard Ekman, para luego ser descrita y publicada por el científico alemán Max Burret.

“La también llamada Princesa de los Mogotes de Jumagua, agrega, es muy delgada y recta, puede alcanzar de 3 a 7 metros de altura, posee lento crecimiento y alta longevidad al sobrepasar los 500 años de vida”… y de no haberle recordado el cuestionario propuesto de antemano, su disertación habría sido hasta bien tarde en la noche.

Por cierto, ¿en qué momento estamos en la protección de las palmas en Cuba?

“El ideal para ejecutar acciones de conservación en defensa de un grupo importante de palmeras en determinado estado de riesgo en todo el país. Para ilustrar mejor la situación, vale señalar que de las 98 variedades publicadas para Cuba, 50 de ellas están amenazadas, lo que representa el 52 por ciento del total, y de esa cifra, 19 en peligro crítico, mientras 12 clasifican en categoría de vulnerables.

“Antes de seguir creo oportuno aclarar que del total, 85 taxones infragenéricos son endémicos (86.7 por ciento) que están sujetos a futuros cambios taxonómicos y los géneros más representados son Coccothrinax (miraguano, yuraguana y yuraguano), Copernicia (jatas y yareyes), Roystonea (palma real, palma criolla, palma azul, palma blanca y palma de seda), Sabal (palma cana) y la Hemitrhinax (palmita, yuraguancillo y guanito).

“Varias han sido las causas del agotamiento, entre las cuales se encuentra el tamaño de la población, en consideración al área de ocupación y la extensión de su presencia. En otro orden, están los niveles de antropización sobre los ecosistemas donde habitan, esencialmente obligadas al necesario cambio de uso de la tierra, ya sea por la actividad agropecuaria en el desarrollo ganadero y de los cultivos varios, o de carácter social comprometido con la construcción de viales, viviendas, y otras obras de interés económico.

“Entonces, los programas de conservación deben ir encaminados a proteger estas especies que han sufrido un mayor nivel de depredación y concentrarse principalmente en la preservación de esos ecosistemas. De ser así habrá una reocupación de esos espacios, en consonancia a los propios procesos de resiliencia.

“También debemos conducir acciones a la creación de viveros y más allá de este condicionamiento reproductivo, ir al fomento de hábitos y una cultura en los pobladores del entorno rural que permitan hacer sostenible el empeño de preservar para la posteridad ese gran tesoro de la florística cubana”.

¿Cómo se expresa la voluntad estatal en ese sentido?

“Indudablemente existen acciones de conservación y una voluntad de Estado, incluso refrendados por legislaciones vigentes, como la Ley Forestal, la de Medio Ambiente, además la Ley del Agua —en lo concerniente a las franjas hidrorreguladoras— y la del Suelo y su uso. Es decir, son reglamentaciones que posibilitan la arquitectura legal para salvaguardar ese patrimonio natural.

“La Empresa Nacional para la Conservación de la Flora y la Fauna, desarrolla un número importante de proyectos en todo el país a fin de resguardar las especies en peligro. Además, el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), a través de las áreas protegidas, de conjunto con el Ministerio de la Agricultura, la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales y la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, por mencionar los de mayor impacto, han implementado normativas y otras regulaciones en entidades estatales y cooperativas campesinas implicadas en el asunto”.

Un reducido equipo de incondicionales acompaña a Rodríguez Lima en esta épica labor investigativa. “El también cienfueguero MSc. Duanny Suárez Oropeza, con la colaboración del botánico estadounidense Donald Robert Hodel, hemos realizado más de un centenar de estudios de campo por todo el territorio nacional en estos 35 años. La mayoría de esos periplos costeados con recursos personales, aunque hemos contado, también con el apoyo  de universidades e instituciones científicas que aprecian nuestro trabajo”, precisa el experto en biología de palmeras del Caribe insular, y además especialista de la actividad agropecuaria de la Empresa Agroindustrial Azucarera Antonio Sánchez.

Foto: Cortesía del entrevistado.

¿De las endémicas cuáles son las más amenazadas?

“La Coccothrinax victorine, en el litoral de golfo de Guacanayabo, en Granma, debido al cambio del uso del suelo, los incendios, los efectos de las tormentas tropicales y la sobreelevación del nivel del mar. Otra seriamente amenazada es la Coccothrinax borhidiana, en el norte del municipio de Matanzas y en otros sitios de la propia provincia yumurina, a consecuencia de la prospección y extracción del petróleo, fundamentalmente.

“Mientras, en la provincia de Artemisa, en la localidad de Las Pozas, municipio de Bahía Honda, ha disminuido notablemente la Coccothrinax crinita, en buena medida por sobre explotación como recurso natural y la actividad maderera. En tanto, aquí en la propia provincia de Cienfuegos, en el municipio de Cumanayagua, la Coccothrinax angelae ha sufrido cierto nivel de depredación de manera despiadada por el negocio furtivo de personas inescrupulosas, encargados de sustraerlas y venderlas a artesanos para  la confección de cepillos, escobas, soga y otros utensilios domésticos”.

¿Pueden considerarse agotadas las investigaciones de campo de las palmeras en Cuba?

“Por supuesto que no. En la misma medida en que hemos estado generando nuevas investigaciones, nos percatamos que existen lagunas, sobre todo en el uso de las palmas. Por otro lado, puedo asegurar que los conocimientos  sistémicos taxonómicos aún tienen un amplio horizonte por incursionar.

“Solo hay algunos géneros muy particulares de lo que se han hecho validaciones a través de estudios empleando técnicas de biología molecular;  a mencionar, la Roystonea a la que pertenece nuestra palma real, además del género Sabal de la palmita cana, y la Hemithrinax.

“Para que se tenga una mejor idea del trecho por recorrer aun, las Coccothrinax Copernicia que son los géneros más representados en Cuba, con 47 y 26, de taxones, respectivamente, casi el 80 por ciento de ellas le falta mucho por estudiar en cuanto a la identificación taxonómica, fitogeográfica o biogeográfica, ecológica y de conservación”.

¿En que andan ahora mismo Milián y compañía?

“Estamos concentrados fundamentalmente en estudios del género Coccothrinax, que es el más ampliamente distribuido por el país y el más numeroso en cuanto a taxones se refiere. Pretendemos  aclarar su distribución fitogeográfica y elaborar programas de conservación de las especies amenazadas, diez  de las cuales clasifican en categoría de peligro crítico.

“Por lo pronto, vamos completando todos los mapas de distribución para una futura monografía enciclopédica de la palmas cubanas. Ya hemos recorrido el país más de cien veces y ello nos ha facilitado disponer de un cúmulo importante de información para su procesamiento y darle forma al material en nuestras manos para una futura edición”.

¿Qué importancia tendría esa contribución desde el punto de vista bibliográfico?

“No existe hoy un libro o monografía que reúna todos los taxones de palma del país con un nivel actualizado de información, en cuanto a taxonomía, su tipificación, lo referente a nomenclatura, etimología, los factores ecológicos, la reactualización de sus descripciones, acciones para su conservación, principales amenazas, etc. Es decir, no se ha acopiado en un solo texto documentación pormenorizada de los 98 taxones válidamente publicados en el archipiélago cubano. Luego, lo que hacemos en materiade la bibliografía, no tiene antecedente ni en el país, ni en el mundo, y estamos seguro del valioso aporte científico en ese sentido”.

¿Amor al arte?

“Recuerdo que en un círculo de interés cuando cursaba el séptimo grado en la escuela Lázaro Duarte, el profesor de Biología, Roberto García, nos planteó la tarea de estudiar la palma real y a partir de ahí, nos conectamos, y de qué manera con  esa belleza única, considerada con justeza, por demás, nuestro árbol nacional.

“Desde entonces me enamoré fervientemente de las palmeras cubanas y ya son más de tres décadas y media desandando caminos para encontrarlas y tratar de descubrir sus secretos.

“¿Satisfacciones? Pienso que el principal reconocimiento viene de la gente común que te apoya, inspira y empuja a seguir por el mismo camino. Cuánto orgullo siento en lo personal, sin vanagloriarme en lo absoluto, cuando oigo decir, ‘mira, ese es el hombre de las palmas en Cuba”.

¿Hasta cuándo seguirle el rastro a las palmeras cubanas?

“Hasta que la vida se acabe, mi noviazgo con ellas será por siempre”, me confiesa y sus ojos y el movimiento nervioso de sus manos develan cuánta sinceridad y devoción le profesa este hombre humilde, pero sabio, a sus eternas enamoradas.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

Un Comentario en “El hombre de las palmas en Cuba es de Cienfuegos

  • el 15 marzo, 2022 a las 11:11 am
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    Saludos fraternos al Dr. Milián, deseándole continúe cosechando éxitos en su loable tarea, de la cual es un eterno enamorado conjugado con sus vastos conocimientos de la materia que lo acompaña día tras día. Fuerte abrazo

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