Para negar con la cabeza y sonreír al mismo tiempo

Mientras asistimos a la dulce historia de amor entre Nasha y Mickey, se va caracterizando a buchitos a este político megalómano y su no menos extraña esposa “cocinera”, llamada Ylfa (Toni Collette). Entretienen al buen observador los simpáticos guiños al Mumpismo: el disparo que le roza el rostro, el afán coheteril, el discurso sobre la purificación racial, entre otros.

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