Te quedarás se queda con nuestro cariño
Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 41 segundos
No hay explicación científica para la aparición de un genio. En una ocasión escuché a una escritora expresar que el talento aparece de improviso. No tiene época, ni país, ni edad, ni clase social. Tal pareciera como si el genio llegara enviado por los dioses o representara una intervención sobrenatural directa.
Así quiere ser explicado tal fenómeno en las primeras historias que aparecen en Te quedarás (Ediciones Mecenas, 2024), cuentos breves sobre la vida del legendario Benny Moré, cuya compilación estuvo al cuidado de Dulce María Sotolongo Carrington y Félix García Acosta.
Semejante a un niño superdotado que reencarna, desea pintarlo Bobby Carcasés; obteniendo su primera guitarra hecha de tablas e hilos, y bendecida por Ta Patricia, nos lo dibuja Nieves Cárdenas. Como una profecía de su difunto abuelo, el guerrero congo Ta Ramón Gundo Moré, lo presenta Lázaro Gual.
Es virtud de esta antología el añadir, a lo que se conoce del Benny, aquello que imaginan los escritores:
Los amantes que se enamoraron (¡y hasta concibieron un hijo!), escuchando y cantando las canciones del Bárbaro del Ritmo; o la musa que él mismo amó cuando “se le iba la musa”.
Están quienes le visualizan sobre su Cadillac beige (Pupú) recorriendo La Habana, Santiago o el centro de La Isla; o bien prestando el auto a un amigo chofer para llevar a otra pareja de amigos recién casados.
Otros pretenden, mediante la belleza del lenguaje y los giros dramáticos, acercarse a la voz y magia escénica del Sonero Mayor. “Voz bella, extrañamente delicada, almendra pura”, dice Fina García. Canciones que evocan vidas enteras, es el sentido que desarrolla el original minicuento Aquella voz. También Rogelio Riverón cuenta que en el placeteño hotel “Las Tullerías”, el Benny compitió contra su propia voz, salida de una victrola, para regocijo admirado de los clientes habituales.
Lisandro Otero y Ciro Bianchi enfatizan con vivacidad casi terrorífica el dato fúnebre, provocado por el lado flaco de ese flaco genial, al contarnos la tragedia tremenda de su agonía y muerte. Mientras Guillén, en memorable crónica de época, le compara con el no menos famoso violinista cubano Brindis de Salas. Si bien recuerda “la forma bohemia de enfocar la vida” que caracterizó a ambos genios musicales, observa que no obstante las pasiones que sacudieron a sendas vidas, ninguno de los dos “dejó de ser artista jamás”.
Cincuenta y seis textos narrativos y un poema nos traen de vuelta la admiración hacia ese genio de la música popular cubana, quien fuera eximido del servicio militar por un capitán amable que le dijo: “Tirar, tira cualquiera; cantar como usted, nadie”.
Quienes disfrutamos su lectura esperamos que la antología Te quedarás se quede, durante largo tiempo dentro de la narrativa cubana actual.
El libro está disponible en:
Puede adquirir otros libros de Ediciones Mecenas en:
Visitas: 50