Referendo del Código de las Familias: El porqué de un Sí

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No ha sido corto ni tampoco ha resultado poco todo cuanto se ha hecho en aras de dotar al país de un Código de las Familias atemperado a nuestra realidad, que tome en consideración el hoy y sobre todo el mañana de las familias en nuestro archipiélago.

Cada uno de nosotros ha tenido la posibilidad de participar, que es lo mismo que aportar criterios y esclarecer dudas. Y en ese propósito devino momento significativo, sin dudas, el proceso de  consulta popular, cuyo resultado hizo posible que hoy dispongamos de una versión mucho más enriquecida, abarcadora.

• Descargue aquí la versión final del Código de las Familias

Otro punto importantísimo, definitorio, lo será el referendo fijado para el domingo 25 de septiembre, oportunidad en que ejerceremos nuestro derecho ciudadano de asistir y responder la interrogante que se formula. De si estamos de acuerdo o no con la legislación que se somete a la valoración popular.

Reitero que asistir el referendo, convocado por la Asamblea Nacional del Poder Popular, es un derecho ciudadano, como es derecho de cada elector ejercer su voto directo y secreto; sin embargo, nos asisten razones suficientes para decir Sí, llegado el momento.

Es el Código de las Familias, por cierto aprobado por la Asamblea Nacional, pero que por mandato constitucional se somete a referendo, una legislación inclusiva, moderna, que toma en consideración las realidades de la Cuba de hoy, que en modo alguno desdeña los preceptos de tratados y acuerdos internacionales de los que el país es signatario, entre ellos la Convención de los Derechos del Niño;  y sobre todo, no resta derechos a nadie, sino que abre un abanico de posibilidades para todos, sobre la base de los afectos y el respeto a la condición humana.

Como bien plantean los especialistas, no se discrimina y se vela por el bien superior de niñas, niños y adolescentes; se protegen a las personas en situación de vulnerabilidad, se abren nuevas posibilidades para la adopción, se protegen los derechos en el matrimonio sea formalizado o por unión de hecho afectiva.

Reitero que es amplio el diapasón de posibilidades para todos. Tal vez, por nuestra situación personal o familiar hoy no nos parezca que nos atañe; pero la vida no es estática, y tal vez mañana nos pongamos ante circunstancias en las que el Código de las Familias ofrece las coordenadas para salir adelante, sin crear conflictos y situaciones desagradables.

En el Código de las Familias, puesto a nuestra consideración, tal y como lo explica la fundamentación del mismo, “el afecto y la solidaridad son las plataformas y los ejes sobre los que giran las relaciones familiares, pues se vuelca la mirada en las familias como unión de personas vinculadas por un lazo afectivo, psicológico, sentimental que se obligan a una comunión de vida, de modo que se apoyen los unos a los otros. Así, el afecto gana y se afianza como valor jurídico”.

Cada uno de nosotros tendrá razones para el Sí. ¿Las mías? Porque no discrimina, porque  puedo sentirme tan abuela de la pequeña Liana, como Ana y Lourdes sus abuelas consanguíneas, porque soy también la tía de los hijos de mi amiga entrañable, como lo soy de Yoel, Carlos Daniel y Camila Beatriz, que lamentablemente se nos fue muy temprano.

Porque se pondera al amor y el afecto, por encima de todo, porque tenemos mayores variantes y posibilidades para dar solución a disímiles conflictos, porque quienes hoy no pueden acceder a la maternidad por vía natural, tendrán en la reproducción asistida (con todos sus requerimientos) una puerta abierta a poder experimentar esa sensación y responsabilidad inigualables.

En fin, porque nos delinea el presente y el futuro para los niños, adolescentes, jóvenes y adultos mayores de hoy y los de mañana.

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Tay Beatriz Toscano Jerez

Periodista.

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