Diez ideas de Fidel sobre el socialismo

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Fidel Castro Ruz, líder histórico de la Revolución cubana, a lo largo de los años de este proceso social, impulsó y dirigió la lucha del pueblo cubano por la consolidación del proceso, su avance hacia el socialismo, la unidad de las fuerzas revolucionarias y de todo el pueblo, las transformaciones económicas y sociales del país, el desarrollo de la educación, la salud, el deporte, la cultura y la ciencia, así como el enfrentamiento de las agresiones externas y la conducción de una activa política exterior de principios.

Ni la vida, ni el pensamiento de Fidel Castro pueden aislarse ni ocultarse. Pertenecen, a la parte esencial de un siglo que no se explica sino es a través de figuras de su talla, coherencia y verticalidad. Pocos, como él, resumen lo mejor y más puro de una tradición heroica y lúcida, batalladora e idealista que vino al mundo para sentarlo sobre bases nuevas y que se trazó una tarea digna de semidioses: la de emancipar al hombre de todos los azotes, de todos los sufrimientos, de todas las humillaciones y desastres, el primero de ellos, el de la injusticia derivada de la explotación y la ignorancia.

Desde “La Historia me absolverá” Fidel Castro ha desarrollado un pensamiento económico que integra la doctrina marxista con la ética martiana, enfrentando el bloqueo norteamericano a Cuba.

Fidel Castro Ruz; considerado como el pensador cubano más importante del siglo XX tiene una vida revolucionariamente intensa. En su labor como Comandante y líder de la Revolución cubana se le puede ver como un hombre universal, lo cual se sustenta en el significado de los valores básicos del hombre tal como lo concibe y los defiende. Sus ideas están llenas de plenitud, por eso trasciende a la cultura universal, constituyendo una fuente inagotable de conocimientos indispensables, para el estudio de los procesos y fenómenos de la realidad y para la formación de ese hombre nuevo que la humanidad tanto necesita. Es por todo lo antes expuesto que el presente trabajo tiene como objetivo analizar algunas ideas esenciales del pensamiento de nuestro líder sobre la construcción del socialismo en nuestro país.

“Los revolucionarios mueven la historia. La historia se debe a los revolucionarios”, Luis Báez

1.- El socialismo tiene toda una historia.

Fidel Castro toma el camino que lo llevará al marxismo y al leninismo de forma autodidacta, al contrastar la historia, y las tradiciones ideológicas y práctico-revolucionarias cubanas que Martí sintetiza radicalizándolas, con las ciencias sociales burguesas, especialmente la economía política, proceso que se completa una vez que entra en contacto con las obras principales de Marx, Engels y Lenin, y asume creadoramente sus concepciones.

Al tomar conciencia de que era posible llegar a Marx desde Martí, Fidel Castro estuvo en condiciones de elaborar su nueva concepción táctica y estratégica de la Revolución en Cuba, también en la esfera ideológica, articulando coherente y sistemáticamente las ideas martianas, marxistas y leninistas. Con la aplicación de su propia experiencia en la formación de la vanguardia revolucionaria, contribuye decisivamente a que sus más cercanos colaboradores primero, y las masas populares más tarde, comprendieran, que el objetivo supremo de la Revolución no podía ser únicamente derrocar la tiranía, consigna que había servido de elemento aglutinador inicial; sino que se imponía la proyección antimperialista y finalmente socialista de la Revolución, que concibe de forma interrumpida, bajo una misma dirección: uno de sus grandes aportes.

2.- El programa del Moncada y la crítica al capitalismo. ¿Programa marxista o socialista?

En el Programa del Moncada (“La Historia me absolverá”) el líder de la Revolución no podía hablar de confiscación a los capitalistas ni mucho menos de propiedad social y socialismo, pero su rotunda crítica al régimen de Batista encerraba indirectamente la crítica al capitalismo y sus relaciones de producción.

Por otra parte para dar respuesta a los seis grandes problemas sociales planteados por él (la tierra, la vivienda, la industrialización, el  empleo, la educación y la salud), se hacía imprescindible remover los cimientos de la propiedad privada capitalista imperante. Todos estos problemas tienen en su base las relaciones de propiedad, en este caso privada por lo que su solución implicaba la remoción de la misma y su reemplazo por un tipo superior de propiedad que no podía ser otro que la propiedad social socialista.

En “La Historia me Absolverá”, se plantea la reforma agraria consecuente y, por tanto, la liquidación del latifundio. Se puede observar cómo efectivamente, la reforma agraria, las ideas sobre la enseñanza, la salud del pueblo y en otras esferas están insertadas en el programa y todas ellas, objetivamente conducían al socialismo. Por demás, tales aspiraciones, ya estaban dispuestas, en cierta medida, en la Constitución de la República de Cuba de 1940 pero, desde luego, nunca se aplicaron pues no se dictaron jamás las leyes complementarias de la carta magna.

Es necesario significar el análisis de nuestro comandante sobre la situación de la propiedad en ese momento histórico. Basta señalar que la Reforma Agraria significaba un enfrentamiento al imperialismo como lo prueba la evolución ulterior del proceso cubano. Obviamente, las ideas de Fidel y los moncadistas habían rebasado, con mucho, las contenidas en aquella carta magna, pero sus principios estaban insertados en la cultura política cubana, los que fueron asumidos en su forma radical por la juventud de entonces.

Para esa fecha Fidel Castro ya conocía y compartía las tesis de Marx y Engels formuladas en el “Manifiesto del Partido Comunista” y “El Capital” acerca de la necesidad histórica de la abolición de la propiedad privada capitalista y el establecimiento de la propiedad social.

El 26 de julio de 1961 diserta sobre el significado del socialismo en un momento en que la propaganda enemiga lo satanizaba y trataba de debilitar el apoyo a la Revolución de la pequeña burguesía. Esclarece un concepto importante, la diferencia entre expropiar mediante leyes y lograr un sistema económico y social acabado o lo que en términos de Lenin sería la socialización real o efectiva.

“¿Qué quiere decir que la Revolución es socialista?, ¿quiere decir que aquí todo está socializado?  No.  ¿Quiere decir que aquí todo se va a socializar en el acto?  No. Es que la Revolución es un proceso, y es que el socialismo tampoco se logra por decreto. El socialismo es un régimen económico y social que se alcanza a través de un proceso; no se logra por decreto.  Por decreto se pueden nacionalizar los centrales azucareros, por decreto se pueden nacionalizar los bancos, por decreto se pueden nacionalizar las grandes industrias, por decreto se pueden ir adoptando una serie de medidas, pero por decreto no se logra un régimen económico-social acabado. Entre otras cosas, la Revolución es un proceso de educación del pueblo, es un proceso de formación de conciencia revolucionaria”.[i]

3.- “¿Por qué me hice socialista?”.

“Más claramente, ¿por qué me convertí en comunista? Esa palabra que expresa el concepto más distorsionado y calumniado de la historia por parte de aquellos que tuvieron el privilegio de explotar a los pobres, despojados desde que fueron privados de todos los bienes materiales que proveen el trabajo, el talento y la energía humana”. Discurso de clausura del VII Congreso del PCC en el Palacio de Convenciones, el 19 de abril de 2016, Año 58 de la Revolución.

En este sentido, pueden delimitarse cuatro momentos esenciales: la lucha por la toma del poder, el tránsito al socialismo, los inicios de la construcción de la nueva sociedad, y la situación creada con la destrucción de la URSS y el campo socialista Este-Europeo.

La victoria del Primero de Enero de 1959 abrió una nueva etapa en el proceso de concientización de las masas populares. La historia de Cuba y el ejemplo, las ideas de sus próceres, principalmente de Martí, devinieron fuentes argumentales esenciales para demostrar la necesidad de avanzar hacia la plena liberación nacional. Las agresiones imperialistas, que no se hicieron esperar, crearon las condiciones objetivas para la aceleración y profundización de este proceso que, además, contribuyó a que el pueblo comprendiera que, una vez cumplido el programa del Moncada, la Revolución tenía necesariamente que transformarse en socialista como único camino para preservar la independencia nacional. Por ello, el l6 de abril de 1961, tras la nacionalización de las empresas privadas nacionales y extranjeras, las masas acogieron la proclamación del socialismo, como consecuencia natural del cumplimiento del programa del Moncada.

Es posible afirmar que en la Cuba del siglo XX, los ideales de liberación nacional y el antimperialismo, tuvieron como fuente principal el pensamiento martiano; mientras que las nuevas condiciones socioeconómicas exigieron la proyección socialista de la Revolución, que se nutrió de las concepciones marxistas y leninistas. Sólo así resultó posible hacer realidad el modelo social de justicia para los humildes y respeto a la dignidad humana que Martí concibió para su patria y para el continente, que ya para entonces no podía fundamentarse sobre la igualdad social sin la igualdad económica, a diferencia del proyecto martiano.

El modelo social de justicia que encierra el pensamiento de Fidel se expresa sobre la base de construcción del socialismo como un modelo de desarrollo para lograr los objetivos de la lucha revolucionaria y es por eso que expresó:

4.- ¿Socialismo sin Independencia?

“Usted no puede construir el socialismo si no es independiente y, sencillamente, no somos independientes. Yo diría que debemos garantizar, fundamentalmente, la independencia (…)”.

(Diálogo sostenido en la clausura del Encuentro Juvenil y Estudiantil de América Latina y el Caribe sobre la Deuda Externa, Palacio de las Convenciones, Ciudad de La Habana, 14 de septiembre de 1985).

“La independencia no es una bandera, o un himno, o un escudo; la independencia no es una cuestión de símbolo, la independencia depende del desarrollo, la independencia depende de la tecnología, depende de la ciencia en el mundo de hoy. ¿Cómo podemos alcanzar eso sin educación? ¿Cómo podemos competir sin educación? ¿Cómo podemos manejar las máquinas modernas sin educación, hoy que casi todo se resuelve a través de la electrónica y la computación? En la era de estas técnicas, ¿cómo poder ser libres manteniéndonos analfabetos, si no empezamos por la educación?”. (Diálogo sostenido en la clausura del Encuentro Juvenil y Estudiantil de América Latina y el Caribe sobre la Deuda Externa, Palacio de las Convenciones, Ciudad de La Habana, 14 de septiembre de 1985).

Para lograr la construcción del socialismo se logró el 1ro. de enero del año 1959 el triunfo de la Revolución que significó el fruto de la independencia. Las primeras medidas fueron encaminadas a la toma del poder político y económico por ello se disolvió el Congreso de la República y todos los órganos del poder estatal y administrativos nacional y en su lugar se instalaron las autoridades revolucionarias, se dictaron leyes y medidas a favor del pueblo, se confiscaron bienes, en un año se recuperaron para el pueblo numerosas empresas por un valor de 400 millones de pesos, al mismo tiempo nuestro líder va educando al pueblo en la necesidad de lograr la unidad y la lucha contra la discriminación por prejuicios raciales y de sexo, así el papel del proletariado y de los campesinos en la construcción del socialismo, en la Primera Declaración de La Habana se demuestra la unidad del pueblo en torno a su líder y la Revolución, en el primer año de esta, se va dando cumplimiento al programa del Moncada y sienta las bases económicas, políticas y de conciencia del pueblo para declarar el día 15 de octubre de 1960 el carácter socialista de la Revolución.

Para nuestro líder:

5.- El socialismo es la ciencia del ejemplo.

“El socialismo es la ciencia de llevar al pueblo al desarrollo del país, llevar a las masas a su participación directa en el desarrollo de la Patria, ganar las masas para esa gran causa; el socialismo es la ciencia de crear, preservar y desarrollar el más amplio vínculo, el más profundo vinculo del Partido con las masas; el socialismo es la ciencia de dirigir con métodos correctos; el socialismo es la ciencia del ejemplo”. (Discurso pronunciado en el acto conmemorativo por el XXXVI aniversario del asalto al Cuartel Moncada, Plaza Mayor General Ignacio Agramante, Camagüey, 26 de julio de 1989).

6.- El socialismo no es una opción sino una necesidad histórica.

Fidel Castro analiza la propiedad socialista como un ente dinámico en la construcción del socialismo, una relación directa entre el trabajo liberado de la explotación capitalista y los medios de producción que ahora le pertenecen a todo el pueblo. Expresa la confianza infinita en el futuro a partir de esta relación fundamental de producción. Considera que lo más importante es esta unión entre el pueblo y sus medios de producción porque ello permitirá lograr todo lo que este reclama y se propone.

“Es decir que cómo podremos preocuparnos del porvenir si hoy todos los instrumentos de producción están en manos del pueblo.  Hambre había, escasez, es decir, falta de recursos y de ingresos para el pueblo cuando estaban en manos de los monopolios extranjeros los medios de producción; pero hoy, que el pueblo es dueño de los instrumentos de producción, hoy, que el pueblo es dueño de las mejores tierras, hoy, que el pueblo es dueño de las mejores y mayores industrias, hoy, que el pueblo es dueño de sus recursos naturales, hoy, que el pueblo con su trabajo puede producir (…)  ¡Cómo no ha de ser risueño el porvenir de nuestro país! El pueblo tendrá todo lo que quiera, puesto que el pueblo es hoy dueño de las mejores tierras y es dueño, en lo fundamental, de la industria, y tendrá todo lo que quiera producir con su trabajo, todo lo que quiera producir con su esfuerzo”[ii]

Continuaba argumentando que al estar en manos del pueblo los principales medios de producción este podía obtener todo lo que quisiera, se podían resolver todos sus problemas. Son conceptos esenciales que hoy se asocian a la prosperidad a partir del trabajo y de los esfuerzos propios.[iii]

“El socialismo es un sistema social nuevo que empieza con tremenda fuerza creadora, que desarrolla nuevas ideas, nuevas experiencias. Y en ese campo de las ideas y de las experiencias también debemos actuar nosotros y también debemos crear nosotros, y llegar a la más cabal interpretación de las ideas de Marx, de Engels y de Lenin, y hacer también nuestro aporte en las nuevas circunstancias, en las condiciones nuevas. Tenemos que llegar al más cabal desarrollo de la idea del papel del Partido, y al desarrollo de instituciones que garanticen la más estrecha ligazón entre las masas y su Partido de vanguardia”.

Discurso pronunciado en la concentración conmemorativa del Sexto Aniversario de la Revolución, Plaza de la Revolución, 2 de enero de 1965

“(…) la Revolución tiene que luchar y la Revolución tiene que existir, y que para la Revolución no hay alternativa en nuestra patria. Es decir, no se conciben ni la independencia de este país, ni la soberanía de este país, ni el futuro de este país sin el socialismo. El socialismo es la esencia de nuestra Revolución, y esa es la primera reflexión que hacemos todos los días por la mañana para llegar a la conclusión a que hemos llegado, que es ¡socialismo o muerte!”. (Discurso pronunciado en el abanderamiento del Contingente “Blas Roca” como Vanguardia Nacional, 3 de junio de 1990).

“Pero sí es claro que cada país tiene condiciones concretas, que cada revolución se desarrolla en un país en concreto, en circunstancias internacionales concretamente distintas, con un grado de desarrollo concretamente distinto, en climas que muchas veces son concretamente distintos; y también no solo estos factores objetivos, sino también factores subjetivos: países con tradiciones distintas, pueblos con idiosincrasias distintas, que le señalan a los dirigentes de la revolución en cada caso concreto y en cada país concreto y en cada circunstancia concreta no copiar de nadie, sino sencillamente interpretar la doctrina, interpretar la teoría, y aplicarla a las circunstancias y condiciones concretas de ese país”.

Discurso pronunciado en la concentración conmemorativa del Sexto Aniversario de la Revolución, Plaza de la Revolución, 2 de enero de 1965

“Cada pueblo hace su aporte a la revolución, cada pueblo hace su aporte a la historia, cada pueblo hace su aporte a las ideas y a la cultura universal en la medida de sus fuerzas. Y cada uno aporta grandes enseñanzas y grandes experiencias. Debemos saber que cada uno aporta aciertos y aporta errores. Pero los errores que cada país en su propia experiencia aporte, si son imitados, si son repetidos, la culpa no será nunca de los que los cometan, sino de los que los copien. Porque un error puede ser también una enseñanza positiva, ya que los errores cometidos o que podamos cometer nosotros, han de ser útiles también a otros pueblos para que otros pueblos no cometan esos errores. Es decir que debemos copiar todas las experiencias, las positivas; y aquellas que no dieron un resultado positivo, tenerlas también en cuenta, y sacar también de ellas una utilidad para no repetirlas”.

(Discurso pronunciado en la concentración conmemorativa del Sexto Aniversario de la Revolución, Plaza de la Revolución, 2 de enero de 1965).

“El socialismo no es una opción coyuntural, no es un juego pasajero, no es, ni puede ser, una decisión transitoria; el socialismo es una necesidad histórica insoslayable, el socialismo es el resultado del desarrollo político e ideológico de nuestra sociedad, el mayor y mejor fruto de nuestra historia”.

(Discurso pronunciado en el acto central por el XXXVII aniversario del asalto al Cuartel Moncada, Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana, 26 de julio de 1990).

7.- ¿Por qué no se derrumbó el socialismo en Cuba?

Las reiteraciones son unos de sus modos de trabajar, desde 1989 Fidel Castro había planteado la posibilidad de la desaparición de la URSS y del socialismo Este-Europeo. Entre los errores fundamentales que hicieron realidad tales pronósticos, Fidel Castro ha señalado la destrucción indiscriminada y acrítica de la historia patria, y el sistemático desprestigio del Estado y del Partido, junto al intento de rectificar, al mismo tiempo, los errores político y económico sociales generados a lo largo de la construcción del socialismo, sin dejar de tener en cuenta la injerencia imperialista.

“Hace más de dos años y como una prueba de realismo, como una prueba de previsión y de premonición hablamos de estos problemas. El 26 de julio dije que si el campo socialista desaparecía, seguiríamos defendiendo el socialismo y que si en la URSS se producía una contienda civil –cosa que no esperábamos o más bien no deseábamos–, si la URSS se desintegraba, aun en esas increíbles circunstancias nosotros seguiríamos defendiendo el socialismo”. (Discurso pronunciado en la inauguración del IV Congreso del Partido Comunista de Cuba, Teatro “Heredia“, Santiago de Cuba, 10 de octubre de 1991).

En el año 1989, se produjeron en el ámbito internacional, una serie de acontecimientos que provocaron un impacto muy fuerte en la estructura y desarrollo de la economía cubana. Estos hechos significaron para Cuba, la ruptura de todo un conjunto de relaciones que se habían establecido y desarrollado a lo largo de más de 30 años.

Durante décadas, los programas anuales y quinquenales de la economía cubana se basaron en la existencia de la comunidad socialista, cuyos miembros concertaron múltiples acuerdos y convenios, y establecieron estrechas relaciones económicas, sobre la base de la reciprocidad y el beneficio mutuo.

Entre los factores que propiciaron que la Revolución cubana no se destruyera, en 1991, se destaca en primera línea el hecho de que la articulación entre las tradiciones nacionales revolucionarias y la ideología del proletariado, permitió el enraizamiento del marxismo y el leninismo en la cultura nacional, proceso en el que Fidel Castro es figura señera.

En esos momentos la propiedad socialista de todo el pueblo predominante no solo en la producción sino en otras esferas de la economía fue el primer escalón de la resistencia y supervivencia, pero ante una escasez extraordinaria de recursos financieros, materiales, técnicos y tecnológicos reclamaba algunas modificaciones domésticas y la atracción de capitales extranjeros, buscando los principales factores de la subsistencia económica: capital, técnica y tecnología, y mercados.

En esas circunstancias el pensamiento de Fidel Castro brilla una vez más.

 “Son industrias de la nación en su inmensa mayoría, aunque a veces nos asociamos a empresas extranjeras con beneficios para el país (…). Son detalles tácticos, lo importante es la estrategia, y la estrategia es ¡Socialismo!; la estrategia es control de la economía por la nación, y la riqueza del país en beneficio del pueblo”.

8.- Nuevos cambios nuevas estrategias.

Respecto al desarrollo económico, Fidel agregaba que, aún en las circunstancias más difíciles, se trataría de mantener lo alcanzado y continuar con las tareas priorizadas, entre las cuales enumeró las siguientes:

1- Programa alimentario.

2- Desarrollo de las ciencias, que incluía nuevas industrias de biotecnología y de la rama farmacéutica.

3- Continuar desarrollando la agricultura.

4- Dar un impulso a las industrias para las exportaciones y a los planes turísticos.

5- Continuar el avance de los programas de industrias de importancia estratégica, especialmente la construcción de presas, canales, sistemas de riego, hoteles, pedraplenes, etc.; así como la búsqueda de nuevos renglones exportables y la potenciación de los existentes. La idea de que el país lograra seguir adelante, se concibió aún para el Período Especial, tomando las medidas que fueran necesarias, con firmeza y responsabilidad.

Relaciona dialécticamente dos nociones importantes: la vinculación directa del socialismo con la propiedad socialista y el reconocimiento de la necesidad de compartirla con los capitalistas extranjeros.

Cuando pronunció este discurso (1996), ya se había detenido la caída y recién comenzaba la reanimación de la economía. La propiedad estatal y la vinculación de algunas de sus principales empresas con la inversión extranjera fueron algunas de las principales causas de estos dos eventos.

Varios años después, más consolidada aún la reanimación económica, vuelve sobre esta idea:

“(…) Hemos combinado las propiedades nacionales con las empresas mixtas, algunas son de Liborio ciento por ciento. No hemos vendido el país, el país es nuestro y para el futuro de nuestro pueblo”.

A mediados del 2000, contestando unas preguntas de Federico Mayor precisa:

“Como principio general en Cuba nada que sea conveniente y posible mantener como propiedad de todo el pueblo o de un colectivo de trabajadores será privatizado (…)”.

Esta afirmación es paradigmática, trasciende ese momento histórico y se convierte en una suerte de principio del proceso de actualización e incluso del modelo actualizado en su momento.

En 2002, en plena “Batalla de Ideas”, cuando el centro de la política económica se desplazó hacia la esfera social para tratar de solventar la deuda social acumulada en la primera década del Período Especial, el líder histórico declaró:

“El único derecho de propiedad que conocía la casi totalidad de Cuba hasta 1959, era el derecho de las grandes empresas extranjeras y sus aliados de la oligarquía nacional a ser dueños de enormes extensiones de tierras, de los recursos naturales del país, y a la propiedad de las grandes fábricas, los servicios públicos vitales, los bancos, los almacenes, los puertos, los hospitales y escuelas privadas que prestaban servicio de calidad a una ínfima minoría privilegiada de la población. (…) La revolución socialista ha creado más propietarios que lo que había creado el capitalismo en Cuba a lo largo de siglos. (…) Lo más importante: la Revolución convirtió al pueblo cubano en propietario de su propio país”.

Las transformaciones operadas en nuestra economía desde entonces no han sido obra de la improvisación, sino fruto del análisis que previsoramente hizo la Dirección del país acerca de las situaciones que podrían sobrevenir, de las alternativas factibles a aplicar y de la convicción del Comandante en Jefe de que el factor clave para afrontarlas y salir adelante era la resistencia.

9.- Un mundo no neoliberal es posible.

Nos alertó una y mil veces sobre el peligro del ALCA y el TLC y cómo combatirlo a través del ALBA. Desenmascara con ideas y hechos concretos la doble moral del Imperio en relación al terrorismo. Nos habla de la supervivencia y del daño irreversible que produce el Imperio desde el punto de vista ecológico al subestimar el necesario equilibrio que se requiere para salvar la Naturaleza y la vida de la humanidad.

“El ALCA, como ya se reiteró aquí, es la anexión de América Latina a Estados Unidos; una unión espuria entre partes desiguales, donde el más poderoso se tragará a los más débiles, incluidos Canadá, México y Brasil”. (Discurso pronunciado en la clausura del V Encuentro sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, Palacio de las Convenciones, Ciudad de La Habana, 14 de febrero de 2003).

Fidel piensa que al Banco Mundial lo han arrastrado y lo han obligado a abandonar las tareas que se le concedieron al finalizar la guerra, que eran las de promover el desarrollo social, y lo han dedicado, por completo, a operaciones de salvamento. Conoce la opinión de la mayoría de los que participan en esa institución, opuestos a tales tareas, que le han sido y le son impuestas, aunque allí no exista el derecho al voto que nuestro poderoso vecino del Norte posee en el Fondo Monetario Internacional, poder de voto que ejerce de forma absoluta. Jamás —como en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas— se tomará una decisión a la cual ellos se opongan, porque ese derecho al voto lo han ejercido allí, por lo menos, cuatro o cinco veces más que todos los demás miembros del Consejo de Seguridad juntos.

Si Cuba ha podido hacer lo que ha hecho en la educación, la salud, la cultura, la ciencia, el deporte y otras esferas sociales, con éxito que nadie cuestiona en el mundo, a pesar del bloqueo económico que dura ya más de seis décadas, y, además, ha revalorizado siete veces su moneda en los últimos cinco años con relación al dólar, ello fue posible por el privilegio de no pertenecer al Fondo Monetario Internacional. El mencionado Fondo Monetario Internacional es la organización emblemática del actual sistema monetario. En ella Estados Unidos disfruta de poder de voto sobre sus decisiones.

“El Fondo Monetario Internacional debe igualmente transformarse y democratizarse. Tiene que dejar de ser un desestabilizador político universal y un gendarme financiero de los intereses de Estados Unidos. Nadie debe tener derecho de veto sobre sus decisiones. Este principio debe ser también aplicable al Banco Mundial”. (Discurso pronunciado en la primera sesión de trabajo de la XII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, Durban, Sudáfrica, 2 de septiembre de 1998).

Fidel no concebía el socialismo sobre las bases de una economía de mercado o neoliberal, al respecto señalaba que el discurso neoliberal recomienda la liberalización comercial como fórmula única y absoluta para alcanzar la eficiencia y el desarrollo. Según ella, todos los países deben eliminar los instrumentos de protección de sus mercados internos, y las diferencias de desarrollo entre países, por grandes que sean, no justificarían desviarse del camino que pretende presentar sin otra alternativa posible. A los países más pobres sólo se les reconoce, después de arduas negociaciones en la OMC, alguna pequeña diferencia en los plazos para entrar plenamente en ese nefasto sistema.

10.- El capital humano: Pilar del socialismo cubano.

Algunos sueños futuros tendrán que esperar, pero estos se cumplirán. Las inversiones más importantes ya están hechas, y fueron mínimas. El papel fundamental lo ha jugado y lo seguirá jugando el inmenso capital humano de nuestro pueblo.

“(…)  hoy prácticamente el capital humano es, o avanza aceleradamente para ser el más importante recurso del país, muy por encima de casi todos los demás juntos. No estoy exagerando”.

(Discurso pronunciado en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la Universidad de La Habana, Aula Magna de la propia casa de altos estudios, 17 de noviembre de 2005).

Hoy políticamente estamos más unidos y fuertes que nunca. Estamos mucho mejor preparados para enfrentar esta situación. Nuestra justicia social permite proteger a todos los ciudadanos. Existe mayor organización en nuestras instituciones políticas y de masas, en nuestro Estado y en nuestro Gobierno.

Nuestro sistema empresarial se va perfeccionando. Hemos aprendido a producir con pocos recursos, más eficacia y más disciplina. Conocemos lo que ha venido pasando en el mundo con los que renunciaron al socialismo y han aplicado las recetas neoliberales. Contamos con un pueblo cada día más culto, más consciente y mejor preparado en todos los sentidos.

“Tardamos algún tiempo, pero nos dimos cuenta de que había muchas cosas que rectificar para perfeccionar el socialismo sin negarlo. Perfeccionar el socialismo no puede significar bajo ningún concepto negar las cosas extraordinarias que trajo para nuestro país, que trajo para los pueblos y trajo para el mundo. Pero nosotros éramos los primeros que estábamos conscientes de la necesidad de rectificar”.

(Discurso pronunciado en la inauguración del IV Congreso del Partido Comunista de Cuba, Teatro “Heredia”, Santiago de Cuba, 10 de octubre de 1991).

Fidel lleva a cabo la tarea de proselitismo político, empeñado en una labor de incorporar fuerzas y de estrechar filas, con el objetivo de unir a todos los hombres honestos del país, alrededor de las posiciones de lucha, es el máximo exponente de la necesidad de transformar, perfeccionar nuestro modelo económico, ya que parte de la necesidad de los cambios y se manifiesta en su magistral concepto de Revolución, es por ello  que al iniciarse el Período Especial nuestra ideología socialista había sufrido un terrible golpe, pero en realidad, el terrible golpe lo recibe la ideología del adversario con su profunda crisis económica e ideológica.


Por: MSc. Jesús Fuentes Águila*

*MSc Profesor de la Escuela Provincial del Partido “Alejandro Nápoles León”.

 

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