Defensa de la nación
Tiempo de lectura aprox: 19 segundos
Por: Ángel Augier
Sufre el imperio criminal un sueño, /que padece aún más cuando delira: /robarle a Cuba el aire que respira/ e imponerle al águila por dueño.
Más vale que abandone tal empeño, /pues si fuera verdad y no mentira, /Cuba se convirtiera en una pira /por reducir cada invasor a leño.
El fuego sirve a Cuba en su destino /de fundir vida nueva en el camino /del ser humano que trabaja y crea, /y prefiere cumplir cada mañana /esa función de dignidad humana /de ennoblecer con su función la idea.
Visitas: 0

