Corregir distorsiones y reimpulsar la economía nacional: una cuestión de todos

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¿Cuánto de las distorsiones que hoy son evidentes corresponden a mi esfera de actuación? ¿Cuánto más podemos aportar para dejar esos “lastres” atrás y avanzar lo que se requiere?

Un llamado a corregir distorsiones y reimpulsar la economía se reitera por estos días y tengo certeza de que no se trata de un grito desesperado, de un momento y ya; de ahí que me resulten valederas las interrogantes que encabezan este comentario.

Es una necesidad imperiosa y no es responsabilidad única de quienes ostentan altas responsabilidades en el Gobierno y el Estado cubanos. Desde cada lugar han de sumarse no solo voluntades. Hacen falta resultados y que éstos impacten a corto, mediano y largo plazos, en la calidad de vida de cada uno de nosotros.

¿Qué es fácil el camino? ¿Qué con tan solo desearlo habrá una solución? Por supuesto que no; de ahí que debamos sumarnos en aras de dejar atrás lo que no se hizo bien y poner en práctica otras maneras mucho más fructíferas.

También por estos días, los máximos dirigentes del país han recorrido de un extremo al otro el archipiélago cubano.  En un primer momento se han apreciado buenas prácticas, al decir del propio Presidente Díaz-Canel, excepciones que han de convertirse en regla; pero la mirada ha llegado-asimismo- a algunos sitios donde las cosas no funcionan bien y en ellos el espíritu ha sido alentar, alertar y estimular la transformación en pos del bien común.

Toca ahora poner manos a la obra, sin prisas, pero sin pausa porque solo el esfuerzo del pueblo y sus dirigentes, como guía, impedirán qué la Revolución se venga abajo, algo que tanto añoran los enemigos seculares del sistema social cubano; y sin dudas una economía sólida, será sostén de un desarrollo social en el que nadie quede atrás, mucho menos quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Se ha definido, como principio, que cada medida se aplicará justamente cuando existan las condiciones para ello. Habrá que sopesar los elementos, verificar hasta el último de los detalles pues se trata de que surta un efecto positivo y no lo contrario.  Nuestra brújula ha de indicar siempre hacia adelante que es lo mismo que la garantía de equidad, soberanía y una vida digna para todos.

Creo necesaria la reiteración: corregir distorsiones y reimpulsar la economía cubana no es un modismo; es una necesidad impostergable que ha de estar transversalizada por el aporte desde lo individual y lo colectivo, con la certeza de que ninguna esfera económica o social escapa a esta mirada, en primer lugar, introspectiva y luego más allá de la actividad que desempeñamos.

No se trata de encontrar culpables a ultranza; es mucho más que eso; se trata de poner en el rumbo correcto y con esfuerzos propios la base de todo nuestro desarrollo: la economía nacional.

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Tay Beatriz Toscano Jerez

Periodista.

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