Con los pies en la tierra

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Por: Efraín Cedeño

“La maravillosa”, una parcela de 7,2 cordeles de tierra, ubicada en un corredor del tendido eléctrico de alta tensión, es sembrada y cultivada por Isidro Chaviano Prieto, un vecino del propio reparto de Pastorita. Gracias al Decreto Ley 300 y a la voluntad de su dueño octogenario, florecen allí los frutos destinados a la mesa de su familia y de numerosos vecinos del asentamiento de la periferia de Cienfuegos.

Plátanos de más de 15 variedades, y una copiosa arboleda con guanábanas, chirimoyas, mangos, aguacates, mameyes, guayabas, así como cacao, café, plantas medicinales de diversos tipos, hortalizas, viandas, cerezas, uvas, maracullá… crecen en “La maravillosa”, al amparo y cuidado del viejo Isidro, quien siembra para él. Sin embargo es perjudicado por los ladrones de barrio, los inescrupulosos que no respetan el trabajo ajeno.

Y pese a las enfermedades que padece este agricultor, diabetes y cardiopatías, se levanta todos los días a las faenas y en las noches es el custodio de la parcela. Esa constancia es la que hacer parir la tierra con los pies bien puestos en ella. ¿Quién dijo que no se puede?

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