Brasil bate su récord de exportaciones en 2024
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Entre enero y agosto de 2024, Brasil alcanzó un récord de exportaciones. Las ventas al exterior superaron 227.000 millones de dólares. Analistas en comentarios a Sputnik explican cómo estas cifras reflejan el escenario económico brasileño.
Las cifras divulgadas recientemente por la Secretaría de Comercio Exterior del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (Secex/MDIC) muestran que las exportaciones brasileñas alcanzaron un récord de enero a agosto, llegando a 227.000 millones de dólares, lo que supone un aumento del 1,1% en comparación con el mismo período del 2023.
Al mismo tiempo, las importaciones en el período totalizaron 173.000 millones de dólares — un aumento del 6,6% en relación con el 2023. Con este dato, el flujo comercial, que refleja la suma de las importaciones y exportaciones brasileñas, totalizó 400.000 millones de dólares, con un superávit comercial de 54.080 millones de dólares.
En cuanto a los sectores, los datos muestran que en agosto hubo una reducción de 1.460 millones de dólares en las exportaciones agropecuarias y mineras, y de 580 millones de dólares en el sector minero. Las exportaciones de productos de la industria manufacturera aumentaron en 1.100 millones de dólares.
En una entrevista con Sputnik, varios especialistas analizaron lo que los datos reflejan la situación actual de la economía brasileña. La economista y profesora de la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ), María Beatriz de Albuquerque David, señala que entre los factores que llevaron al récord de exportaciones están la devaluación del real y el aumento de las exportaciones de productos procesados.
“También hay una reducción en el precio de las materias primas, tanto agrícolas como extractivas, así como una caída en las cantidades exportadas”, explica.
Mientras que el escenario de enero a agosto de 2024 es de máximos y récords batidos, las cifras de julio y agosto son diferentes. Según la profesora y coordinadora del programa de pregrado de economía del Insper [Universidad privada en Sao Paulo], Juliana Inhasz, hay que observar estos dos escenarios. Si en los primeros ocho meses, como ella indica, hubo una devaluación en el precio de los productos, sumado a un tipo de cambio más alto, lo que favoreció las exportaciones, el mal balance en los dos meses previos a septiembre muestra una reducción en el volumen de mercancías enviadas.
“Esto significa que estamos vendiendo menos al exterior; señal y reflejo de muchas cosas, desde el hecho de que el producto brasileño está compitiendo con otros productos. Las sequías aquí contribuyen negativamente a la calidad del producto, especialmente de los agroproductos”, aclara Inhasz.
En relación con la reducción de las exportaciones en el sector agrícola y el aumento en la industria de transformación, la profesora del Insper expone las diferentes valoraciones atribuidas a las categorías.
En opinión de Inhasz, los productos agrícolas han sufrido una devaluación en el mercado internacional, lo que significa que los bienes se han abaratado.
“Estamos recibiendo menos por ellos, así que eso debería explicar la mayor parte de esta caída adicional del volumen, que fue uno de los datos medidos específicamente para el mes de agosto”, apunta.
En cuanto al aumento de los productos que compiten con la industria manufacturera, la experta lo deriva del incremento del tipo de cambio, aunque la subida es discreta.
“La industria manufacturera no está pasando hoy por el mismo proceso de devaluación de los productos, como es el caso de la agricultura, porque la industria manufacturera no cotiza internacionalmente, no es un producto básico, entonces lo que pasa es que probablemente el valor sea un poco más alto porque el tipo de cambio está alto”, detalla.
A pesar de la significativa subida en una serie histórica, las cifras no representan “un sobreprotagonismo de la economía brasileña”, precisa Inhasz.
Asegura que existe una gran dependencia del sector exterior y el aumento del tipo de cambio hace más ventajosas nuestras exportaciones, pero al mismo tiempo también encarece las importaciones.
“En el caso de Brasil, tiene poca capacidad para sustituir una parte importante de los productos que importa. Lo que ocurre al final es que acabamos teniendo que pagar precios más altos”, manifiesta.
Según Inhasz, el crecimiento en lo que va de año podría ser significativo, representando cifras récord, efecto también de “una recuperación económica”. Sin embargo, la balanza comercial sigue siendo discreta, “señalando la gran dependencia de Brasil de los productos que compramos fuera de estas importaciones”.
Aunque la noticia sobre el aumento de las exportaciones brasileñas llega el mismo día en que el mercado elevó su proyección para la expansión del PIB del 2024 del 2,46% al 2,68%, el analista no cree que las exportaciones brasileñas vayan a liderar este crecimiento económico por el momento.
“Esta cifra no está impulsada tan fuertemente por las exportaciones, porque como hemos visto en el balance entre exportaciones e importaciones, el resultado que estamos obteniendo es todavía bastante pequeño”, concluye.
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