Refugio de esperanza

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El amor de Yuderkis Verges Flores por su hijo Jorgito trasciende cualquier dificultad. 

Apenas 19 días después de su nacimiento, Jorgito sufrió una parálisis cerebral que, tras la etapa crítica, derivó en epilepsia y una discapacidad intelectual moderada. Lejos de resignarse, Yuderkis se convirtió en una guerrera, buscaba respuestas y el mejor camino para el desarrollo de su hijo.

“Sabía que existía alguna discapacidad, él no sostenía la cabeza y apenas caminaba”, recuerda Yuderkis. Su intuición la llevó al Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO), donde encontró el apoyo y la guía que necesitaba.

“Sus especialistas se sorprendieron, porque era de las pocas madres que les solicitaba educación especial para el pequeño, pues no es usual que  reconozcan la discapacidad de sus hijos”, comenta.

Desde entonces, Jorgito forma parte de la matrícula de la escuela especial Pedro Romero, donde ha encontrado un espacio seguro y propicio para su crecimiento.

LA ACPDI: LEGADO DE LUCHA Y AMOR
Jorgito integra un proyecto que le posibilita conocer sobre las señales del tránsito.
Jorgito integra un proyecto que le posibilita conocer sobre las señales del tránsito.

Hace apenas un año, en Cienfuegos nació la Asociación Cubana de Personas en Situación de Discapacidad Intelectual (ACPDI), un refugio de esperanza para Yuderkis y Jorgito, y para muchas otras familias que enfrentan situaciones similares.

La ACPDI tiene como misión aglutinar a las personas con discapacidad intelectual, a sus representantes legales o apoyos. También posee como encargo promover el desarrollo inclusivo y participar en la creación de políticas públicas que garanticen el pleno ejercicio de sus derechos.

“Fue gracias a la directora de la ‘Pedro Romero’ que supe de la ACPDI”, confiesa Yuderkis, con evidente alegría. Desde ese día, ambos forman parte de los 143 asociados con que cuenta la organización en el territorio.

El compromiso de Yuderkis con la ACPDI la ha llevado a ocupar el cargo de vicepresidenta provincial, atendiendo específicamente la inclusión a la vida comunitaria. “Esto demanda mayor entrega en fomentar valores para que nuestros asociados sean personas, cada vez, más integradas al colectivo”, explica.

La ACPDI, a través de sus miembros y sus acciones, busca derribar barreras y construir puentes hacia la inclusión. “Todas estas personas tienen un don de aptitudes, la idea es ayudarlo a que ellos se crezcan y se inserten en la vida social, y dentro de ella en el ámbito económico, cultural, laboral. Siempre sumando capacidades y no ‘dis’…”, refiere Yuderkis, quien busca una palabra correcta para enfatizar la importancia de enfocarse en las potencialidades y no en las limitaciones.

La asociación en Cienfuegos ha dado “grandes pasos” en el proceso de asociar a las personas en situación de discapacidad intelectual, insertándose en talleres y promoviendo ideas propias para seguir adelante.

“Muchas madres añorábamos que los derechos de nuestros niños se vieran reflejados ante la sociedad”, afirma Yuderkis para resaltar la importancia de la ACPDI como un espacio de defensa y promoción de los derechos de las personas con discapacidad intelectual.

CANTO DE ALAS CORTAS QUE SUEÑA CON NUBES

La ACPDI tiene sus antecedentes en el Grupo de Apoyo a las Personas con Discapacidad Intelectual y sus familias, creado en el año 2013. Gracias al trabajo realizado durante una década por este grupo, con el apoyo de los órganos del estado, el gobierno y asociaciones hermanas, se impulsó la creación de la Asociación Cubana de Personas en Situación de Discapacidad Intelectual, consolidando un camino de lucha y amor que busca construir una sociedad más justa e inclusiva para todos.

Yuderkis, antes de culminar el diálogo me comenta sobre la última frase que Jorgito expresó y que dejó a los de casa sorprendidos: “Mi canto tiene alas cortas, pero sueña con nubes”.

La historia de esta madre y su hijo es un testimonio convertido en ejemplo de las innumerables familias cubanas que cada día defienden el derecho de sus hijos para que sean iguales ante los ojos de quienes los discriminan por presentar alguna discapacidad.

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