Tropas guardafronteras: Amantes del mar, desde la responsabilidad y el deber

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A punto de cumplir una misión que no durará menos de doce días, el mayor Yuri Toledo Chao, tiene muchas cuestiones en las cuales ocuparse. Lo que pudieran parecer detalles se vuelven asuntos casi vitales cuando se va a salir a la mar. Al mando de una unidad de superficie del Destacamento Centro Sur, responde no solo por el cumplimiento exitoso de la misión, sino también por la vida y la integridad física del resto de su tripulación.

Cuando hace ya más de 10 años este licenciado en Ciencias Navales eligió su destino profesional, sabía que la vida de los hombres de mar no era la más cómoda, especialmente si se integran las Tropas Guardafronteras (TGF), del Ministerio del Interior.

Hoy refiere orgulloso que “proteger la vida de los principales dirigentes del país, combatir el narcotráfico internacional, el tráfico de personas, el terrorismo, la caza y pesca ilegal y contribuir al salvamento y rescate de personas” constituyen las principales misiones que acomete, por lo que el mareo, las náuseas, los mosquitos, e incluso la lejanía de la familia resultan males menores si se comparan con el orgullo de proteger su país.

Con la piel curtida por el sol y una sencillez en el hablar y el actuar que delatan a un buen ser humano, el mayor Yuri recuerda como el momento más intenso aquel cuando en las cercanías de Cayo Guano acudió al llamado de auxilio proveniente de un motovelero. Era de madrugada y con un mar “bastante picado” tuvo que lanzarse a efectuar el salvamento. Se trataba de dos turistas extranjeros que gracias a la valentía y profesionalidad de un oficial como el mayor Yuri, salieron ilesos del peligro.

“NO HABÍA OTRA OPCIÓN

Para el teniente Liosdany Moya Ruiz, no había otra opción que conjugara mejor su pasión por el mar y su amor por la Revolución que ingresar a las filas de las TGF. Sin embargo, reconoce que vivir la experiencia como un profesional rebasa sus expectativas de estudiante y le muestra un compromiso superior al que avizoró:

“Uno se da cuenta de la gran responsabilidad que tenemos en las espaldas, porque estamos protegiendo la frontera del país de ilegalidades, de personas que quieren hacerle daño a la Revolución, a nuestro propio pueblo.”

Afirma este licenciado en Ciencias Navales que la suya es una vida de sacrificios personales, sobre todo en lo que respecta a la familia, pero se muestra muy seguro cuando dice que los cubanos podemos dormir tranquilos,  pues jóvenes como él “están haciendo su trabajo a como dé lugar”.

“VALIENTE, OPTIMISTA, TRABAJADOR Y QUERER MUCHO A LA REVOLUCIÓN”

El teniente Rubén Santos Rojas, jefe de máquina de una unidad naval, cumplió el Servicio Militar Activo en el Destacamento Centro Sur de las TGF y tras un breve tiempo en la vida civil retornó a estas filas como profesional. “La vida en el mar, los barcos, son mi pasión”, afirma.

De sus 28 años lleva casi 9 en este desempeño y entre las misiones cumplidas resalta el enfrentamiento a los recalos de drogas.

Como momento más difícil alude a ese en el que se rompe el navío, es de noche y el problema está debajo del agua. Entonces hay que “tirarse” para poder detectar la avería, darle solución y llegar a un puerto seguro. “Soy el buzo ligero del buque, de ahí que este es mi deber, además de que me gusta, para salvar la vida de un compañero, cualquier otra persona o para resolver una avería.”

Según el teniente Rubén, ser valiente, optimista, trabajador y querer mucho a la Revolución son esas cualidades esenciales que deben caracterizar a los integrantes de las TGF.

“LAS MUJERES SÍ PODEMOS”

La teniente Carla Sierra Díaz es una bella joven que rompe esos estereotipos de cómo son los marineros. Tímida para el hablar, afirma temerle mucho más a una grabación periodística que a un mar enfurecido. Natural de Sancti Spiritus,  la recién graduada como Licenciada en Ciencias Navales, ocupa un cargo de mando en una de las unidades de superficie del Destacamento Centro Sur de las TGF.

Los años en la Academia Naval Granma, Orden Antonio Maceo, se caracterizaron por un alto rigor que la dotaron de la preparación necesaria para su actual desempeño. “Mi presencia aquí simboliza que sí se puede y que las mujeres también tenemos un lugar en las TGF desde donde defender la Revolución.”

EL AMOR AL MAR DESDE EL DEBER DE PROTEGERLO

El mayor René Gradaille Hernández, primer oficial de Operaciones, es un experimentado integrante del Destacamento Centro Sur, quien resalta el papel de estas fuerzas en el combate a la depredación de la flora y la fauna.

“Cumplimos misiones en las que se identifican ciudadanos en la costa, se hacen recorridos por todo el litoral, patrullando la bahía y la faja costera en función de detectar los pescadores submarinos, los que emplean artes de pesca ilegales y realizan la pesca ilícita de quelonios.”

En su papel de hacer cumplir la Ley 127 o Ley de Pesca contribuyen a preservar la riqueza natural de los ecosistemas marinos y ese equilibrio entre las especies que tan indispensable resulta para la vida. Formar parte de ese equipo de hombres y mujeres que protegen la naturaleza de la acción humana indiscriminada constituye motivo de orgullo para este oficial que, como el resto de sus compañeros, ama el mar desde la perspectiva de la responsabilidad y el deber.

EL MEJOR RECONOCIMIENTO

Cuando este 5 de marzo, se arribe al aniversario 59 de las Tropas Guardafronteras, los hombres y mujeres que las integran sumarán otro motivo al ya gran compromiso que los caracteriza. Saberse partícipes de tantos años de historia y duro trabajo en la defensa de su pueblo resulta para ellos el mejor reconocimiento.

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Marian Cabrera Ruiz

Periodista graduada en la UCLV Marta Abreu, de Las Villas. Capitana del Ministerio del Interior.

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