Toni, Tony, en la memoria (+ Fotos)

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En un arenazo del río Caunao él escribió Toni con un dedo, y me dijo que prefería terminar su nombre así, con la i latina en lugar de la griega.

Era enero de 1971 y estábamos en un campamento de la Escuela al Campo, en Lagunillas. Él cursaba noveno grado y yo séptimo. En tiempo de clases a veces coincidíamos en un tramo del terraplén que desde Ciego Montero serpentea en busca de Lajas y los antiguos ingenios Caracas y San Agustín.

La finca de su padre colindaba en parte con la de mi abuelo Pancho, y en aquellos tiempos la gente de campo solía convertir la condición de vecindad en familia.

“Soy uno solo y llego desde Pancho Navarro hasta el río (Anaya)”, dijo un día su padre, el poeta. Mi viejo escuchó la oración abarcadora, le gustó, y yo la repito a veces cuando me agobian varias tareas al unísono.

En la Secundaria de Palmira había un hombre mayor al que todos se referían como “El Tiche”. En los primeros días yo lo asumí como El Niche, por obvias razones. Era el profesor de Inglés, asignatura que solo se impartía en noveno grado. Otro Antonio dilecto, de apellidos Téllez Martínez, me dice desde Tampa que el profesor respondía también por Evelio. Estoy casi seguro que en sus clases, Toni vivió un amor a primer oído con la lengua extranjera que en pocos años lo haría un grande en la pedagogía, cubana e internacional.

Fuerzo las manecillas del reloj y las hojas del almanaque hacia delante y me veo la mañana de un domingo de finales de julio de 1973 en la Ciudad Escolar Abel Santamaría, de Santa Clara. Y allí estaba él, que supongo ya era Tony. Íbamos a compartir una de esas aventuras juveniles que cualquiera envuelve en el mejor celofán de los sueños: escalar el Pico Turquino, el mismísimo techo de Cuba con sus mil 974 metros, uno más que el año de entonces.

El viaje de ida y vuelta a Santiago en una guagua Hino—de las que le decían ortopédicas—, los actos y las citas con la historia en la capital de Oriente, más la escalada al Olimpo de los cubanos, son carne de otra crónica.

Hace justo siete días supe que él hizo fotos de aquella segunda o tercera edición de la Columna Estudiantil Frank País. Tengo la esperanza de aparecer en alguna de aquellas instantáneas, quizás tomadas con una de las primeras camaritas soviéticas llegadas a la Isla.

Como dije antes, la ciencia pedagógica, a la que hizo notables aportes, sería el cauce ideal de una mente privilegiada. El guajirito de El Junco, el hijo de Yaya y Berto, discurrió con su tiza y su dicción de anglohablante nativo caminos que lo llevaron a la argentina Tierra del Fuego, a la francesa Edimburgo o a  Mississauga, primera estación de su andadura canadiense iniciada el 31 de enero de 2008, que se ancharía con Toronto y London, en Ontario.

Del país de la hoja de arce, donde el magisterio complementaba el goce espiritual, que supongo le era ajeno en un laboratorio de fotografía de la trasnacional Walmart, trataba de venir tres o cuatro veces al año a emborracharse de sol, familia y cubanía.

En una de esas cortas estancias me dio botella hasta Cienfuegos a bordo del Peugeot, recompensa material a su labor en el fin del mundo. En la Patagonia quise decir.

Veinte minutos no es mucho tiempo para repasar historias personales. Estaba encabronado por algo que había leído en Wikipedia sobre uno de esos héroes que hicimos nuestros mucho más allá de donde terminaba la consigna. Le pregunté sobre un antiguo episodio que había enlutado a su familia materna y me compartió la visión del niño de seis años y medio que era él al momento del suceso. En 2022 tendría la edad necesaria para optar por la jubilación mínima en su país adoptivo y regresaría, “aunque sea a criar gallinas con Pura, en Ciego Montero”.

o-o-o

Académicos de la enseñanza del Inglés hablaron por espacio de una hora. También haría falta otra crónica para dejar constancia de las alabanzas al mejor “teacher” de la hornada que comenzó a brotar en las aulas villareñas a partir del Primer Contingente de Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech. Al creador del equipo Searching.

Erico Burke, el músico, resumió el sentir en una frase capsular: “Tony fue la excelencia”.

La Asociación de Lingüistas de Cuba envió un mensaje, y vía whatsapp hablaron colegas desde Canadá y algún otro punto de la geografía de la lengua de Shakespeare.

La reunión-homenaje fue en la mañana radiante del sábado 2 de abril, en el pequeño salón de la funeraria de Ciego Montero, donde miles de pétalos trataban de perfumar la tristeza.

Doscientos veintidós días antes, a falta de diez minutos para las cuatro de la tarde, en el Hospital Victoria, de London, su hermana Lourdes le había cerrado los ojos a Tony; derrotado por una fibrosis pulmonar que no quiso atenderse a tiempo. Porque era muy cobarde para (enfrentarse a) los médicos, dijo la más pequeña de los Morales, que lo recuerda anclando antenas en la tierra de El Junco para escuchar emisoras en Inglés.

El dolor se expandió como una reacción en cadena. Muy temprana la partida del hombre que gustaba tirarse fotos al atardecer con el malecón cienfueguero de fondo y (también) amaba los perros. El que ayudaba a los menesterosos de su pueblo sin necesidad de un SOS. Tenía una hermanita negra llamada Elia y una segunda madre (Susana) en Río Grande, Argentina.

El único testigo físico de la existencia de Antonio Morales Calvo cabía en el cuenco que forman dos manos. Al filo del mediodía sabatino y después de un desfile luctuoso a pie por la calle que une a Ciego Montero con Arriete, tal y como manda la tradición, sus cenizas entraron al lugar sagrado donde le esperaban Yaya y Berto.

FIN

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Francisco G. Navarro

Periodista de Cienfuegos. Corresponsal de la agencia Prensa Latina.

11 Comentarios en “Toni, Tony, en la memoria (+ Fotos)

  • el 10 abril, 2022 a las 3:16 pm
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    Tony Morales, doy gracias a la vida por haberte conocido y ser tu amigo. Ha sido una excelente crónica del coterráneo Francisco González Navarro. Sin duda alguna este inolvidable hijo de #CiegoMontero, dejó una impronta en su terruño, el de las aguas más famosas de #Cuba. A veces me digo: ¡Qué injusta es la vida!, pero ya está de vuelta en su pueblo natal, descansando en paz, junto a sus padres y rodeado de ciegomonterenses. Nos volveremos a encontrar, gracias Tony.

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  • el 10 abril, 2022 a las 1:04 pm
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    Me encantó el artículo.
    Felicitaciones al autor de tan lindo homenaje.
    Conocí a Tony y a su familia en Ciego Montero,lugar que frecuento por razones laborales,y me une amistad a su hermana Lourdes.
    Descanse en paz,Tony o Toni.De las dos formas está en el cielo de los justos.

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  • el 10 abril, 2022 a las 11:16 am
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    Solo decir que coincido con mi querido Erico, Tony era la excelencia desde todos los punto de vista, tuve el privilegio de trabajar con él y de ser su amiga, me siento orgullosa de ello, lo recordaré siempre…

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  • el 9 abril, 2022 a las 11:08 pm
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    Qué hermoso artículo dedicado a una persona excepcional como lo fue nuestro amigo y colega Tony. Querido por todos, siempre estará en la memoria de aquellos a los que tocó con su excelencia pedogógica, humildad, modestia y cubanía sin límites.
    Descansa para siempre en paz!!

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  • el 9 abril, 2022 a las 11:03 pm
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    Gracias Pancho, creo q en pocas palabras has expresado la sencillez y humildad de el hombre grande y querido por muchos q fue Tony Morales, yo tambien oi de el q iba a criar gallinas con Pura en Ciego Montero. era su deseo de volver a lo suyo. Me alegra q hayas podido estar en su ultimo adios representando a todos aquellos adolescentes q juntos haciamos cada dia el trayecto de Ciego Montero a Palmira para asistir a la Secundaria y q aunque con diferentes apellidos nos sentimos familia

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    • el 16 octubre, 2022 a las 3:36 pm
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      Muy linda la crónica a este amigo querido que todos recordaremos siempre! Gracias Toni .. Gracias Pancho

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  • el 9 abril, 2022 a las 10:30 pm
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    Siento un gran orgullo por haber sido su alumna y él mi PRIMER Y GRAN PROFESOR de práctica integral en el ISP “Félix Varela”, además del conocimiento, nos enseñó a crecer como buenos seres humanos ,como profesores dedicados. Es un honor para mi, formar parte del primer grupo de estudiantes del SEARCHING, por mucho tiempo conserve las hojas donde se imprimieron aquellos primeros textos ,hoy conservo los libros editados y me siento muy identificada con los agradecimientos que trae esa edición, y cito:
    Searching 1: “And last ,but not at least ,we would like to express our gratitude to the first-year students of the 1987-1988 class who have served as our GUINEA PIGS”
    Searching 2: “We must also mention the first-year students,who had to struggle with the first copies of Searching ,with the typical errors and inadequacies, unavoidable in first printings”
    Tony siempre estará en nuestros corazones, HONOR A QUIEN HONOR MERECE

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  • el 9 abril, 2022 a las 9:18 pm
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    Me siento tan orgullosa de haber sido su hija, aunque no sabía mucho de su obra por modestia que era uno de sus grandes cualidades. Hoy espero que descanse en paz y que como el quería que algún día arreglen la carretera de Palmira-Ciego Montero y que hayan 3 rutas de guagua.
    Hasta que nos volvamos a ver,

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  • el 9 abril, 2022 a las 7:59 pm
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    Todavía no creo que se haya ido. Es mi amigo, siempre lo ha sido. Le comenté que me iba a vivir a 🇨🇦 Y le expliqué cómo y también se fue. Luego Trabajamos juntos en Canadá , yo lo presenté en donde yo trabajaba y hablé con mucho orgullo de él. Lo contrataron y por supuesto brilló con luz propia. Luego me fui a otro país no tan lejos, y un día leí la noticia en Facebook, no lo creí y no lo creo, no se ha ido.

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    • el 9 abril, 2022 a las 10:34 pm
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      Mi nombre es Jorge Luis Navarro González y quiero aportar algún comentario sobre la vida de esa gran persona que se llama Tony Morales. Que decir que estudié en la escuela que sólo unos 10 metros la separaban de su casa natal. A pesar de ser mayor que yo, recuerdo haber jugado pelota con él, único deporte con arraigo en esos campos en aquellos tiempos. Cuando ya yo comienzo a dar idioma inglés como asignatura me pica el bichito del idioma y sobre todo la influencia de la música, es por lo que busco refugio en él y le agradezco eternamente su apoyo, pues aunque me incliné por la ingeniería, lo que se de ese idioma se lo debo a él. Esa juventud fue compartida en vacaciones a Varadero, dias de Rancho luna, carnavales a Cruces en bicicleta por terraplenes, tardes de río Anaya y sobre todo muchas horas nocturnas sobres las piedras que siempre hubo debajo de un ateje escuchando música. Realmente eso y mucho más pude haber dicho el día que guardamos sus cenizas, pero se que no podía y por eso no lo hice, prefiero hacerlo hoy y se que la gente que me conocen saben del afecto tan grande que nos unió. No quiero contar favores que me hizo de índole personal y para mi familia, la que siempre lo quiso, porque esas cosas no se comentan y menos ahora, sólo decir que mi madre siempre lo amó como a nadie. Decir de sus viajes a Cuba, después de vivir unos años en Canadá, fue decir algunos minutos al menos de visita en mi casa, y algún que otro regalito jamás faltó. Siempre que pude también colaboré en alguna que otra cosa que siempre tenía en plan resolver una vez en Cienfuegos. Las personas cercanas a él saben de lo que hablo. Fue un privilegio haberte conocido Tony y compartir amistad contigo toda la vida. Siempre estarás presente como una persona excepcional en todas las personas que te conocieron. (Un amigo)

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    • el 11 abril, 2022 a las 3:41 pm
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      Hermoso escrito. Rememora una linda etapa de mi vida. Estaba recién graduada de la Carrera Profesoral en Lengua Inglesa y tuve el privilegio de conocer a Tony como estudiante y después como compañero de trabajo. Una excelente persona en todos los sentidos, muy inteligente, trabajador incansable, humilde, muy buen amigo, etc. Todos cuantos lo conocían valoraban todas sus cualidades en la justa medida y aquel muchacho se convertía en alguien especial. Tony formó parte de aquel Destacamento en su primer contingente, que ahora llega a su aniversario 50. Paz eterna para él. Estoy segura que no dejará de brillar en cualquier lugar donde esté.

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