Saldos y lecciones de FIART 2016
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Las guayaberas estuvieron entre las ofertas más demandadas en los stands de Cienfuegos, a quien se dedicara la vigésima edición de la Feria Internacional de Artesanía de la Habana, FIART 2016.
Variados colores y diseños actuales, atributos con que el Proyecto Guayabera del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC) ha actualizado el gusto por el atuendo nacional en jóvenes y niños, contribuyó al reconocimiento especial del jurado.
“Se hicieron unas mil piezas para todas las edades, confeccionadas en tejido de hilo, y precios muy competitivos, entre 250 pesos (10 CUC) y 400 (16 CUC) pesos, muy por debajo de los montos con que las comercializaban otras naciones asistentes al evento, y con una hechura reconocida por los expertos”, afirmó Ariel Martínez Rojas, director del FCBC en la provincia. “Fueron un éxito”.
Del 8 al 18, diez días de diciembre en que el universo artesanal cienfueguero estuvo mostrado en cuatro stands institucionales.
Una decena de creadores expusieron en espacios personalizados calzados y accesorios en piel, bisutería en plata y piedras semipreciosas, talabartería variada, tejidos con fibras, y una gama de manufacturas en el textil, manifestación a la que este año también se consagrara FIART.
Lourdes Trigo prestigió la entrada del recinto ferial. En el salón principal, tras la pérgola que imita la estructura icónica de nuestro Parque Martí, aparecía el proyecto Arte Moda: alta costura con estilo y la buena factura que la ha distinguido. De ahí el Premio por la obra de la vida que recibiera en la jornada inaugural de la Feria.
“Fue provechosa, no sólo en la comercialización —que es uno de los objetivos de la expo-venta—, sino porque con ella he constatado que los vestidos de alta costura de mi colección fueron los de mayor aceptación, lo cual te da la medida del nivel que ha alcanzado el evento”, explicó la multipremiada diseñadora.
Rodolfo Carvajal López (Wambba), trabaja de forma única el guaniquiqui. Su performance tejiendo en vivo, atrajo al público visitante. En la primera jornada vendió casi toda su colección de instrumentos musicales “a los artistas de la orquesta Arnaldo y su talismán, pero la guitarra la reservé hasta el último día para enviarla como regalo a Silvio Rodríguez por su cumpleaños 70”.
El artista lajero hizo cestas de variadas formas y tamaños a pedido del público: “Nunca había venido con un espacio personalizado, como expositor directo. Ha sido una gran experiencia en tres aspectos: el comercial, el artístico porque constaté que nadie hace lo que yo en el país, para medir mi competitividad en un evento donde asisten los mejores artesanos del país y representantes del mundo; también en lo individual, para superarme, diversificar y actualizar mis diseños”.
Las muñecas de Yianna Pichs “se vendieron bien”. Esta fue su primera vez en la feria con un stand personal. “Empecé hace ocho años, pero pienso que primero debía consolidar mi grupo de creación, antes de probarme en una plaza como esta, tan competitiva”.
Bordadas a mano, con incrustaciones, aplicando la técnica del parche, cada muñeca es única. También fueron acogidas sus piezas decorativas de papier maché, vestidas con los colores nacionales o los que corresponden a los orishas de nuestros cultos sincréticos.
“Pero tengo que superarme; la gente te las pide suaves al tacto, y eso es un reto porque no tengo todos los materiales a mano; además constaté que el atractivo del color influye mucho, y eso me lo enseñó esta feria”.
También en su primera ocasión como expositora individual, le fue bien a Saime Herrera, representante del textil cienfueguero que incursiona en la modistura. “Pero la diversidad en modelos y los tejidos de sus piezas, no garantiza per se la aceptación; los precios de venta de otros países nos hacen mucha competencia, porque los costos de confección de sus productos son ventajosos y les permiten maniobrar”.
DE COMPETENCIAS Y APRENDIZAJES
“A apenas un mes de iniciarse la Feria, se recibieron los tejidos en el FCBC de Cienfuegos. No hubo tiempo de variar y perfeccionar más nuestros diseños, ni de hacer un número mayor de piezas. Aun así la aceptación y la confección de los productos textiles fue excelente”, afirmó el director del FCBC.
Participantes de varios países como como la India, España, Bolivia, utilizaron incentivos comerciales como la rebaja a mitad de precios en determinados horarios, el “dos y tres por un precio” que les dieron ventaja en la lid sobre muchos concurrentes nacionales.
Porque no siempre la competencia es de igual a igual. El acceso limitado a materias primas, muchas deficitarias en fronteras, otras inexistentes o con altos precios en el mercado minorista, encarecen la oferta nacional.
“No se trata de que nuestros artistas no conozcan las técnicas del marketing, sencillamente muchas no pueden ser aplicadas, sobre todo en cuanto a rebajas de precios, porque no cubrirían los costos de elaboración”, sentenció el funcionario. “Muchos vinieron con los precios fijados. Eso les resta posibilidades en la puja, aun así fue un acierto comercial”.
“Tenemos que ganar en organización interna y prepararnos con antelación a la Feria. Muchos artesanos agotaron productos de alta demanda en las primeras jornadas, sencillamente sus expectativas fueron superadas por la realidad”, agregó Martínez Rojas.
Se trata también de otras competencias entren en juego del mercado; aptitudes, habilidades con las que pueden vencerse sino todas, algunas barreras.
No se trata únicamente de ofertar productos y servicios más ventajosos monetariamente, se trata de ofertar lo diferente. Tampoco la autenticidad de sus creaciones por sí sola es garantía para ganar en un mercado donde rigen cada vez leyes más complejas. Pero invertir en la presentación de los productos en su disposición espacial en los quioscos, en su posicionamiento, ofrece ventajas comerciales ya probadas, factura mayores dividendos.
Los premios y menciones FIART 2016 en las categorías de Productos, Diseño de Stand y Mueble, correspondieron no a quienes tenían los precios más bajos, sino a los que fueron más creativos, a los más seductores en el diseño de sus muestras, a los que logran piezas que mezclan oficios ancestrales con los requerimientos de la modernidad. Esos son valores agregados.
Trascender lo meramente comercial es un aprendizaje, aprovechar las competencias de los propios creadores para atraer, cautivar, cuenta entre los provechosos saldos que para los artesanos cienfuegueros dejó este FIART 2016.
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Muy bueno. Me encantan las guayaberas, aunque no las tenemos en Canadá, no sé por qué no las traen de América, o de México, pero no son cubanas y me gustan las criollas, no las copias; las de cualquier otro lugar son copias de las cubanas. Gracias por su reportaje.