Mujeres en el sector marítimo en Cienfuegos: Joaquina

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Es delgada. Se le ve ir y venir por el amplio espacio para verificar el orden de todas las cosas.  Esa parece ser su rutina diaria.  Para Joaquina Álvarez Molina, directora de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Terminal de Cruceros Olimpia Medina es vital el buen funcionamiento de la entidad.

Pero, ¿quién es esta mujer, una de los dos cuadros de dirección en la Empresa de Servicios Portuarios del Centro?

“Mis inicios en el sector marítimo se remontan al año 2014.  Comencé como jefa de fuerza de trabajo en la terminal de O’Bourke y allí estuve por espacio de ocho meses; de ahí pasé al frente de organización de la empresa por un año y al cabo de ese tiempo asumí el cargo en la UEB por la jubilación del director.  En resumen, en marzo de 2016 asumo como directora”, me explica.

Rememora. “En ese momento la terminal asumía disímiles operaciones de cabotaje; entre ellas el traslado de cemento preslingado, pienso, azúcar, materiales de la construcción para Cayo Largo del Sur y la Isla de la Juventud, actividades, junto a otras trasladadas paulatinamente a la zona dos, en O’Bourke para quedarnos con las relacionadas a las operaciones de Cruceros, si bien asumimos otras en la actualidad”.

Según Joaquina su labor como directiva ha sido difícil, pero “de una experiencia preciosa, pues mis antecedentes no se relacionan directamente con el puerto, pues procedo de la Aduana, donde trabajé durante 18 años. Existía relación, por los vínculos de trabajo, pero no de manera directa”.

Sustituir a alguien con 40 años de experiencia, sin tener usted la suficiente es complejo, ¿cómo lo enfrentó?

“Me encontré una fuerza laboral fundamentalmente de hombres e hicieron un poco de resistencia a que yo los dirigiera, a partir de su experiencia como portuarios y yo sin ninguna; imagínese. Pero los fui atrayendo hacia a mí para escucharlos y darle participación en las decisiones; aprender de ellos cómo montar una operación en barco, el proceso tecnológico y eso me dio resultados porque a los portuarios les gusta mucho ser reconocidos tanto sus conocimientos como por su trabajo y yo los hice partícipes sin ningún tipo de prejuicio o pena.

“Pude haberlo hecho guiándome por las cartas tecnológicas existentes, pero la experiencia es más rica y decidí por esa vía para compenetrarme mucho más con ellos”, asegura.

“Después de seis años en esta responsabilidad, tengo el apoyo de mi colectivo, los quiero muchísimo, los comprendo y apoyo; ellos me respetan, me comprenden y somos un equipo de trabajo. Aunque puede existir alguno que no comprenda mis decisiones he podido contar con todos para lo necesario: desde pintar y chapear hasta resguardar la unidad cuando azotan los ciclones, por nuestra ubicación frente al mar. En pocas palabras tengo un colectivo magnífico”.

¿Cómo combina el comandar la familia marítima con la que la aguarda en Pueblo Griffo?

“La familia es bien corta; somos mi hijo y yo.  Mis compañeros saben que logré la graduación de mi hijo como licenciado en Geografía en La Universidad de La Habana sin dejar de trabajar “.

No deja de emocionarse cuando me dice: “con Covid o sin Covid logré sacar a mi hijo adelante y en el mes de diciembre de 2021 se graduó. Ha sido una batalla durísima en medio de la Covid-19, con el trabajo del puerto, con la atención de mi casa y la atención a mi hijo. Creo todos los objetivos se han cumplido, siempre con el apoyo de mi colectivo”.

Joaquina Álvarez Molina está cercana a la jubilación y confiesa: “llegado el momento, me tomaré un descanso; sin embargo, para nada dejo la puerta cerrada, la puerta siempre estará abierta”.

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Tay Beatriz Toscano Jerez

Periodista.

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