Berto Morales, entre surco y poesía

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Llegar a Ciego Montero / por caminos ancestrales / es ver a Berto Morales / el poeta y el tresero. / Es prender un pebetero / con la luz del mediodía, / es andar la geografía / de un pueblo que quiero tanto / es como sentir el canto / de un sinsonte en la baría.

Acercarnos a la vida y obra de Heriberto Morales Martínez, (Berto Morales), (1923-2015), es como adentrarse por una surquería y encontrarnos con un guajiro de honda sensibilidad humana y artística que ha dejado una huella imborrable en sus coterráneos a través de su quehacer de hombre sempiterno, pegado a su tierra lo mismo que un tronco duro.

Conocido popularmente como Berto Morales, fue un campesino-poeta, de allí, desde donde brotan de las mismas entrañas de la tierra una de las mejores aguas naturales del país. Había visto la luz primera en la finca El Junco, Ciego Montero. Asistió a la escuela solo hasta el cuarto grado. Dotado de una inteligencia nata logró continuar estudiando de forma autodidacta, lo que le permitió, junto a su vocación, convertirse en un poeta de profunda raigambre popular. Así lo expresa poéticamente: Poeta desde la cuna / siempre fui un niño precoz /  y soy del pueblo la voz / porque el pueblo es mi tribuna. / No tuve herencia ninguna / navegando en mil recodos / pero al fin, de todos modos / no me nombro tan fatal / si mi único capital / es el corazón de todos.

Heriberto Morales Martínez, conocido popularmente como Berto Morales.

Berto formó parte, junto a un grupo de familiares, del Conjunto Típico Los alegres de El Junco. Berto en el tres; Oneret Cabrera, güiro y filarmónica; Gerónimo Cabrera, tumbadora; su hija Pura, después de mudarse para Ciego Montero, tocaba las maracas, y Alexis, la guitarra. No había fiesta campesina en las cooperativas de la zona que no disfrutaran de las actuaciones de Los alegres…. Velorios, alumbrados, cumpleaños, días del ciegomonterense ausente y cuanta otra actividad se anunciara, allá iba el conjunto, con Berto al frente, donde décimas, sones, guarachas y algún que otro bolero, ponían un toque pintoresco en la geografía de Ciego Montero, Arriete y un seremil de lugares más. Los 13 de mayo, fecha en que el pueblo celebra su día, la presencia de este hombre humilde y querido por todos, era un regocijo.

Hace algunos años, gracias al apoyo incondicional del amigo José Ramón Calatayud, excelente promotor cultural, se publicó en el cuaderno El espejo, el tiempo y yo, una pequeña parte de la copiosa obra de Berto. Eel próximo 20 de octubre, Día de la Cultura Cubana, se cumplirán siete años ya de su desaparición física, pero su presencia está en cuanta serenata o jolgorio se anuncie.

Entre las cuerdas del tres / -fusión de campo y libreta- /   la génesis de un poeta / y fiesta de la niñez. / Fue tanta la intrepidez / que hasta la orfandad vencía / y entre la policromía / de El Junco, siguió creciendo / para continuar viviendo / entre surco y poesía. /

Su poesía dúctil y criollísima sigue brotando, como las aguas naturales de su Ciego Montero querido, allí donde El Anaya tiende un cerco fluvial a la campiña.

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Alberto Vega Falcón

Poeta, narrador, periodista y humorista cubano. Premio Nacional de Cultura Comunitaria 2020.

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