Los protagónicos reales (vistos desde un personaje secundario)

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Hubo oscuridad pero no hubo miedo, que ya no somos niños. Tuvimos estrés, teléfonos descargados, algún que otro exabrupto y ciertas llamadas por la madrugada, pero cuidamos halagar a nuestros invitados, que se sintieran en casa.

Quizás por ello, María Elena Llana (Premio Nacional de literatura 2024), nos regaló tantísimas historias de vida sobre su carrera como escritora y periodista.[1]

Jorge Ángel Hernández tuvo a bien comentar sobre de las cuevas y las pasiones de la crítica literaria, e hizo más: dialogó con los fantasmas aparecidos en los cuentos de Casas del Vedado.

También subimos a la guagua babilónica que trajo el poeta Carlos Esquivel (Premio Nicolás Guillén) y realizamos un memorable recorrido por la poesía y la narrativa actuales en Cuba.

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El enamorado Rafael de Águila nos comentó sobre el idilio entre Clawdia Chauchat y Hans Castorp, personajes de La montaña mágica. Cuando Rafa preguntó a los Arcanos Mayores por qué ella había rechazado la declaración de amor de él, emergieron Los Enamorados de entre las cartas del tarot.“No era momento ni lugar, pero había una conexión profunda y atemporal entre los amantes”, dijo Claudia. Rafael lloró. Nos abrazó, conmovido.

Candelario, Magalys, Esquivel y Rafa de Águila./Foto: Del autor

En la misma tertulia, Nelson Simón, que está acariciando el sueño sobre la realización de cierto gran evento relacionado con la literatura infantil, donde anhela invitar a Carlo Frabetti, le preguntó a Alicia (la del País de las Maravillas) que ¿cuál era el camino? La Alicia ficticia le contestó al poeta y narrador que estaban abiertas para él todas las puertas de El Mundo, que recorriera los caminos necesarios.

Nuestra verdadera Alicia (la Lecuona, “The true Alice”), junto a la sutil Yoania Aguirre (directora del Cpll) y su eficaz equipo de aventuras: Valia Stable, Cindy Claudia (“cuéntame un cuento Cindy Claudia”, jjj), Rolando Roly Martínez, Tony, Marilyn, Alina y las libreras, esparcieron muchas luces en medio de los apagones para que el pueblo cienfueguero disfrutara de los libros y la literatura. Al punto, de que Tania, la evaluadora nacional, comentó que nunca había visto un despliegue de energías y ejercicio cultural, en medio de tantos obstáculos.

¡Hasta se presentaron completas las producciones anuales de Ediciones Mecenas y Reina del Mar editores!

Y si más libros queríamos, ahí estaba Yania, en representación de la editorial Cauce que tuvo la gentileza de mostrarnos su catálogo y obsequiarnos obras de autores pinareños; como mismo hicieron, sonrientes y amables Ana María Marsden y Rodolfo Romero, representantes de Ocean Sur.

Valia Stable./Foto: del autor

¿Qué decir de Rafael Grillo, que no se detiene en su revolicuento.com y se afana por promover la literatura negra y policial de autores cubanos, mientras continúa recorriendo ciudades y visitando cementerios? ¡Cuánto desearle a Abel Guelmes que Miles Vorkosigan, le lleve consigo en sus infinitos viajes, donde se iría como mochilero de la literatura, promoviendo a los autores tuneros y el marketing del libro digital!

Ya no nos asombra que la tropa poética de la Ahs (Elianet y su chiquitina Eva, Pedro Javier, Ángel, Caleb, Héctor Leandro, Yoan), sigan debatiendo si se puede o no se puede enseñar a escribir, que si es más importante la bomba o el artificio, que si…, porque lo cierto es que tienen un empuje vital y concreto: ahí están sus cuentos y poemas, algunos muy conmovedores.

Resultó asimismo una lección de magia y poder el modo en que el escritor Miguel Pérez Valdés, (junto a su alter ego el clown Panetela), más la payasita Rosalinda (Yanexy Román), y el músico y poeta Ariesky Castillo, han deleitado a los niños durante veintipico de ferias, cantando y haciéndoles reir, o jugando a “Sabe más quien lee más”, entre otros divertimentos literarios y musicales; todo ante la mirada tranquila y bienhechora de esa hada madrina que se llama Ana Teresa Guillemí.

Pero sí debe denotarse que resultaron sorprendentes las atenciones con que nos obsequiaron el maestro cocinero Andrés, (en el hospedaje Eusebio Delfín, de la Casa Artex), y las amas de llave Aída y Yaimara, porque prendieron celulares para poder cocinar, nos contaron anécdotas, sonriendo siempre.

Richard Eleaga y Roly Martínez/Foto: Del autor.

Como hormigas incansables, hasta el último día, estuvieron trabajando en el almacén Orestes y Yaima y Renzo, y hasta alguna “cajita” de libros nos subieron al lomo, que no todo es escribir y contar, ¿eh?

Lo constatable fue que los libros siempre estuvieron ahí, el día, la hora y el lugar.

Entretanto, los chicos (o “caballos de guerra” como ella los llama) de las Casas de Cultura, que siempre responden a la convocatoria de Arianna Cepero, alegraron cada tarde del boulevard de Cienfuegos, entre bailes e improvisaciones cantoras, y un vestuario colorido que realzaba la gracia de las evoluciones danzarias.

A la llegada del domingo, última jornada de la feria, escritores y funcionarios terminamos semejantes al profeta Zaratustra: cansados pero felices.

Aunque la feria ya es historia, escribo todo esto para seguir el consejo de Orlando Félix García, (Orlandito), quien, desde los Jardines de la Uneac, acompañado de su hija, la historiadora Anabel García,y sus huéspedes, los doctores Edelberto Leyva y Maday Nicolás Domínguez, siempre nos invitaron y seguirán invitando en el futuro a (re)Leer la Historia, la esencial importancia de recordar el pasado para que el futuro nos resulte más amable.

Recordando hechos amables, en medio del huracán literario que constituye la Feria Internacional del Libro y la Literatura, este cronista secundario encontró una mirada intensa en medio del público, y hasta perpetró cierto soneto de amor… Porque hubo (y todavía hay) oscuridad, pero no hubo (ni hay ahora) miedo:

¿Está bien?

¿Estás bien?

¿Estamos bien?

*Narrador y crítico. Premio Alejo Carpentier de Novela.

[1] A ritmo de laúd, tres y guitarra, los repentistas Mariano López, El zorzal, y Ulises Oropesa, de la tropa liderada por Alberto Vega Falcón (Veguita), le regalaron a María Elena Llana varias décimas improvisadas, durante su visita al Centro Cultural Benny Moré (El Bartolo)

A propósito, si llegas a ese sitio, no olvides degustar el novedoso coctel que lleva el nombre del afamado cantante. Descrito en forma poética por William, representante de la marca. Está compuesto por:

-Havana Club siete años (inicio de los rones premios y que simboliza el primer éxito de Benny en México y la fundación de la Banda Gigante a su regreso),

-Leche condensada (por el Benny lajero y guajiro y la dulzura del campo y el cañaveral)

-Salsa de chocolate, debido al éxito total de La Banda Gigante en la tercera etapa, a finales de los cincuenta.

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Ernesto Peña

Narrador y crítico. Premio Alejo Carpentier de Novela.

Un Comentario en “Los protagónicos reales (vistos desde un personaje secundario)

  • el 23 marzo, 2024 a las 4:38 pm
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    Gracias por el comentario.
    Mecenas y Reina del mar editores se lucieron en esta feria.

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