Los beneficios de la música para los niños y niñas

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Los expertos aseveran que las mescolanzas, los ritmos, las voces y los sonidos favorecen las conexiones y la aparición de los sentimientos en el individuo, no importa la edad que se posea. Además de distraer, los beneficios de la música en los niños y las niñas puede marcar la diferencia en la formación, educación y el progreso de sus habilidades. Estos vínculos musicales en las edades tempranas, especialmente la llamada clásica, permite el avance o desarrollo de su sistema motriz y la aceleración cerebral, al tiempo que se potencia la creatividad e imaginación; sin dudas, el estímulo que más partes del cerebro impulsa. Los científicos han asegurado que la música en las escuelas o centros de estudios incrementa el aprendizaje de diversas asignaturas como los idiomas, las matemáticas y la lectura. Especialmente, los que logran dominar un instrumento consiguen, incluso, elevar su coeficiente intelectual hasta unos siete puntos. Por caso, la pequeñita Adela Bors, moldava nacida en 2007, empezó a tener facilidades para las lenguas gracias al canto. Lo hace muy bien en inglés, español, italiano y en su idioma natal. Una muestra de ello es su interpretación en español del tema Sofía, sencillo del cantante y compositor Álvaro Soler. Por cierto, el video clip de este sencillo fue filmado en la capital cubana.

A todas luces, la música posee efectos nobles en los infantes, igualmente a través de un instrumento musical, del canto o del baile. Debido a su capacidad de remembranza, favorece la concentración, la memorización y el interés o atención de los pequeños. Expresan los científicos que un niño o una niña formado musicalmente, con cierta constancia y atendiendo a criterios de variedad, o que obtiene sus metas a través de la música, logra desarrollar una mejor retentiva. De igual manera, el infante puede lograr superiores desempeños académicos, sobre todo si se conecta con la música desde edades tempranas, en que se fomenta la actividad neuronal y se estimula aquella parte del cerebro ligada a la lectura y las álgebras. El vínculo con la música en general le permite descubrir un medio para expresar las emociones. Está claro que el arte todo, y en especial el arte musical, ayuda a viabilizar los sentimientos y a cimentar el aprecio o gusto por la diversidad. En principio, es recomendable que el infante asuma esa variedad para poder disfrutar de composiciones de cualquier parte del mundo, aún cuando le suene “ajeno” el idioma, pero lamentablemente los padres acostumbran a saturar con canciones en inglés o en el mejor de los casos, en el idioma natal. ¿De qué manera sino se podría evitar el rechazo a la música y lengua euro-asiática, por caso? Esta irregularidad nos privaría, por ejemplo, de disfrutar de unos pequeñines del pop finlandés, nacidos en 2008, que forman parte del catálogo de Sony Music: los gemelos Eino y Aappeli Koivikko; un dúo que debutó por primera vez en 2017, gracias a un video clip concebido para la canción Hula Hula. Entre 2018 y 2022 los hermanitos irrumpen en más de diez audiovisuales, con temas muy populares como Baile de la lluvia, Espalda con espalda y No tengas un mal verano. Asombra que ignoremos la ascendente carrera de estos gemelos que no hablan en inglés, sino con el lenguaje universal de la música.

Niños en la práctica musical.

Los entendidos también afirman que la música ayuda a vigorizar la enseñanza y a desarrollar el lenguaje. Por ejemplo, la reiteración de canciones permite a los niños y niñas ennoblecer el vocabulario, incorporar vocablos nuevos y el propio ritmo permite la reiteración de frases complejas. De ello se infiere que el aprendizaje se produce de modo regocijado, solícito, abierto y espontáneo. En ese camino los pequeños tienen la oportunidad de comunicarse con otros. Me explico: cantar, bailar e incluso tocar un instrumento hace que estos pierdan el retraimiento, la timidez, sus miedos… Esa relación con sus semejantes y los adultos contribuye a la socialización humana y cultural. La música permite conectar a unos y otros, laborar en equipo, crear nuevas conexiones y que se compartan los pensares y sentires con espontaneidad o fluidez. De igual manera, todo este proceso beneficia la creatividad y la imaginación infantil, al movilizar el área derecha del cerebro, fortificando la capacidad de asumir cualquier tipo de proceder artístico. Entre otras ganancias no pudiéramos dejar de mencionar que el baile y el movimiento al que incita la música engrandecen el rendimiento artístico, el desarrollo muscular, toda vez que los niños y las niñas conforman su movimiento corporal al disfrute de los ritmos, favoreciendo el control rítmico del cuerpo y su sentido espacial. No puedo dejar de pensar en las valiosas experiencias de agrupaciones como Ismaelillo o Los Aragoncitos, que no solo fueron modélicas en la disciplina o formación de los miembros, sino también en el ejercicio de expresiones como la música instrumental o tradicional, como el cha cha chá o danzonete. Pienso en lo inmediato en ese contagioso tema llamado Rompiendo la rutina, de Aniceto Díaz, creador del primer danzonete en 1929, que popularizara la cienfueguera Paulina Álvarez, en versión de Los Aragoncitos.

¿Cuánto más puede ayudar la música a los infantes? Pues la ciencia afirma que los vínculos de los pequeños con la música, sea cual fuere, fortifica el sistema inmunológico, en la medida en que ocasiona la producción de anticuerpos que enfrentan los microbios o bacterias y gérmenes; incluso, algunos estudios refieren que sosiega los padecimientos o malestares. De manera que la música ayuda a conjugar la respiración y aliviar el pulso, logrando que los infantes controlen sus emociones y eviten el estrés. La fuerza que poseen las composiciones musicales para la evocación consigue que al escuchar canciones alegres se sientan con mejor estado de ánimo y, por consecuencia, mucho más felices.

A ello se suma que, cuando los niños y niñas toquen un instrumento o bailen un tema musical, pueden elevar su autoestima y estar seguros de sí mismos. Finalmente, les permite crear ciertas rutinas, debido a que la grey infantil suele asociar las melodías con determinadas actividades, lo que prevé la venidera disciplina.

Niño en la práctica de la escucha musical.

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Jorge Luis Urra Maqueira

Crítico de arte. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

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