La vereda eterna de Tito Gómez

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Este 30 de enero habría cumplido 102 años el intérprete cubano Tito Gómez. Su cuna, el barrio habanero de Belén, trascendió a la fama gracias a él y a quien le antecediera en el nacimiento ocho años antes, el célebre Miguelito Valdés, “Míster Babalú”.

De padres españoles y conocedores del talento de su hijo, uno de los diez que tuvo el matrimonio, anhelaban que el joven José Gómez Tenreiro se dedicara al teatro lírico y la zarzuela, aunque él prefería la música bailable. A los 17 años cantaba piezas líricas de Ernesto Lecuona y Rodrigo Prats y resultó laureado en el espacio radial La Corte Suprema del Arte, ocasión en la que interpretó una canción de Julio Brito.

El joven Pepe Tenreiro abandonó la carrera de Medicina, y en 1939 debutó de modo profesional en el Casino Deportivo con la orquesta Sevilla Biltmore. Luego empezó a cantar con esa misma agrupación en el hotel Nacional portando un repertorio de boleros, congas y guarachas, e incursionó en un estudio de grabacionesdonde aparece por primera vezcon el nombre artístico de Tito Gómez. Desde entonces su voz vibraría en acetatos, medios de difusión y salones, con la gracia y calidad interpretativa que lo caracterizaron.

Tito Gómez acumuló un repertorio de amplio gusto. Cubanos como Adolfo Guzmán, Juanito Márquez, Eusebio Delfín, Rosendo Ruiz (hijo),Teofilito y Agustín Rodríguez engrosaron la nómina de compositores cuyas creaciones llegó a popularizar. Entre los latinoamericanos interpretó obras de los puertorriqueños Rafael Hernández y Pedro Flores, así como de los mexicanos Abel Domínguez, Lolita de la Colina, los Cuates Castilla, Gabriel Ruiz y Gonzalo Curiel.(1) Fue de este último que tomó un bolero que en su voz alcanzó repercusión jamás vista; a tal extremo que en la actualidad, a más de ocho décadas, decir Tito Gómez es sinónimo de Vereda tropical.

Cuentan que los santiagueros hermanos Rigual, ya residentes en México, le propusieron a Tito incorporar Vereda tropical a su repertorio. Catalogada por algunos como canción tropical y por otros como bolero, lo cierto es que cuando la composición llegó a nuestro compatriota, hizo de ella una versión irrepetible. Hasta la fecha muchos no informados, creen que se trata de una melodía cubana, en lugar de mexicana e inspirada en el balneario de Acapulco, en la costa del Pacífico.

Resulta interesante que cuando Tito Gómez comenzó a cantarla a finales de los ’40, la pieza tenía casi doce años de haber sido compuesta, y en 1938 fue cantada por Lupita Palomera en la película Hombres de mar, protagonizada por Arturo de Córdova. La pieza dio el mayor reconocimiento como compositor a Gonzalo Curiel y desde entonces muchos artistas mexicanos y de otros países empezaron a interpretarla, incluso con versiones en inglés, francés, italiano y alemán.

Grandes intérpretes de la talla de Toña la Negra, el trío Los Panchos, Pedro Vargas y Juan Arvizu llegaron a Cuba con Vereda tropicalen su arsenal melódico, pero ninguno de ellos se posó en firme como sí lo hizo el cubano del barrio de Belén.

Acerca de lo que Vereda Tropical significó para Gonzalo Curiel, el musicólogo colombiano Jaime Rico Salazar escribió textualmente: “Canciones hermosas, muchas de ellas en ritmo de bolero, compuso este brillante compositor, pero una sola hubiera bastado para que su nombre hubiera pasado a la posteridad: Vereda tropical, que quizás llegó a ser el más popular de todos los boleros… en todas las épocas (…)” (2)

Algo parecidose puede afirmar de Tito Gómez, quien en el pináculo de su fama la grabó, primero, con la orquesta Riverside y después, con la orquesta de Enrique Jorrín. Tito nos entregó una versión única de un tema que interpretó en tiempo de bolero-cha.

A José Gómez Tenreiro, el inolvidable Tito Gómez, lo recordamos con su estilo pleno de cubanía y gracia impar. Quienes peinamos algunas canas conservamos en la memoria su sonrisa afable y amistosa en los carnavales de los años 70en la Perla del Sur, donde luego de sus actuaciones públicas era uno más de nuestro pueblo, disfrutando de cervezas bien frías y la calidez de quienes le admiraban.

Un artista recordado con admiración y cariño por todo un pueblo. Ese sigue siendo Tito Gómez a 102 años de su nacimiento, y a más de 21 de su muerte a con ocho décadas de vida, el 15 de octubre de 2000.

El tiempo transcurre, las generaciones se suceden una tras otra y en la música cubana seguimos soñando con una vereda tropical concebida en México y tejida en Cuba con hilos de oro en la voz de Tito Gómez.


(1) Gonzalo Curiel Barba. Pianista y compositor mexicano. (Guadalajara, 10 de enero de 1904 –Ciudad de México, 4 de julio de 1958).

(2) Jaime Rico Salazar, Cien años de boleros, p. 113, Quinta Edición, Actualizada a febrero del 2000. Panamericana Formas e Impresos, Bogotá, Colombia.

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