La subversión contra Cuba en las redes sociales digitales, elementos para un análisis

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Desde la Antigüedad los seres humanos han estado en contacto directo entre sí y con el medio que los rodea. La necesidad de dar soluciones a las diversas problemáticas que enfrentaban ha sido el motor impulsor para que, de manera paulatina, la humanidad alcanzara el desarrollo científico técnico que tiene actualmente.

El avance científico tecnológico en la actualidad trae aparejado nuevas formas de relaciones humanas y nuevas formas de socialización, con marcada influencia en todos los grupos etarios. Las redes se fortalecen con los diálogos y se nutren de los intercambios. El trabajo en red solo cobra sentido cuando abre y conecta, voluntades y disemina ideas, convocando a construir horizontes de trabajos comunes y compartidos.

Ampliándose  lo que se conoce como redes sociales digitales, tales como Facebook, WhatsApp, Twitter, YouTube, instagram, Telegram, TikTok, etc., desafían al sistema de comunicación socialista para la gestión de la participación ciudadana en el proceso de la toma de decisión, cuya relación principal es el intercambio sujeto a sujeto, para las cuales deben estar preparados con el proyecto de país que edificamos los cubanos.

Se trata de poner los avances científicos y tecnológicos al servicio de la sociedad cubana, que en esos espacios se trata de desvirtuar, denigrar y condenar, crean falsas percepciones sobre el país, generan confusión generalizada,  satanizan las  figuras políticas, así como la creación de condiciones para desestabilizar y fomentar la desobediencia social.

Usar medios de comunicación subversivos contra Cuba ha sido una política del gobierno de Estados Unidos desde los propios inicios del triunfo de la Revolución, Primero fueron Radio y Televisión Martí, y ahora en la era de internet el imperialismo estadounidense, sus círculos de poder más reaccionarios, en particular los de la Florida, siempre han apostado por estimular a que el gobierno de Estados Unidos apruebe financiamientos para estos proyectos subversivos contra Cuba. La Ley Torricelli en 1992 y después la Ley Helms Burton, conciben intrínsecamente las comunicaciones hacia Cuba como un espacio de subversión político-ideológica,

Desde hace más de seis décadas sucesivas, administraciones norteamericanas han organizado, financiado y alentado la subversión política ideológica contra Cuba. ¿Su objetivo? Derrocar a la Revolución que durante más de medio siglo ha resistido guerras económicas y agresiones de todo tipo.

Se sabe cuál es el propósito del enemigo y el reto está en que cada cubano o cubana cumpla la función que le corresponde como ciudadano en cada pedacito, en el trabajo, en el estudio, en la vida cotidiana. A los cubanos les queda muy claro que el gobierno estadounidense no ha cambiado su política tradicional contra la nación, persistiendo en el intento de la desestabilización interna.

¿Qué es subversión política ideológica?

El  Diccionario de la lengua española plantea:

Lo subversivo, aquello que es capaz de trastornar o alterar las bases del poder político y económico. Subvertir se identifica con alterar un orden social determinado.

La subversión política ideológica es un sistema de influencias que tiene por objetivo la conquista de las mentes de las personas a las que se dirige y que persigue fines políticos. La conciencia es el territorio a invadir, conquistar y someter para lograr una conducta pública de oposición.La subversión socava el poder de las  autoridades, en tanto persigue mostrar su incapacidad para “gobernar de modo efectivo”, que pretende corroborar la idea de explotar las debilidades del adversario y socavar sus fortalezas.

Por tanto es uno de los principales instrumentos que utiliza el gobierno de Estados Unidos en su guerra contra Cuba. Para el logro de tales fines trabajan diferentes organizaciones, entidades, centros de estudios, etc., que componen un complejo esquema financiado por el gobierno de Estados Unidos. En correspondencia con la estrategia diseñada, evolucionan los métodos empleados. En este escenario las tecnologías de la informática y las comunicaciones (TICs) ocupan un lugar privilegiado.

El empleo de las nuevas tecnologías ha impactado en todos los sectores sociales, se le añaden atributos de la práctica política, como la falsedad de la libre circulación de la información, la libertad de expresión, independencia y objetividad de la información, tras lo que se esconde un auténtico monopolio de la comunicación y la cultura, un espacio para el despliegue de la SPI.

El principal objetivo de las redes sociales es conectar, o bien entablar los contactos con gente de forma que regenere los vínculos perdidos. Y ante esto una red social permite al usuario la construcción de un grupo de amigos.. El ingreso a las redes sociales radica en el registro gratuito mediante la realización de una ficha de datos personales y correo electrónico válido con el simple hecho de que se le logre asociar con otros usuarios. Estas son mayormente utilizadas por usuarios como adolescentes y adultos jóvenes.

Los inicios de las redes sociales empezaron en 1995, mediante la red social estadounidense classmates.com, creada por un ex estudiante universitario, con el mismo objetivo mencionado anteriormente. Posteriormente en 1997, SixDegrees.com. Y en el 2001 y 2002 se aparecen los sitios web promoviendo los círculos de amigos en línea, popularizados luego en el 2003 y relacionado con otro fin de crear sitios de interés similares

Autoras como García y Del Hoyo (2013), afirman que las redes sociales forman parte de lo que se conoce como tecnologías web 2.0. Aparecen con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y el conocimiento (Smartphone, ordenadores, tablets), dando lugar así a una nueva sociedad basada en la red. Estas tienen la capacidad de proporcionar una comunicación fácil y rápida, que se han convertido en un acontecimiento que suma continuamente usuarios en todo el mundo, siendo las redes sociales el servicio más demandado de las nuevas tecnologías para las relaciones interpersonales y para multitud de aspectos de distinta índole .

Los avances tecnológicos que se presentaron como una opción democratizadora para la gestación y distribución de información están al servicio de unas pocas corporaciones y de las élites privilegiadas. Nunca Como hoy ha sido tan eficaz y sofisticada la manipulación de las conciencias y emociones de los seres humanos. Uno De los retos más complejos que tienen por delante los cubanos se centra en la batalla que deben dar todos los días en defensa de la verdad y del derecho a una información objetiva.

Con respecto al papel de los medios alternativos y las redes sociales, Chang (2018)da a conocer que en la Declaración final del Taller Internacional se destaca su importancia para la defensa de procesos emancipadores en la contemporaneidad, en función de potenciar:

• Las preocupaciones y voluntades comunes frente a las pretensiones hegemónicas que intentan monopolizar el desarrollo y control de las  tecnologías de  la  información y  la comunicación (TIC).
• Promover  la  difusión  de  un  pensamiento  descolonizador  sobre  el  uso  de  estas tecnologías  y  la  promoción  del  uso  de  Internet,  no  acotado  por  la  regulación  del mercado,  sino  en  beneficio  de  todos  los  pueblos  y  en  particular,  de  los  que menos tienen,  alejados  del  mercenarismo y  los  patrones  consumistas  de  los  países occidentales hegemónicos.
• Estimular el aporte de las más jóvenes  generaciones en estas nuevas  plataformas como fuerzas activas progresistas.
• Promover, frente a la ciberguerra contra  los procesos emancipadores,  la participación popular en el ciberespacio con énfasis en  los sectores marginados históricamente del acceso al conocimiento y la tecnología.

En este escenario resulta necesario que la población cubana asuma una participación consciente y activismo revolucionario en las redes sociales digitales como espacio de socialización que marca tendencias en el liderazgo, poder de convocatoria y  de opinión.

Activismo revolucionario puede ser definido como un conjunto de acciones enfiladas a defender y mantener el poder político revolucionario al aportar elementos para la transformación individual  creativa e innovadora de las persona y grupos sociales en función de una comprensión y apoyo a los cambios que hace la revolución cubana al hacer que adquieran una mayor conciencia de una situación, modifiquen sus ideas, enfoques y sus conductas. Innumerables son los desafíos de los tiempos actuales. En un contexto mundial marcado por la voracidad imperialista, el consumismo, los paradigmas engañosos de éxito, y otras plagas similares; el pueblo cubano y revolucionario tiene ante sí el reto de edificar una sociedad más justa, equitativa, y consecuente con el precepto martiano de que Patria es Humanidad.

Según Ramonet (2019), “La batalla por la verdad es preciso darla en las redes sociales, pues nunca antes hubo una época en que la influencia de las informaciones falsas con apariencia de verdad fue tan fuerte como hoy”. Varios son los ejemplos que demuestran que en diferentes sucesos ocurridos en el mundo de hoy intervienen como protagonistas los medios de difusión masiva, utilizados por la potencia hegemónica y sus aliados como instrumentos de dominación ideológica, con los que penetran y laceran hasta las raíces más profundas de la cultura de los pueblos.

Los contrarrevolucionarios no solo emplean la red para comunicarse, sino también para coordinar y llevar a cabo sus acciones .Aunque sin una amplia repercusión se han empleado las tecnologías para ejecutar acciones, como han sido el envío masivo de mensajes SMS, correos electrónicos y la difusión de unos virus informáticos. Propaganda y adoctrinamiento, Internet y la telefonía móvil abren enormemente el abanico para que los contrarrevolucionarios puedan publicitar todo lo que deseen.

La subversión política ideológica llevada a cabo por el gobierno de los Estados Unidos hacia Cuba también se ha gestado desde lo interno del país, adquiriendo dimensiones que llegan a ser violentas creando el caos y la incertidumbre que produce el resquebrajamiento de la tranquilidad ciudadana a la cual está adaptado nuestro pueblo. Ejemplo de lo anterior resultan, los hechos ocurridos en varias provincias del territorio cubano el 11 de julio del 2021.

Refiriéndose a estos lamentables sucesos, el 13 de julio de 2021, unas horas después del tan publicitado «levantamiento popular» en Cuba, el canciller, Bruno Rodríguez Parrilla denunció:

La agresión política, mediática, comunicacional; y un aumento inusitado de las operaciones de desinformación, financiadas copiosamente con fondos federales del presupuesto de Estados Unidos Que se declaran públicamente, decenas de millones de dólares anuales, sin contar los fondos encubiertos que también se usan en estas campañas. […] El Gobierno de Estados Unidos ha dedicado históricamente, pero en particular en los últimos años, cientos de millones de dólares para interferir en los asuntos internos de Cuba, Para hacer injerencia en ellos; para intentar inútilmente fomentar una oposición política al precio incluso de generar desorden, inestabilidad, con el fallido propósito de fracturar el orden constitucional, el consenso social, las condiciones de estabilidad, tranquilidad, seguridad ciudadanas, armonía en que vive nuestro pueblo. […] Para Ello ha utilizado herramientas de alta tecnología, poderosas y sofisticadas, de las cuales tiene, en este mundo desequilibrado, control prácticamente monopólico y lo ha hecho para tratar de aprovechar las duras condiciones sociales que ha generado en el planeta la pandemia y, en nuestro caso, haciendo, además, un uso impúdico, obsceno, desvergonzado de la mentira, la calumnia y la manipulación de datos en el intento de movilizar, convocar, incitar, manipular a las personas

Enfrentar la subversión ideológica, fomentada desde Estados Unidos, es un asunto de máxima prioridad; para todo el pueblo que construye un país soberano, sin aceptar presiones, ni injerencias externas. Ante estos acontecimientos, el pueblo cubano, sus jóvenes, intelectuales, académicos, campesinos y obreros, no deben dejarse engañar con ambigüedades ni frases diseñadas para intentar confundir. A cada hecho concreto, se le debe brindar una respuesta inteligente y firme, porque hay que estar convencidos que todo lo que se intenta ejecutar contra Cuba en el plano de la subversión político-ideológico está concebido dentro del entorno de la llamada Guerra No Convencional que desarrolla Estados Unidos contra gobiernos de izquierda, que les resulta incómodos por el carácter revolucionario de la obra social que desarrollan.

La informatización de la sociedad ha quedado establecida como prioridad nacional en los documentos del 8vo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) y de la I Conferencia Nacional de dicha organización. En los lineamientos del VIII Congreso se traza la estrategia en este campo, fundamentalmente en el lineamiento 84, encaminado a sustentar el avance en un Sistema de Ciberseguridad y de gestión del espectro radioeléctrico, que fortalezca la Defensa y Seguridad Nacional. Elevar la cultura en el uso responsable de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) por las instituciones y  los ciudadanos, así como el enfrentamiento a su utilización ilegal, nociva, subversiva y desestabilizadora. El objetivo 52 aprobado en la I Conferencia Nacional del PCC propone: Aprovechar las ventajas de las tecnologías de la información y las comunicaciones como herramientas para el desarrollo del conocimiento, la economía y la actividad política e ideológica; exponer la imagen de Cuba y su verdad, así como combatir las acciones de subversión contra nuestro país.

En el 8vo Congreso del PCC al evaluar el informe sobre “el cumplimiento de la resolución del 7mo.Congreso del partido, acerca de los Objetivos de trabajo de la primera conferencia, relacionados con el funcionamiento, la actividad ideológica y la vinculación con las masas”, su énfasis principal se puso, en la batalla ideológica a librar a tono con los escenarios actuales, a partir de una superior utilización de los recursos humanos y tecnológicos de que se disponen, para contrarrestar y enfrentar la subversión político ideológica en todos los espacios y formas, así como la necesidad de un protagonismo acrecentado de nuestras organizaciones de masas y sociales, en su estrecha vinculación con los sectores en ellas representados; en particular la trascendencia de un diálogo permanente con los jóvenes, estudiantes universitarios, intelectuales, académicos y otros sectores.

En la convocatoria al 8vo Congreso del PCC el entonces Segundo Secretario de la organización partidista José Ramón Machado Ventura expresó: “Hoy adquiere mayor importancia el trabajo político-ideológico para enfrentar los intentos de restauración capitalista y neoliberal. Las redes sociales e Internet se han convertido en un escenario permanente de confrontación ideológica, donde también deben prevalecer nuestros argumentos frente a las campañas enemigas.”

Al respecto, en el discurso de clausura del 8vo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC),  Díaz Canel expresó: “…Continúan las campañas de subversión e intoxicación ideológica promovidas por agencias y entidades de los Estados Unidos, dirigidas a desprestigiar a Cuba, a calumniar la Revolución, a tratar de confundir al pueblo, a fomentar el desánimo, la desidia, la inconformidad, exacerbando las contradicciones internas. Están concebidas para aprovecharse de la escasez material incuestionable, de las dificultades que enfrenta nuestra población, como consecuencia del efecto combinado de la crisis económica global, la pandemia de la COVID-19 y del reforzamiento del bloqueo económico…”

Es preciso apuntar que resulta de gran importancia el activismo revolucionario del pueblo cubano en el enfrentamiento a la subversión política ideológica en las redes sociales digitales donde la política que sigue el país es educar a los cubanos para que sean capaces de lidiar con los peligros que indudablemente,  , solo una población cibereducada puede conjurar. (Artículo realizado en coautoría con Yusleiby Belén Montalvo Ramírez)

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