La recuperación económica, sin eufemismo ni derrotismo

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Recientemente un amigo me comentaba su confusión cuando ha leído o escuchado el término “recuperación económica” en informes o exposiciones de algunos funcionarios o especialistas refiriéndose a determinados resultados económicos y sociales que se alcanzan en la provincia al concluir el período. Lo cierto es que a mi amigo le resulta paradójico esgrimir dichos vocablos en medio del incremento constante de los precios y del desabastecimiento que se aprecia de manera cotidiana, fundamentalmente los alimentos, llenándonos en ocasiones de incertidumbre sobre lo afirmado a este nivel.

Por supuesto, las dudas son legitimas, pues tal locución es totalmente válida cuando se utiliza a nivel de la macro economía, donde se maniobra con una amalgama de indicadores para las decisiones gubernamentales del país y no se forman en los territorios. Por eso, su uso puede confundir a algunos cuando es utilizado en la micro economía, llenándonos de un falso optimismo o de dudas sobre lo que se afirma.

Para entenderlo mejor, debemos decir que entre los indicadores que son utilizados para aseverar si existe o no recuperación económica, se encuentra el Producto Interno Bruto (PIB) que no se forma a nivel de provincia ni municipio en Cuba. Este tiene varias formas para ser calculado; ya sea por el método de gastos, a partir del valor de todos los gastos de la economía; el método de ingresos, teniendo en cuenta todas las rentas generadas y por el método de producción, a partir de la suma del valor añadido de todas las empresas en un país. Todos estos métodos se calculan en el término de un año. En ese momento mi amigo también pudiera observar crecimientos del PIB a nivel de país y los trataría de vincular con el día a día de su hogar; pero también debemos conocer que su creador (Simon Kuznets) explicaba que este no es medidor de bienestar social ni de felicidad, como tampoco se refiere a la calidad de dichos bienes y servicios y mucho menos al desarrollo de una nación.

Por otra parte, cuando hablamos de recuperación económica, nos referimos al comportamiento de este indicador es una porción bien definida dentro de un gráfico en forma de “loma y valle” con oscilaciones repetitivas. En este gráfico, cuando se asciende por la ladera de la loma significa que la economía se encuentra creciendo y en expansión hasta alcanzar un pico en la cresta de la loma que precede a una contracción y a una recesión de la economía, provocada por una crisis económica. A veces esta contracción es progresiva y en otras ocasiones es tan brusca que pudiéramos decir “que pare el que tenga freno”.

Superada la crisis, se vuelve a ascender la colina nuevamente; pero no podemos hablar de recuperación económica de manera absoluta, hasta que los resultados que se alcancen no hayan superado el pico que precedió a la contracción económica. En ese sentido, los estudiosos de la materia casi agotan las letras del alfabeto para denominar diferentes tipos de recuperación que pueden ocurrir: en forma de V , U, W o L.

Si nos referimos a lo ocurrido hasta la fecha a nivel de nación, debemos apuntar que hasta el año 2018 la economía cubana se encontraba creciendo lentamente, alcanzando el pico de la loma ese año; pero a partir del 2019 se produce un decrecimiento de la economía, bajo los efectos de las 243 medidas de asfixia económica impuestas por la administración de Donald Trump, la inclusión (injustificada, injusta y cruel) de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo y el impacto de la pandemia que azotó a todo el planeta. Lo anterior provocó una contracción brusca de nuestra economía de un 11 por ciento en el año 2020 con respecto al 2019, tocando fondo ese año. Posteriormente, a partir del año 2021 se han producido crecimientos muy discretos, pero todavía no hemos ascendido hasta el pico de la loma del año 2018 y se aprecia un gráfico en forma de L, en el que estimamos que pudiera alcanzarse la recuperación económica en el año 2027, según los actuales ritmos de crecimiento económico y ralentizados además por las medidas de asfixia que se nos imponen.

Sin embargo a nivel de territorio el análisis debe ser más detallado y debemos utilizar otras expresiones, partiendo de preguntarnos para explicarle a mi amigo ¿en qué medida los resultados que se alcanzan contribuyen a impulsar o retardan la recuperación economía del país?   Por ejemplo, al conocer los resultados económicos que se alcanzan al cierre de mayo del presente año en la provincia, podemos afirmar que la generación eléctrica desde el año 2019 hasta la fecha ha contribuido a dinamizar el crecimiento y a alcanzar la recuperación económica deseada, pues nuestra Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes incrementa la generación de energía eléctrica, a partir de las inversiones y reparaciones costosas ejecutadas en esta industria; además de la estabilidad mostrada, en medio de los apagones insufribles del pasado año y los del presente, debido a la aún persistente inestabilidad que muestra el Sistema Eléctrico Nacional este año. De igual manera contribuye el resto de las fuentes de generación eléctrica con el incremento de las fuentes renovables de energía y otras fuentes que se encuentran enclavados en la provincia.

Por su parte la cantidad de visitantes extranjeros a nuestra red hotelera es ligeramente superior al pasado año, sin embargo debemos recordar que en el año 2018, nuestra red hotelera estaba complementada con el funcionamiento de mas de 360 casas de arrendamientos y de los toques de cruceros, actividades que se encuentran deprimidas en estos momentos. Tengamos en cuenta además, el componente importado de nuestra economía para las exportaciones y para satisfacer la demanda interna del territorio y del país, teniendo en cuenta que  se  ha incrementado la importación de bienes finales de consumo y no de materias primas que propicien encadenamientos productivos entre los diferentes actores de la economía, que permitan poner en explotación las capacidades industriales que se encuentran ociosas u obsoletas, o no se aprovechan plenamente nuestras capacidades en la agricultura para sustituir importaciones en los servicios turísticos.

El sector de la agricultura tiene más sombras que luces en este sentido, si tenemos en cuenta que las producciones de carnes de cerdo, viandas, leche, arroz u hortalizas que se alcanzan al cierre de abril, no solo incumplen un plan que no refleja la demanda; sino que en su mayoría son inferiores a períodos anteriores. Algunas, como la producción de carne de cerdos, se encuentran muy lejos de las cifras alcanzadas en el año 2018, aunque en honor a la verdad, estas se alcanzaban con un alto componente importado. Como quiera que sea, estas producciones no han contribuido al incremento del consumo de los hogares  y si al desabastecimiento de las tarimas y al incremento de los precios.

Solo menciono algunos sectores de la economía (por problemas de espacio); pero entiendo  que mi amigo necesitaba una explicación, porque son muchos los retos a nivel de municipio que debemos afrontar en la batalla económica y de resistencia creativa que afrontamos, incluidos el  uso correcto de indicadores para la toma de decisiones en la micro economía por las autoridades locales y para brindar información clara y transparente al pueblo, de manera que propicien el análisis y el debate continuo. Por supuesto que para ello, el uso de los términos económicos debe ser adecuado, sin derrotismos ni eufemismos: solo con objetividad. Este también es parte de nuestro aporte a la batalla por la cultura económica que libramos.

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Andrés Martínez Ravelo

Ingeniero civil. Miembro distinguido de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba.

Un Comentario en “La recuperación económica, sin eufemismo ni derrotismo

  • el 24 junio, 2023 a las 11:59 am
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    Un artículo esclarecedor, que puede servir al gobierno provincial para tomar decisiones, sobre cómo incrementar el intercambio con el pueblo, sin esperar a las asambleas planificadas y poder así: informar lo que se está haciendo, oír sus preocupaciones y dejar claro en que mejorará la economía familiar.

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